06:00 hrs. Octubre 12 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-764

Ciudad Universitaria

Pies de foto al final del boletín

 

LA DISTRIBUCIÓN EQUILIBRADA DE LOS RECURSOS NATURALES ES EL RETO DEL DESARROLLO SUSTENTABLE

 

 

La especie humana ha aprendido a adaptarse a los nuevos entornos, pero no deja de pagar el costo que eso le representa, señaló Luis Fernando Guillén, de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, durante la mesa redonda El paradigma del desarrollo sustentable, realizada en la explanada de Universum.

 

Destacó que a diferencia de otras especies, el hombre ha explotado y modificado el medio en su propio beneficio, de tal manera que no existe otra especie animal conocida que haya sido capaz de igualarlo: ha creado ciudades que, en realidad, son verdaderas organizaciones que consumen recursos y producen residuos. 

 

Cuando más complejas y grandes resultan las urbes, mayor vulnerabilidad representan, pues además de impactar en su entorno, se crea una mayor dependencia para su subsistencia, afirmó.

 

Las causas específicas de este fenómeno son diversas; sin embargo, una de las más significativas es la supervivencia y la apropiación de los bienes terrenales, pues la especie humana ha dispuesto un decidido y marcado deseo de apropiación de lo que pertenece a todos los seres vivos de la Tierra, apuntó.

 

Por su parte, Nohemí Casasola, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), indicó que el término “Desarrollo Sostenible” se utilizó por primera vez en 1987 por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, para referirse a aquél tipo de desarrollo que sirve para satisfacer las necesidades actuales del género humano, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para saciar las suyas.

 

Este hecho implica una distribución equilibrada de los bienes para que, sin privarnos de la utilización y goce de los recursos naturales, quienes aún no han nacido, puedan en el futuro, tener acceso a esos recursos para obtener un nivel de vida digno, apuntó.

 

El desafío del desarrollo sostenible, dijo, se ha traducido en el plano formal, en un cambio en el discurso sobre la explotación de los medios, la conservación del planeta, el derecho al desarrollo, la incorporación de los grupos marginados a los beneficios del progreso, y el uso adecuado de los adelantos científicos y tecnológicos.

 

No obstante, el crecimiento exige que se genere un cambio de visión que posibilite una transformación real de la situación en que se encuentra el Planeta y de quienes lo habitamos. Es necesario el surgimiento de un nuevo paradigma sobre la base del desarrollo sostenible.

 

Un paradigma es una visión del mundo, y si en ésta no tiene cabida la conservación de nuestro medio ambiente, el equilibrio socioeconómico o el futuro que deseamos para las generaciones venideras, será imposible que llevemos a cabo acciones tendientes a promover un desarrollo sostenible.

 

En su oportunidad, Sergio Roberto Blanco Rosete, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, señaló que el desarrollo sustentable contempla tres factores con la misma importancia: protección ambiental, beneficio económico y equidad social.

 

Además, considera los factores de consumo y tamaño de la población como puntos clave para lograr este tipo de proceso. Esto se debe a que en la medida como la población mundial crece a los ritmos actuales, los recursos para proveer las necesidades de la sociedad serán insuficientes, abundó.

 

En cuanto a las acciones que se han realizado en el ámbito mundial, informó que en 1992 se llevó a cabo la conferencia sobre Desarrollo y Medio Ambiente en Río de Janeiro, también conocida como la Conferencia de Río.  Ahí, 178 gobiernos adoptaron el documento conocido como “Agenda 21” que es un plan comprensivo de acción para implementar el desarrollo sustentable.

 

Abundó que en 2002 se realizó la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable en Johannesburgo. Ahí se evaluaron los avances durante los siguientes 10 años de la conferencia de Río de Janeiro. Se dieron muy diversos resultados de esta reunión.

 

Por ejemplo, para el año 2015 se buscará reducir a la mitad la proporción de personas que ganen menos de un dólar al día; y  transferir tecnología para desarrollar agricultura sustentable.

 

Además, durante esta cumbre se identificó la falta de relación entre las investigaciones de ciencia y tecnología con las necesidades crecientes de la población en los países en vías de desarrollo. En este momento se requiere de ingenieros que estén conscientes de las problemáticas globales y particulares en el mundo, concluyó.

 

 

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FOTO 1

Luis Fernando Guillén, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, señaló que la especie humana ha modificado y explotado su entorno para beneficiarse, pero ello le supone un costo ambiental.

 

FOTO 2

Nohemí Casasola, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, participó en la mesa redonda El paradigma del desarrollo sustentable.