oletín UNAM-DGCS-628
Ciudad Universitaria
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final del boletín
EMERGEN PUEBLOS INDÍGENAS COMO NUEVOS ACTORES POLÍTICOS Y SOCIALES EN MÉXICO Y EL MUNDO
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Hace 20 años no existía un movimiento
indígena tan importante y articulado como el surgido en tiempos recientes
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Las modificaciones a las constituciones
políticas de los países de América Latina incluyen por primera vez el
reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas
·
En algunas naciones ya se incorporan
territorios ancestrales nativos, que no habían sido tomados en cuenta jurídica
y constitucionalmente
Hay un nuevo fenómeno en el mundo: la
emergencia de los pueblos indígenas como actores políticos y sociales en México
y el mundo. Hace 20 años no existía un movimiento indígena tan importante y
articulado como el que recientemente ha surgido, señaló Rodolfo Stavenhagen,
Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los
Derechos de los Indígenas.
En la década de los ochenta la mayoría de
los Estados nacionales no aceptaban política ni jurídicamente a los pueblos indígenas
dentro de su territorio; no existía un ambiente internacional conducente al
reconocimiento de sus derechos, añadió en el Anfiteatro Simón Bolívar del
Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Hace dos décadas, apuntó, cuando se
hablaba de la temática de los pueblos indígenas, se discutían las políticas de
Estado y en ocasiones, sus necesidades no satisfechas y los rezagos históricos.
El paradigma recurrente era el desarrollo, y quienes no se apegaban a este
modelo, eran llamados “atrasados”.
Hoy en día ese discurso ha perdido lustre
y ha sido sustituido por otro discurso no menos problemático, pero que está en
el centro de los debates: los derechos humanos que exigen los pueblos
indígenas.
Destacó que hay puntos fundamentales que
señalan la importancia de esa transformación. En primer lugar, las
modificaciones que prácticamente todas las constituciones políticas de los
países de América Latina han sufrido en los últimos 15 años; las reformas
incluyen por primera vez en sus textos, la temática del reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas.
En segundo lugar, dijo, se han dado
cambios internacionales con la tutela de las Naciones Unidas, así como en el
ámbito regional americano; hay una creciente presencia de las organizaciones
indígenas, y una fuerte discusión y participación de las agencias del sistema
multilateral para solucionar su problemática.
Las opiniones en torno al progreso de
estos cambios, están divididas; algunos señalan que han habido modificaciones
revolucionarias y profundas.
Indicó que esto se debe, aseguran, a que
desde hace algunos años –cuando menos en el ámbito retórico y
de las legislaciones nacionales– muchos países se reconocen como multiétnicos
y plurilingües; se habla de un mundo
multicultural, y desde luego los pueblos indígenas forman parte de ese
discurso.
Algunos dirían, precisó, que es un cambio
revolucionario porque modifica los paradigmas del pensamiento dominante de hace
algunas décadas. En algunos países también se reconocen territorios ancestrales
indígenas, que no habían sido tomados en cuenta jurídica y constitucionalmente.
En otras naciones, continuó, el discurso
en torno al derecho de los pueblos a la autodeterminación forma parte del
discurso de muchas organizaciones indígenas en el mundo y ha hecho su entrada
también en el ámbito de las Naciones Unidas.
En otras más se reconocen, por primera
vez, los sistemas jurídicos propios de los pueblos autóctonos. Además, en
algunos países se han oficializado las lenguas indígenas, cuando antes eran
olvidadas, reprimidas y negadas; desde luego, en lo político hay una creciente
participación indígena en el ámbito nacional, afirmó.
Sin embargo, añadió, otra postura
considera modestos los progresos, pues todavía no son revolucionarios, pero que
forman parte de un proceso evolutivo de cambio. Por ejemplo, los planteamientos
que hacen las organizaciones indígenas se incorporan cada vez más al discurso
nacional de algunos países, como los Acuerdos de Paz en Guatemala, que pusieron
fin a 30 años de guerra civil.
Precisó que también señalan el
fortalecimiento de algunas instituciones propiamente indígenas en el ámbito
comunitario y regional; existe además un movimiento denominado de recomposición
o reconstitución de los pueblos indígenas.
También hay quienes argumentan que no hay
cambios, y señalan las estadísticas que elaboran los gobiernos nacionales y los
organismos internacionales, como el famoso Índice de Desarrollo Humano que
edita cada año la ONU, que presenta la situación de los pueblos nativos como
“catastrófica” en cuanto a indicadores de desarrollo humano y social, abundó
Rodolfo Stavenhagen.
Otros más aseguran que han existido
retrocesos, y sus argumentos se basan en la destrucción progresiva de las economías
indígenas de subsistencia, de sus comunidades y culturas en muchas partes del
mundo, independientemente de los cambios jurídicos, constitucionales y del
discurso de la multiculturalidad.
Además, apuntan que los procesos de
globalización producen pobreza y desesperación creciente entre los pueblos
indígenas, lo cual contribuye, entre otras cosas, a crear escenarios como el de
Colombia, donde esta población constituye la víctima principal de la violencia
política y social de ese país sudamericano.
Independientemente de estas opiniones,
debemos reconocer, finalizó Stavenhagen, que en el sistema de Naciones Unidas
se está construyendo un nuevo marco internacional de protección a los derechos
de los pueblos indígenas.
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PIES FOTOS
Foto 1
El Relator
Especial de la ONU para los Derechos de los Indígenas, Rodolfo Stavenhagen,
dictó la conferencia magistral “Entre clase y nación: las luchas de los pueblos
indígenas”, en el Anfiteatro “Simón Bolívar” del Antiguo Colegio de San
Ildefonso.
Foto 2
Los pueblos indígenas de México y el mundo emergen como actores políticos. Hace 20 años no existía un movimiento indígena tan importante y articulado como el reciente, aseguró Rodolfo Stavenhagen, Relator Especial de la ONU para los Derechos de los Indígenas.