Boletín UNAM-DGCS-820
Ciudad Universitaria
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Esta actividad es un compromiso educativo fundamental
en la formación de los profesionistas: Enrique del Val, secretario general de
la UNAM
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Alberto Pérez Blas, secretario
de Servicios a la Comunidad Universitaria, dijo que uno de los principios más
profundos de la formación universitaria es su espíritu comprometido con las
causas sociales más nobles
En la UNAM el
servicio social es un compromiso educativo fundamental durante el proceso de
formación de los profesionistas, donde prevalece el interés por apoyar a la
sociedad en actos que den respuesta a sus necesidades, sobre todo a la
población menos favorecida, para coadyuvar en el mejoramiento de sus
condiciones de vida, afirmó Enrique del Val Blanco.
El secretario
general de esta casa de estudios expuso, en la ceremonia de entrega del Premio
al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada”, que para los universitarios esa
actividad no es un trámite más, sino función fundamental para hacer crecer a
nuestro país.
Destacó el
trabajo comprometido de 82 alumnos universitarios en beneficio del pueblo
mexicano. Eso, dijo, caracteriza a la Universidad Nacional, quien en el 2001
revaloró esta práctica y replanteó sus objetivos. Además, institucionalizó el
premio.
Se establecieron tres vertientes importantes: extendieron los beneficios
de la ciencia, la técnica y la cultura a la sociedad; diseñar un servicio
social en donde los alumnos apliquen sus conocimientos, destrezas y habilidades
en la solución de los problemas nacionales; y en especial, fomentarles la
conciencia de su compromiso con la comunidad que les brindó la oportunidad
única de obtener ese bagaje de conocimientos.
Esta
distinción, añadió Enrique Del Val, nacida en las universidades públicas hace
67 años, se otorga con la participación de los Consejos Técnicos de las
entidades académicas, con base en criterios de evaluación establecidos en cada
plan de estudios.
Por su parte,
Alberto Pérez Blas, secretario de Servicios a la Comunidad Universitaria, dijo
ante Gustavo Baz Díaz Lombardo, en representación de la familia del doctor
Gustavo Baz; Dante Morán y Elizabeth Luna, coordinadores de los consejos
académico de las áreas de las Ciencias Físico Matemáticas y las Ingenierías, y
de las Humanidades y las Artes, respectivamente que uno de los principios más
profundos que conlleva toda formación universitaria es el espíritu de
compromiso con las causas sociales más nobles.
En el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural
Universitario añadió que para la Universidad Nacional esta actividad se concibe
como una experiencia formativa, una práctica que permite a los jóvenes –desde
la conciencia de su condición privilegiada como universitarios–, contribuir a
la solución de los problemas comunitarios.
Los alumnos
premiados, explicó el funcionario, hicieron de esa experiencia algo más que una
práctica retributiva. Imprimieron, con profunda vocación de servicio,
conocimiento y compromiso en su trabajo.
Ellos han
entendido que la solidaridad hacia sus semejantes es responsabilidad y no una
dádiva, y han sabido traducir su condición de profesionales en una actitud
comprometida con los sectores más desprotegidos de nuestro país. “En ustedes
reconocemos lo mejor del espíritu universitario”, expresó.
Mencionó que
nunca antes el segmento de población entre 15 y 24 años había sido tan
importante. Hoy equivale a la población que tenía México en 1940. Así, para las
universidades, la emergencia y complejidad del mundo juvenil motiva la
reflexión y revisión de sus áreas de servicio y atención a los estudiantes, con
el compromiso de crear estrategias y programas que, por estar orientados a la
formación integral, deben concebirse con la participación de toda la comunidad
universitaria.
La formación
académica es el pilar de lo que la Universidad puede brindar a sus futuros
profesionales; por ello, no puede soslayarse el compromiso institucional de
preparar personas en el sentido más humanista de la palabra.
Así, en esta
institución nacional es un compromiso formar ciudadanos y dotarlos de las
herramientas del conocimiento, de la racionalidad y apertura hacia la
experiencia estética y una particular sensibilidad hacia las causas más justas.
Sólo bajo estos
principios, añadió Pérez Blas, nuestros estudiantes podrán contender en los
cambiantes escenarios del mundo moderno y transitar del aparente individualismo
a la aportación colectiva, de la exclusión a la integración social y a la
inserción laboral exitosa.
Esta casa de
estudios busca para sus alumnos un proyecto incluyente que favorezca la
igualdad de oportunidades. Por ello, estamos obligados a construir compromisos
sustentados en una de nuestras mayores fortalezas: la diversidad de nuestra
comunidad. “Aspiramos al respeto para la diferencia y a la inclusión. Este es
el paradigma de la Universidad actual”, abundó.
A su vez, Omar
Emanuel Márquez Muñiz, alumno de la Facultad de Arquitectura, en representación
de los premiados, señaló que la esencia del servicio social radica en la
aplicación de conocimientos adquiridos en las aulas y el ejercicio de la
práctica profesional en beneficio e interés de la población con menores
recursos.
Se cumple
entonces, con el objetivo de apoyar a las zonas en extrema pobreza que
necesitan la participación de profesionales. Se trata de una actividad de
residencia, multidisciplinaria, donde es posible tener un crecimiento personal
y aprender de la gente de las comunidades, enriqueciendo nuestro quehacer
profesional, dijo.
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PIES DE FOTO
Foto 1
El servicio social es
una práctica que permite a los jóvenes –desde la conciencia de su condición
privilegiada como universitarios– contribuir a la solución de problemas
comunitarios, afirmó Alberto Pérez Blas, secretario de Servicios a la Comunidad
Universitaria.
Fotos 2, 3, 4 y
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El secretario general de
la UNAM, Enrique del Val, entregó el Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo
Baz Prada” a 82 alumnos universitarios.
Foto 6
Omar Márquez Muñiz,
estudiante de la Facultad de Arquitectura, aseguró que el servicio social
conlleva la aplicación de los conocimientos adquiridos en las aulas en
beneficio e interés de la población de menores recursos.
Foto 7
Enrique del Val,
secretario general de la UNAM, dijo que para los universitarios la realización
del servicio social no es un trámite más, sino una acción fundamental para
hacer crecer a nuestro país.
Foto 8
En el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, se entregó el Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada” a estudiantes de la UNAM. Al centro Gustavo Baz Díaz y Enrique del Val. Les acompañan Dante Morán y Alberto Pérez Blas.