Boletín UNAM-DGCS-764
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
LA DISTRIBUCIÓN EQUILIBRADA DE LOS RECURSOS NATURALES ES EL RETO DEL DESARROLLO SUSTENTABLE
La especie humana ha aprendido a adaptarse a los nuevos
entornos, pero no deja de pagar el costo que eso le representa, señaló Luis
Fernando Guillén, de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, durante la
mesa redonda El paradigma del desarrollo sustentable, realizada en la explanada
de Universum.
Destacó que a diferencia de
otras especies, el hombre ha explotado y modificado el medio en su propio
beneficio, de tal manera que no existe otra especie animal conocida que haya
sido capaz de igualarlo: ha creado ciudades que, en realidad, son verdaderas
organizaciones que consumen recursos y producen residuos.
Cuando más complejas y grandes resultan las urbes, mayor
vulnerabilidad representan, pues además de impactar en su entorno, se crea una
mayor dependencia para su subsistencia, afirmó.
Las causas específicas de este
fenómeno son diversas; sin embargo, una de las más significativas es la
supervivencia y la apropiación de los bienes terrenales, pues la especie humana
ha dispuesto un decidido y marcado deseo de apropiación de lo que pertenece a
todos los seres vivos de la Tierra, apuntó.
Por su parte, Nohemí Casasola,
de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), indicó que el término
“Desarrollo Sostenible” se utilizó por primera vez en 1987 por la Comisión
Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, para referirse a aquél tipo de
desarrollo que sirve para satisfacer las necesidades actuales del género
humano, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para saciar
las suyas.
Este hecho implica una
distribución equilibrada de los bienes para que, sin privarnos de la
utilización y goce de los recursos naturales, quienes aún no han nacido, puedan
en el futuro, tener acceso a esos recursos para obtener un nivel de vida digno,
apuntó.
El desafío del desarrollo
sostenible, dijo, se ha traducido en el plano formal, en un cambio en el
discurso sobre la explotación de los medios, la conservación del planeta, el
derecho al desarrollo, la incorporación de los grupos marginados a los
beneficios del progreso, y el uso adecuado de los adelantos científicos y
tecnológicos.
No obstante, el crecimiento
exige que se genere un cambio de visión que posibilite una transformación real
de la situación en que se encuentra el Planeta y de quienes lo habitamos. Es
necesario el surgimiento de un nuevo paradigma sobre la base del desarrollo
sostenible.
Un paradigma es una visión del
mundo, y si en ésta no tiene cabida la conservación de nuestro medio ambiente,
el equilibrio socioeconómico o el futuro que deseamos para las generaciones
venideras, será imposible que llevemos a cabo acciones tendientes a promover un
desarrollo sostenible.
En su oportunidad, Sergio
Roberto Blanco Rosete, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa,
señaló que el desarrollo sustentable contempla tres factores con la misma
importancia: protección ambiental, beneficio económico y equidad social.
Además, considera los factores
de consumo y tamaño de la población como puntos clave para lograr este tipo de
proceso. Esto se debe a que en la medida como la población mundial crece a los
ritmos actuales, los recursos para proveer las necesidades de la sociedad serán
insuficientes, abundó.
En cuanto a las acciones que
se han realizado en el ámbito mundial, informó que en 1992 se llevó a cabo la
conferencia sobre Desarrollo y Medio Ambiente en Río de Janeiro, también
conocida como la Conferencia de Río.
Ahí, 178 gobiernos adoptaron el documento conocido como “Agenda 21” que
es un plan comprensivo de acción para implementar el desarrollo sustentable.
Abundó que en 2002 se realizó
la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable en Johannesburgo. Ahí se
evaluaron los avances durante los siguientes 10 años de la conferencia de Río
de Janeiro. Se dieron muy diversos resultados de esta reunión.
Por ejemplo, para el año 2015
se buscará reducir a la mitad la proporción de personas que ganen menos de un
dólar al día; y transferir tecnología
para desarrollar agricultura sustentable.
Además, durante esta cumbre se
identificó la falta de relación entre las investigaciones de ciencia y
tecnología con las necesidades crecientes de la población en los países en vías
de desarrollo. En este momento se requiere de ingenieros que estén conscientes
de las problemáticas globales y particulares en el mundo, concluyó.
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FOTO 1
Luis Fernando
Guillén, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, señaló que la especie
humana ha modificado y explotado su entorno para beneficiarse, pero ello le
supone un costo ambiental.
FOTO 2
Nohemí Casasola, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, participó en la mesa redonda El paradigma del desarrollo sustentable.