06:00 hrs. Septiembre 28 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-731

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

SE GLOBALIZAN LOS BIENES COMUNES: ADOLFO GILLY

 

·        No únicamente el comercio, los flujos de capital, las tecnologías o la información

·        Hambre, destrucciones de pueblos y culturas, migraciones, desempleo, trabajo barato, violencia y guerra también están inmersas, sostuvo el académico de la FCPyS

·        El proceso globalizador exige reunir vidas humanas y naturaleza en un único mundo común, destacó

 

La crisis del liberalismo y de sus fundamentos teóricos y prácticos han abierto un espacio que para el pensamiento político dominante, resulta difícil llenar y hasta considerar, afirmó Adolfo Gilly, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, quien aseguró que ese pensamiento no hace más que repetir términos que hoy carecen de sustento real, como transiciones, democracia, legalidad y otros similares, sostuvo.

 

Al dictar la ponencia La gran transformación inconclusa, efectuada en la Sala Isabel y Ricardo Pozas de la FCPyS, Gilly destacó que la globalización, por el contrario, tiene un exceso de realidad. “De cualquier modo que la definamos, es el estado actual de los asuntos humanos”, precisó.

 

No obstante, dijo, no sólo se está globalizando ante nosotros el comercio, los flujos de capital, las tecnologías o la información, sino el hambre, las destrucciones de pueblos y culturas, el SIDA, las migraciones, el desempleo, el trabajo barato, las inhumanas fábricas sin ley, las simbióticas redes financieras y criminales, así como la violencia y guerra entran también a este proceso.

Siguen con el mismo esquema de los tiempos coloniales, pero bajo rasgos políticos diferentes, de destrucción de culturas, pueblos, bienes y herencias comunes; sigue avanzando a toda fuerza, sostuvo. Hoy vemos los sufrimientos de un nuevo proceso mundial de privatización creciente y de despojo, de una nueva revolución industrial global, con todas sus violencias y penas impuestas a miles de millones de seres humanos.

 

A este respecto, destacó que la globalización requiere nuevos bienes comunes, no nuevas guerras. Este fenómeno exige reunir vidas humanas y naturaleza en un único mundo común. No es un sueño, es una necesidad.

 

Estos, dijo, son los nuevos terrenos de enfrentamiento en una sociedad global, donde cada necesidad humana debe ser un derecho y como tal debe ser tratada. Si la globalización ha de ser una fase nueva de la civilización y de la vida humana, requiere bienes comunes globales en sus cimientos y mercados normales en sus superficies, aseveró.

 

Los derechos no pueden estar en venta, ni tampoco los bienes comunes globales; éstos deben ser base firme de los intercambios, los avances y las invenciones individuales, puntualizó el académico universitario.

 

La privatización creciente del patrimonio común y los mercados autorregulados, separan a los hombres de la naturaleza, y a sus necesidades de los derechos humanos, mencionó. Por ello, indicó, necesitamos el conocimiento y la razón para enfrentar y hacer retroceder a las fuerzas ciegas del mercado. “En un mundo global, un conjunto de bienes comunes y de derechos globales tiene que ser parte de su esencia”, explicó.

 

La gran transformación está todavía inconclusa. Debemos ser los humanos y no las fuerzas irracionales del mercado quienes decidamos cuál será la salida. Se trata, explicó, del cambio del antiguo mundo de las solidaridades tradicionales de raíz agraria entre los seres humanos, que ha atravesado a todas las civilizaciones, hasta el mundo del puro intercambio de mercancías a través del dinero.

 

Dicha transformación inició con la Revolución Industrial y se prolonga todavía hasta nuestros días. “Parece que el 60 por ciento de la población mundial son campesinos y una buena parte de los que viven en la ciudad mantienen las viejas reglas de solidaridad, de intercambio y de creencias, pero la conversión de todo en mercancía –seres humanos y relaciones–, está destruyendo el mundo”, finalizó.

 

 

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PIE DE FOTOS

 

Foto 1

 

La crisis del liberalismo y de sus fundamentos teóricos y prácticos han abierto un espacio que para el pensamiento político dominante resulta difícil de llenar y hasta considerar, afirmó el académico Adolfo Gilly.

 

Foto 2

 

El profesor Adolfo Gilly dictó la ponencia “La gran transformación inconclusa”, en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.