06:00 hrs. Agosto 24 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-638

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

INFORMA EL ADN DEL HOMBRE MODERNO SOBRE NUESTROS ANTEPASADOS

 

·        Los datos obtenidos permiten saber que el homo sapiens surgió en África hace 100 mil o 200 mil años

·        El ADN antiguo –extraído de huesos fósiles– generalmente no está bien conservado y es difícil obtenerlo

·        Todos los individuos provienen de los mismos ancestros. Las diferencias son resultado de mutaciones constantes

·        La raíz de la especie está en Africa y en la misma pareja; hubo muchas mutaciones para llegar a los individuo actuales

 

La mayor parte de la información sobre la evolución y descendencia humana proviene de los humanos vivientes. Los datos obtenidos nos permiten conocer que el homo sapiens surgió en África entre 100 mil o 200 mil años atrás, señaló Colin Renfrew, director del Instituto McDonald para la Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña.

 

Durante el seminario Recientes Aportaciones a la Antropología, realizado en el Auditorio del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, Colin Renfrew apuntó que lo anterior es una de las características más extraordinarias de la genética molecular.

 

Hasta el momento se ha aprendido poco del ácido desoxirribonucleico (ADN) antiguo, pues al extraerse de huesos fósiles, generalmente no está bien conservado y se dificulta su obtención por medios convencionales.

Para que el ADN moderno pueda revelar información sobre la descendencia humana, el arqueólogo inglés sugiere hacer inferencias sobre similitudes y diferencias del ácido de humanos a partir de suposiciones.

 

Primero se toman muestras de diversos grupos y después se comparan. Resulta sencillo hacer una clasificación de este tipo. Los ADN similares se juntan y los diferentes se separan. La primera suposición es que todos los individuos vienen del mismo linaje, de los mismos ancestros. Las diferencias son resultado de mutaciones constantes de por ejemplo, cada cinco mil años.

 

También se refirió a los retos de la arqueología, la cual, dijo, es un área especial porque hemos aprendido mucho de ella en los últimos 150 años de existencia. Sin embargo, falta mucho por aprender; entendemos muy poco sobre el desarrollo cultural humano.

 

“No tenemos muy buenas explicaciones e interpretaciones sobre lo que pasó en un momento y lugar determinado; por ejemplo en Mesopotamia, Europa o el Valle de México. Tampoco contamos con un buen marco de referencia comparativo. No hemos desarrollado mucho en términos de arqueología comparativa en los últimos 20 años”, explicó.

 

El investigador destacó que uno de los temas principales del seminario es la comunicación humana bajo un lenguaje desarrollado. Esta habilidad no sólo abarca las cuerdas vocales, capaces de producir consonantes y vocales para comunicarnos; también involucra la habilidad cognitiva para utilizar un lenguaje mediante dispositivos lingüísticos, como los verbos, con cuya conjugación puede hablarse del presente, pasado y futuro.

 

Según el académico, la habilidad lingüística más importante de los seres humanos es la conceptual, la cual sirve para crear y utilizar símbolos. Sin embargo, a pesar de ser una de las áreas más relevantes de la arqueología actual, es la menos desarrollada.  

 

Por su parte Mari Carmen Serra Puche, directora del IIA, informó sobre la vasta experiencia de Colin Renfrew en los campos de la teoría arqueológica, la arqueología cognitiva, la arqueología del lenguaje, la genética molecular, sus propuestas en el campo de la ética arqueológica y el papel de la cultura material en las relaciones entre el individuo, su mundo y su comunidad.

Además, abundó, nos abre la oportunidad de discutir con mayor amplitud otras áreas de interés, tales como la lingüística histórica, la genética de poblaciones o la defensa irrestricta del patrimonio cultural y científico entre muchos otros.

 

Estos campos, dijo, confluyen en una visión integradora y transdisciplinaria que permiten calificar a Colin Renfrew como un antropólogo en el pleno sentido de la palabra, un científico y un humanista comprometido con la reflexión sobre la condición humana.

 

Informó que en el ámbito de la arqueología –su campo inicial de desarrollo–, el investigador inglés ha realizado un extenso trabajo de investigación en la región del Mar Egeo y es actualmente uno de los mayores especialistas en la prehistoria del sur de los Balcanes.

 

Destacó que en el terreno teórico, el investigador comparte con la arqueología –hoy llamada procesual–, su optimismo ante la posibilidad de generar conocimiento verificable y teóricamente fundamentado; aunque nunca compartió el positivismo mecanicista de algunos de los pioneros de la nueva arqueología.

 

Tanto para los profesionales de larga trayectoria, como para los estudiantes de posgrado, el intercambio de ideas con Renfrew no sólo es enriquecedor, sino que permite establecer puentes firmes y duraderos con instituciones de primer nivel mundial como la que él representa, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

El investigador Colin Renfrew, director del Instituto McDonald para la Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña, participó en el Seminario “Recientes aportaciones a la antropología”, realizado en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

 

FOTO 2

 

En la gráfica el investigador inglés Colin Renfrew, quien destacó que uno de los temas principales de la investigación sobre la evolución humana se basa en el lenguaje desarrollado, habilidad cognitiva para utilizar dispositivos lingüísticos de comunicación.