Boletín UNAM-DGCS-751
Ciudad Universitaria
DESARROLLAN UN
NUEVO CATALIZADOR PARA EL CRUDO MEXICANO
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Retiene las partículas contaminantes para obtener un
recurso más puro que, además, disminuye costos de refinación
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La mayor parte del petróleo que se extrae del Golfo
de México contiene impurezas relacionadas, sobre todo, con compuestos
azufrados: Julio César Botello Pozos
Especialistas de la Facultad
de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC)
y del Instituto Mexicano del Petróleo buscan disminuir el costo de la
refinación del petróleo, informó Julio César Botello Pozos, responsable del
proyecto de investigación y de la cátedra “Determinación y caracterización de
especies químicas de interés industrial, tecnológico y medio ambiental” que se
imparte en la FESC.
La economía de México depende
en gran medida del petróleo; sin embargo, la mayor parte del que se extrae del
Golfo de México es de tipo pesado, lo que significa que contiene impurezas
relacionadas, sobre todo, con compuestos azufrados. De ahí la importancia de
generar un catalizador que retenga esas partículas contaminantes y así obtener un recurso más puro.
La FESC, abundó el
catedrático, colabora con el IMP en la determinación de iones metálicos,
particularmente de aluminio y complejos ternarios de aluminio galio, que sirven
como soportes para catalizadores de petróleo pesado.
Recordó que la industria
mundial de hidrocarburos líquidos clasifica al denominado “oro negro” de
acuerdo con su densidad de parámetro internacional del Instituto Americano del
Petróleo (API), que diferencia las calidades del crudo, de tal manera que éste
puede ser extra pesado, pesado, mediano, ligero y superligero.
Todo el crudo, una vez
extraído, pasa por un proceso de refinación en donde, con productos químicos y calor,
se elimina el agua y diversos sólidos, y luego se separan sus fracciones, lo
cual da origen a los principales productos que se venden en el mercado: gas
licuado a presión (utilizado en estufas domésticas), gasolina para los
automóviles, turbosina para aviones jet, diesel para vehículos pesados y
combustóleo para las operaciones industriales.
Según las características del
crudo, y la cantidad y calidad de los productos que se desean obtener, serán
los procesos de refinación. Así, por ejemplo, para la generación de las
gasolinas se recurre a la reformación catalítica o a la síntesis de éteres. La
mayoría de dichos procesos, explicó Botello Pozos, se basan en el uso de
catalizadores, cuyo papel consiste en provocar reacciones químicas que en
condiciones normales no sucederían.
En este contexto, la labor del
grupo de investigadores de la cátedra consistió en determinar las constantes de
equilibrio de los complejos de aluminio y complejos ternarios de aluminio
galio, cationes con los que se impregna la arcilla pilareada que sirve como
catalizador.
Dicha arcilla, aseguró Botello
Pozos, ya se ha probado: “ha funcionado y se está utilizando en el Instituto
Mexicano del Petróleo”. De hecho, a partir de este trabajo decidieron
experimentar con toda una gama de cationes para observar qué interacciones
pueden presentarse.
Ese interés surge porque el
procedimiento para la determinación de especies químicas, que comprende una
manipulación matemática y un estudio gráfico, ahorra tiempo de experimentación.
Además, es una forma fundamentada de “analizar la parte básica de las especies
químicas para poder aplicarla en catalizadores, proceso que casi nadie
realiza”, afirmó el investigador.
Finalmente, el maestro Julio
César Botello Pozos indicó que los investigadores de su cátedra, en
colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana y el IMP, integran el
único grupo en México que trabaja en esta materia y bajo este esquema de
estudio.
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