06:00 hrs. Octubre 7 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-751

Ciudad Universitaria

 

DESARROLLAN UN NUEVO CATALIZADOR PARA EL CRUDO MEXICANO

 

·        Retiene las partículas contaminantes para obtener un recurso más puro que, además, disminuye costos de refinación

·        La mayor parte del petróleo que se extrae del Golfo de México contiene impurezas relacionadas, sobre todo, con compuestos azufrados: Julio César Botello Pozos

 

Especialistas de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC)  y del Instituto Mexicano del Petróleo buscan disminuir el costo de la refinación del petróleo, informó Julio César Botello Pozos, responsable del proyecto de investigación y de la cátedra “Determinación y caracterización de especies químicas de interés industrial, tecnológico y medio ambiental” que se imparte en la FESC.

 

La economía de México depende en gran medida del petróleo; sin embargo, la mayor parte del que se extrae del Golfo de México es de tipo pesado, lo que significa que contiene impurezas relacionadas, sobre todo, con compuestos azufrados. De ahí la importancia de generar un catalizador que retenga esas partículas contaminantes  y así obtener un recurso más puro.

 

La FESC, abundó el catedrático, colabora con el IMP en la determinación de iones metálicos, particularmente de aluminio y complejos ternarios de aluminio galio, que sirven como soportes para catalizadores de petróleo pesado.

 

Recordó que la industria mundial de hidrocarburos líquidos clasifica al denominado “oro negro” de acuerdo con su densidad de parámetro internacional del Instituto Americano del Petróleo (API), que diferencia las calidades del crudo, de tal manera que éste puede ser extra pesado, pesado, mediano, ligero y superligero.

 

Todo el crudo, una vez extraído, pasa por un proceso de refinación en donde, con productos químicos y calor, se elimina el agua y diversos sólidos, y luego se separan sus fracciones, lo cual da origen a los principales productos que se venden en el mercado: gas licuado a presión (utilizado en estufas domésticas), gasolina para los automóviles, turbosina para aviones jet, diesel para vehículos pesados y combustóleo para las operaciones industriales.

 

Según las características del crudo, y la cantidad y calidad de los productos que se desean obtener, serán los procesos de refinación. Así, por ejemplo, para la generación de las gasolinas se recurre a la reformación catalítica o a la síntesis de éteres. La mayoría de dichos procesos, explicó Botello Pozos, se basan en el uso de catalizadores, cuyo papel consiste en provocar reacciones químicas que en condiciones normales no sucederían.

 

En este contexto, la labor del grupo de investigadores de la cátedra consistió en determinar las constantes de equilibrio de los complejos de aluminio y complejos ternarios de aluminio galio, cationes con los que se impregna la arcilla pilareada que sirve como catalizador.

 

Dicha arcilla, aseguró Botello Pozos, ya se ha probado: “ha funcionado y se está utilizando en el Instituto Mexicano del Petróleo”. De hecho, a partir de este trabajo decidieron experimentar con toda una gama de cationes para observar qué interacciones pueden presentarse.

 

Ese interés surge porque el procedimiento para la determinación de especies químicas, que comprende una manipulación matemática y un estudio gráfico, ahorra tiempo de experimentación. Además, es una forma fundamentada de “analizar la parte básica de las especies químicas para poder aplicarla en catalizadores, proceso que casi nadie realiza”, afirmó el investigador.

 

Finalmente, el maestro Julio César Botello Pozos indicó que los investigadores de su cátedra, en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana y el IMP, integran el único grupo en México que trabaja en esta materia y bajo este esquema de estudio.

 

 

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