Boletín UNAM-DGCS-857
Ciudad Universitaria
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de fotos al final del boletín
PROVOCA GLOBALIZACIÓN PÉRDIDA DE COHESIÓN DE LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS
·
El mercado nacional está cada vez más
supeditado a los procesos de globalización
·
En las ciudades no existen regiones específicamente
abastecedoras, pues muchos de los alimentos provienen del mercado mundial
·
Los procesos de globalización en el ámbito
mercantil fomentan las grandes inversiones, pero también impulsan una
desaparición de las formas de consumo popular
Los sistemas de producción
nacionales han perdido cohesión, con lo cual el mercado nacional está cada vez
más supeditado a los procesos de globalización, al generar la disipación de los
sistemas productivos, aseguró Gerardo Torres, de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
No existen regiones
específicamente abastecedoras, pues muchos de los alimentos provienen del
mercado mundial, afirmó durante la Mesa
Procesos urbano regionales en la globalización, efectuada en la Sala Mtro.
Ricardo Torres Gaitán, de la Torre II de Humanidades.
Esto impacta las estructuras
políticas, de ahí que la reforma del Estado sea una consecuencia de estos
procesos de ampliación del mercado y, al mismo tiempo, corresponden a una
flexibilización y funcionalización de las necesidades de apertura, señaló
Torres.
Así, se da una relocalización
del comercio, basado en una nueva economía del espacio, que provoca graves
efectos sobre los canales de abasto popular. Los mercados públicos y las
centrales de abastos, por ejemplo, se convierten en espacios sociales
degradados o deteriorados por la falta de inversión y seguridad, apuntó.
Junto a esto surge el gran
comercio que tiende a ligarse al mercado internacional con pocas vinculaciones
con los regionales y con las cadenas locales de abasto, indicó durante el
evento efectuado en el marco del XIII Seminario de Economía Urbana y Regional,
2003: Impactos Territoriales del Libre Comercio.
Estos fenómenos, dijo, no han
sido comprendidos por los gobiernos locales y federales, quienes podrían
reorientarlos, reorganizarlos o regularlos. Mientras no existan problemas de
abasto alimentario que impacten decisivamente en la opinión pública, la
prioridad seguirán siendo las inversiones. De esta forma, los canales de abasto
popular están siendo olvidados; la globalización podría llevarlos a la
extinción.
Si bien estos procesos de
globalización en el ámbito de la circulación mercantil y del consumo fomentan
las grandes inversiones, por otro lado se puede observar que impulsan una
desaparición de estas formas de consumo popular, aún arraigadas entre la
población.
Por su parte, Gabriela Ramos,
directora del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) en México, afirmó que la economía mexicana es una de las más
dinámicas e importante en el mundo, pero también es una de las más dispares, en
donde las diferencias en términos de ingresos y de distribución de recursos, es
más pronunciada que en el resto de los países de la OCDE.
Manifestó que después de un
proceso de convergencia en términos de la distribución del ingreso en el México
de los años sesenta y setenta, se comenzó a presenciar un incremento de las
disparidades, muestra de ello, dijo, es el incremento de la tasa de pobreza
hasta alcanzar en la actualidad un 53 por ciento de la población.
En términos regionales existen
desigualdades en cuanto a la pobreza. En la zona noreste, el 32 por ciento de
la población vive en condiciones de miseria, situación no comparable con el 70
por ciento de la población del sur con este rezago. Este problema continuó sin
cambios desde 1992 hasta al año 2000.
Sin embargo, dijo, existen otras dificultades con un
patrón similar a la incidencia de la pobreza. El analfabetismo, por ejemplo,
llega al 5 por ciento en el norte, mientras que en el sur-sureste es del 17 por
ciento. En cuanto a la atención a la salud, la cobertura médica en el norte es
de 58 por ciento, mientras en el sur-sureste alcanza el 30 por ciento.
Ante este panorama se puede
distinguir qué tanto las políticas o las estrategias de desarrollo nacional han
superado estos rezagos; algunos programas han registrado avances, pero en otros
hay mucho por hacer.
De acuerdo con Ramos, para potenciar realmente un
desarrollo económico integrado es necesario incorporar los diferentes niveles
de gobierno; las decisiones no se pueden tomar sólo en el centro del país.
En el caso de México ha habido una descentralización
importante de ciertas actividades, pero esto no ha estado acompañado de
recursos; entonces, la capacidad de decisión de las autoridades estatales y
locales queda mermada si no se acompaña de una real capacidad de recaudación.
En su oportunidad, Alfonso Iracheta, del Colegio
Mexiquense, señaló que entre los grandes cambios para transformar la estructura
social y económica de la sociedad mundial, con impacto particular en México, se
encuentra la educación vinculada al desarrollo científico y tecnológico de los
últimos 30 años.
Gracias a esta revolución, apuntó, los procesos de
producción, apertura y vinculación entre las naciones se han podido acelerar y
han tomado una calidad mucho mayor a la esperada, con la velocidad y
profundidad como ha ocurrido.
Esto se asocia al proceso de difusión del conocimiento,
de las ideas en general y a la tecnología de comunicación; la computadora y el
satélite han tenido gran peso en el cambio mundial y han permitido que toda la
información generada, prácticamente de manera instantánea, pueda ser capturada
y utilizada en cualquier lugar de la Tierra, señaló.
Esto nos lleva a reconocer que el conocimiento y la
información, están adquiriendo un papel mucho más importante que en el pasado.
Anteriormente, los grandes terratenientes eran quienes acumulaban poder en las
sociedades; después fueron los empresarios, y hoy son los financieros, basados
en el conocimiento, en los nuevos caminos de difusión.
Esta revolución tiene
ventajas, pues permite conocer los hechos en tiempo real a través de los medios
de comunicación; hace posible expandir
de manera acelerada no sólo el conocimiento, sino la capacidad de toma de
decisiones en tiempo real con el resto del mundo, afirmó.
Además, brinda la oportunidad
de una mayor solidaridad entre naciones y estratos sociales, por el
conocimiento mutuo para aumentar la posibilidad de entenderse mejor. Otra
ventaja es la tendencia a la democratización de la información, en el sentido
de que prácticamente cualquier ciudadano puede tener acceso a ella.
Sin embargo, la revolución
educativa tiene desventajas; por un lado la manipulación de los medios de comunicación
para efectos de un manejo ideológico y político; por el otro, también hay
excesos en la magnitud de la información y en la autocensura.
Esto significa que la mente
humana, ante la cantidad inmensa de información recibida, empieza a excluir aquello
que, por cualquier razón de tipo personal o social, no le agrada o no acepta.
Otra desventaja es la
sustitución de la imagen en lugar de conceptos. Pareciera ser que las imágenes
presentadas por los medios de comunicación son suficientes para formar ideas
entre la población y llamarlos a la acción en casos concretos.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
El profesor
universitario Gerardo Torres participó en el XIII Seminario de Economía Urbana
y Regional, 2003: Impactos Territoriales del Libre Comercio, en la Torre II de
Humanidades.
FOTO 2
Gabriela Ramos,
directora del Centro de la OCDE en México, opinó en la UNAM que la economía
mexicana es una de las más dinámicas e importantes del mundo, pero también hay
grandes disparidades en la distribución del ingreso.
FOTO 3
La educación, vinculada al desarrollo científico y tecnológico, permitirá grandes cambios en la estructura social y económica del país, señaló en la UNAM Alfonso Iracheta, del Colegio Mexiquense.