Boletín UNAM-DGCS-868
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NO ESTÁ EN CRISIS EL SECTOR FARMACÉUTICO MEXICANO: JESÚS SÁNCHEZ
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En la actualidad somos exportadores de
materias primas e importadores de medicamentos, indicó el académico de la FE de
la UNAM
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Desde hace 20 años, en México no se tiene
una política para esta actividad, señaló el economista
· Impartió el curso Situación de la industria farmacéutica en México, en la sala multimedia Horacio Flores de la Peña de esa dependencia
No hay crisis en el sector
farmacéutico mexicano; al contrario, en los últimos años se ha recuperado pese
a la falta de estímulos estatales para consolidarla, afirmó Jesús Sánchez
Arciniega, académico de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Agregó que, de acuerdo con
diversos indicadores –como los censos económicos anuales y los provenientes de
la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica–, entre 1994 y 2000 la
actividad comercial externa de esta rama se dinamizó y las exportaciones
crecieron 2.8 veces, en tanto que las importaciones aumentaron 2.1.
Esta actividad se compone por
dos grandes grupos, directamente vinculados a la fabricación y comercialización
de medicamentos y sustancias curativas, explicó.
De estas empresas, sólo el 38
por ciento se dedica a la fabricación, y
genera casi el 60 por ciento del empleo directo y relacionado. Un escaso
número elabora los productos terminados; el resto son adyacentes o se dedican
al comercio: se trata principalmente de grandes cadenas de farmacias.
No obstante, nuestro país
opera principalmente como exportador de materias primas e importador de
medicamentos, indicó el economista al impartir el curso Situación de la
industria farmacéutica en México, efectuado en la sala multimedia Horacio
Flores de la Peña de la FE.
Sin embargo, a pesar del
crecimiento registrado en esta rama no se exportan suficientes fármacos
terminados; en cambio, el número de sustancias activas que se ofrecen ha
crecido en forma significativa.
Luego entonces, el desabasto
de medicamentos en las instituciones médicas y en centros de venta no obedece a
la baja producción, sino a la relación irregular entre los procesos de
elaboración y distribución. Debe considerarse que incluso esta última puede
verse afectada si se fortalecen los monopolios de venta, los cuales incluso se
han ligado a los productores nacionales.
Por ejemplo, refirió, el aumento de las importaciones se
ha reflejado en los altos precios y el crecimiento de la demanda de medicinas
de origen extranjero.
Es precisamente en este
escenario donde se refleja la carencia de una política farmacéutica nacional.
De hecho, desde hace 20 años no se tienen lineamientos para esta actividad en
México, mucho menos una que aliente y se ocupe de ella, destacó.
En ese sentido, indicó, se
deben establecer políticas que den preferencia a los consumidores, a la
sociedad en general. Si se quiere fortalecer a esta industria debe beneficiarse
a los enfermos, sobre todo a aquellos con padecimientos crónicos y con bajos
recursos.
Para ello, acotó, es preciso
identificar cuáles son las principales afecciones de los mexicanos y qué
cantidad de fármacos se requieren para su atención.
Asimismo, dijo, es preciso
propugnar por buenas prácticas administrativas, porque en el momento actual la
salubridad pública fortalece, vía procedimientos, las prácticas monopólicas.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Entre 1994 y 2000
la actividad comercial externa del sector farmacéutico se dinamizó y las
exportaciones crecieron 2.8 veces, afirmó Jesús Sánchez Arciniega, de la
Facultad de Economía de la UNAM.
Foto 2
Jesús Sánchez Arciniega, de la Facultad de Economía, dijo que el desbasto de medicamentos en las instituciones médicas y en centros de venta no obedece a una baja producción, sino a la relación irregular entre los procesos de elaboración y distribución.