Boletín UNAM-DGCS-801
Pies de fotos al
final del boletín
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Aseguró Marysa Navarro, del Dartmouth
College, Estados Unidos
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Participó en el VI Encuentro de Centros y
Programas de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de Educación
Superior en América Latina y el Caribe
Solo tolera los estudios feministas la
academia latinoamericana. De hecho, “la legitimidad que tenemos es parcial,
casi mínima”, aseguró Marysa Navarro, del Dartmouth College, Estados Unidos.
En la gran mayoría de las universidades
de la región, continuó, hay cursos optativos, seminarios y algunos centros
donde se asegura que se hace investigación, afirmó en el VI Encuentro de
Centros y Programas de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de
Educación Superior en América Latina y el Caribe.
La resistencia a los cambios es fuerte y
cada vez hay mayor animadversión, como lo demuestran “quienes trabajan en el
tema de derechos reproductivos”, señaló en el evento organizado por el Programa
Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM y la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM).
Uno de los principales obstáculos es el
aislamiento, “porque las condiciones en
que se crearon los centros de estudios, cursos y seminarios no estuvieron
reforzadas con movimientos feministas pujantes”. Otro es que las universidades,
además de las condiciones políticas y económicas de cada país, “tienden a ser
poco porosas y flexibles” ante la temática de los estudios de género.
Uno más es la interdisciplinariedad, la
cual es difícil de conseguir: “Debemos pensar qué relación puede haber entre
las distintas ciencias, con énfasis en los estudios de género”.
Finalmente, otra dificultad es la
ausencia de mujeres dentro de las estructuras universitarias: si bien hay
profesoras, cuando más se sube de categoría menos encontramos, consideró Marysa
Navarro al ofrecer la conferencia magistral Balance y perspectivas de la
academia desde el feminismo.
Es indudable, añadió, que desde la década
de los años ochenta hasta hoy la presencia de los estudios feministas en la
academia latinoamericana ha aumentado considerablemente. No obstante, “debemos
reconocer que lo realizado se debe al esfuerzo y la persistencia de una
minoría”, aseguró.
En su momento, Loreto Rebolledo, de la
Universidad de Chile, habló de La Red de Estudios de la Mujer y de Género en
Instituciones de Educación Superior de América Latina y el Caribe, que inició
actividades a finales de los años 80, cuando se establecen los primeros
contactos entre investigadoras y académicas a partir de la realización de
seminarios y reuniones nacionales y regionales de especialistas en la materia.
No obstante, recordó, su primer Encuentro se llevó a cabo hasta 1997 en
Nicaragua; el segundo, en 1998, ocurrió en Chile; el tercero, en 1999, en
Panamá; la cuarta, en 2000, en Bolivia; y el quinto en 2001, en Ecuador.
La Red, más allá de los objetivos de
colaboración académica, ha permitido a quienes participan en ella, vivir y
compartir momentos importantes de la realidad histórica de América Latina de
fines del siglo XX y comienzos del XXI, a partir de las coyunturas particulares
de cada país en que se han reunido, “y que debieran convertirse en insumos
importantes de la discusión sobre las formas que asumen las construcciones y
relaciones de género y el papel desempeñado por las mujeres en nuestros
territorios”.
La inauguración del Encuentro estuvo a
cargo de Gloria Careaga, secretaria académica del PUEG, quien coincidió que “a
pesar de lo largo de la lucha, de las múltiples iniciativas que hemos
desarrollado en la región, el reconocimiento del aporte al conocimiento de los
estudios de género todavía es incipiente, falta que tenga más impacto en las
diferentes áreas del conocimiento”.
La funcionaria universitaria
añadió que si bien no se conoce a ciencia cierta cuándo inicia la lucha de las
mujeres, puede decirse que hace más tres décadas empezamos a organizarla de
manera sistemática en las universidades.
Por su parte, Arturo Anguiano, director
de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM Xochimilco, indicó
que en nuestro país, al menos, estos temas van prosperando. “Es evidente –dijo–
que ya se han vuelto algo común”. Cuando “las cosas empiezan a generalizase, es
cuando la investigación es más importante”, porque es el momento en que hace
falta realmente superar banalizaciones y entender algo más profundo para ver
todas las aristas.
A su vez, Cuauhtémoc Pérez Llamas,
secretario de la Unidad Xochimilco de la UAM, destacó que el papel de la mujer
debe ser cada vez más prioritario y relevante. Hasta ahora, sus aportes a la
sociedad han sido importantes “y estoy seguro que cada vez lo serán más”.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Marysa Navarro,
del Dartmouth College, Estados Unidos, aseguró que los estudios feministas son
tolerados en la academia latinoamericana, y su legitimidad es parcial, casi mínima.
FOTO 2
Loreto Rebolledo,
de la Universidad de Chile, habló en la UNAM sobre La Red de Estudios de la
Mujer y de Género en Instituciones de Educación Superior de América Latina y el
Caribe.
FOTO 3
Gloria Careaga,
secretaria académica del Programa Universitario de Estudios de Género, inauguró
el VI Encuentro de Centros y Programas de Estudios de la Mujer y de Género en
Instituciones de Educación Superior en América Latina y el Caribe.
FOTO 4
Arturo Anguiano, director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM Xochimilco, indicó que los estudios de género están prosperando en nuestro país.