06:00 hrs. Octubre 31 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-825

Ciudad Universitaria

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LA RECUPERACIÓN DE PLUSVALÍAS, FORMA IDEAL PARA ALLEGARSE RECURSOS LOCALMENTE

 

·        En nuestro país existen al menos nueve instrumentos tributarios que captan las procedentes del suelo urbano

·        Sin embargo, se han desaprovechado por falta de conocimiento y de voluntad política, explicó Luis Zamorano Ruiz, coordinador de Proyectos del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM

 

La recuperación de plusvalías representa en México el instrumento ideal para allegar recursos a la hacienda pública local, porque captura un incremento de valor que es sólo atribuible a la acción de la comunidad y puede generar capital significativo para los municipios.

 

Asimismo, la reinversión de esos recursos en infraestructura y servicios, entre otros beneficios para la población local, reproduce la generación de nuevas plusvalías, en un círculo virtuoso traducido en la mejora permanente de las ciudades.

 

Así lo explicó Luis Zamorano Ruiz, coordinador de Proyectos del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, durante su participación en el Tercer Seminario Internacional Recuperación de Plusvalías del Suelo Urbano, organizado por el PUEC, la Coordinación de Humanidades de la UNAM y el Lincoln Institute of Land Policy.

 

 

En nuestro país existen al menos nueve instrumentos tributarios que captan las plusvalías del suelo urbano. No obstante, su aplicación real es pobre y tienen un nivel de subutilización preocupante. Ello se explica porque rara vez se reconoce a estos instrumentos de la planeación urbana, como generadores de recursos.

 

Dichos instrumentos son: los impuestos Predial, Sobre la Renta, Sobre Adquisición de Inmuebles, y Sobre Plusvalías –que existe solamente en siete estados: Aguascalientes, Coahuila, Michoacán, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí y Sinaloa–.

 

Se complementan con los de Contribución por Mejoras, de Áreas de Donación en Fraccionamientos y Conjuntos, de Derechos de Registro de Modificaciones a los Programas de Desarrollo Urbano, de la Transferencia de Potencial de Desarrollo y los de Polígonos de Actuación Concertada.

 

No obstante su existencia, los resultados reales traducidos en generación de recursos públicos son, en general, muy pobres. Por ejemplo, el impuesto a la Contribución por Mejoras representó para el año 2000 apenas el 0.29 por ciento del total de ingresos de todos los municipios del país.

 

Salvo contadas excepciones, la captación de plusvalías representa un ingreso significativo para los gobiernos municipales, y su reinversión constituye una fuente permanente de satisfactores para la comunidad. En la mayoría de los estados y municipios del país, los ingresos propios, particularmente los inmobiliarios, se han abandonado a un tercer o cuarto nivel de importancia.

 

Las causas de este fenómeno de desaprovechamiento de los mecanismos recaudatorios establecidos legalmente –sin mencionar la carencia de propuestas para ampliarlos y mejorarlos– son muy diversas, y seguramente varían de gobierno a gobierno, pero pueden agruparse en dos grandes categorías: falta de conocimiento y de voluntad política.

 

Por lo tanto, es urgente aplicar los instrumentos de captación de plusvalías que ya se tienen, y trabajar permanentemente en su mejoramiento y adecuación para volverlos más equitativos y eficaces. La viabilidad de las ciudades mexicanas depende, en buena medida, de los recursos económicos recaudados por los gobiernos locales.

 

Los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, recordó Zamorano Ruiz, tienen una historia muy antigua, que se remonta a las primeras civilizaciones, donde se establecían los tributos dependiendo de la riqueza de las personas y la tierra, afirmó al dictar la conferencia El insuficiente aprovechamiento de los instrumentos existentes.

 

En particular, el concepto de captura o recuperación de plusvalías es mucho más reciente: tiene su origen en el pensamiento de Henry George, quien a fines del siglo XIX propuso la creación de un impuesto para gravar el valor del suelo atribuible al esfuerzo de la comunidad, e injustamente retenido por los dueños de la tierra.

 

Agregó que los instrumentos de recuperación de plusvalías en México puede dividirse en dos categorías: los indirectos por medio de gravámenes sobre el valor del inmueble –ya sea en ocasión de su transferencia o de su propiedad–, y los de recuperación directa del incremento de valor específico, generado a partir de una determinada acción pública.

 

Para nadie, agregó, son desconocidas las enormes limitaciones y carencias experimentadas por las ciudades mexicanas; que van desde infraestructura y servicios públicos deficientes, hasta el origen irregular e ilegal  del crecimiento significativo de las manchas urbanas.

 

Los recursos públicos actuales no son suficientes para mantener lo ya urbanizado y edificado; menos lo son para mejorar las instalaciones que así lo reclaman; y jamás alcanzan para adelantarse al crecimiento de las ciudades –ni en el corto plazo siquiera– e integrar reservas de suelo urbanizado o urbanizable, concluyó el investigador.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

La recuperación de plusvalías representa en México el instrumento ideal para allegar recursos a la hacienda pública local, afirmó Luis Zamorano, coordinador de Proyectos del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM.

 

FOTO 2

 

Luis Zamorano y Santiago Calcagno participaron en el Tercer Seminario Internacional Recuperación de plusvalías del suelo urbano, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM y el Lincoln Institute of Land Policy.