Boletín UNAM-DGCS-605
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
MURCIÉLAGOS, EJEMPLO DE DESARROLLO SUSTENTABLE:
LAURA NAVARRO
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Terminan con las
plagas de cultivos de maíz y algodón, entre otras, aseguró la integrante del
Programa para la Conservación de los Murciélagos Migratorios, en el que
participa el Instituto de Ecología
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Estos mamíferos tienen “muy mala fama”, pues
alrededor de ellos se han creado mitos sin sustento real
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En la Ciudad de México viven en
construcciones viejas, en las alcantarillas e, incluso, detrás de los anuncios
espectaculares
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Se alimentan de insectos, néctar y fruta
En todo el mundo hay unas mil especies de
murciélagos y en México habitan 140 de ellas, de las cuales 70 por ciento se
alimentan de insectos. Por ello, resultan ser un grupo animal benéfico que
termina de modo natural con las plagas de cultivos de maíz, algodón y pepino,
entre muchas otras, aseguró Laura Navarro, integrante del Programa para la
Conservación de los Murciélagos Migratorios (PCMM), en donde participa el
Instituto de Ecología de la UNAM.
Al dictar la conferencia Los
murciélagos, un ejemplo de desarrollo sustentable en el Museo de las Ciencias Universum,
dijo que esos mamíferos tienen “muy mala fama”, pues alrededor de ellos se han
creado mitos y aspectos alejados de la
realidad.
Además de insectos, esos seres
también se alimentan de frutas, néctar, carne –como lagartijas, ranas, ratones
y aves pequeñas–, peces y, sólo una especie –que recibe el nombre de “vampiro”
y vive en el sureste mexicano–, de sangre.
Se sabe que un ejemplar del murciélago
café, abundante en todo el país, se come hasta mil 200 mosquitos u otros
“bichos” de tamaño similar en una hora. Además, se ha demostrado que cada
millón de esos mamíferos acaba con 20 toneladas de insectos por noche.
Al igual que las abejas, los
murciélagos alimentados con néctar (cuyos rostros son alargados y sus lenguas
largas con papilas en la punta, similares a pelos), contribuyen a la
polinización de plantas que sólo abren sus flores por las noches, como los
agaves y los cactus.
Otros comen frutas –entre
ellas higos, mangos, plátanos, guayabas y tejocotes– y así dispersan de dos a
cinco veces más semillas que las aves, pues “siembran” hasta tres de ellas por
metro cuadrado cada noche, de acuerdo con la época del año y del grado de
perturbación de la selva o bosque donde se encuentren, proporcionando ayuda
para su crecimiento y regeneración.
Como se mencionó antes, sólo
una de las especies de murciélagos mexicanos se alimenta de sangre de animales
domésticos, como vacas, gallinas, cerdos; así como de otros silvestres, como
tapires. No “encaja” sus colmillos en el cuello y chupa el flujo sanguíneo,
como en las películas, sino mediante una pequeña herida que luego lame.
Otro de los mitos acerca de
estos benéficos animales, abundó la especialista, hace referencia a la
toxicidad de su guano. “Esto tampoco es cierto; el elemento dañino es, en
realidad, un hongo llamado Histoplasma capsulatum, el cual se desarrolla debido
a la presencia de elementos nutritivos y adecuados dentro del medio
cavernícola, con su temperatura y humedad constante”, explicó.
Ese hongo provoca
histoplasmosis, infección adquirida cuando se penetra en una cueva, túnel, mina
o cualquier refugio con suficiente guano, sin la protección adecuada, pues al
momento de caminar sobre las excretas y removerlas se desprenden esporas, que
al ser aspiradas se acumulan en los pulmones. Esta enfermedad es frecuentemente
confundida con tuberculosis y bronconeumonía por la similitud en los síntomas.
Por el contrario, aclaró Laura
Navarro, el guano se usa como uno de los fertilizantes más eficaces que
existen.
Los murciélagos no sólo
habitan en cuevas, grutas o árboles huecos, sino en la ciudad, entre los
edificios y en construcciones viejas, en las alcantarillas e, incluso, detrás
de los anuncios espectaculares, a los cuales se acercan los insectos, atraídos por la luz. También comen néctar y
fruta.
Como se observa, señaló, las
“historias de vampiros” surgidas en Europa y difundidas por la industria del
cine, no son ciertas. Para dar a conocer la verdad sobre estos mamíferos
voladores y proteger los lugares donde viven, en el PCMM participa un grupo de
investigadores que determina las especies existentes y su dieta.
El Programa –que involucra a
los gobiernos de México y Estados Unidos, así como a otras instituciones de
ambas naciones– trata también –con la colaboración de las comunidades y, en
especial, de los niños– de proteger las cuevas donde viven los mamíferos para
evitar que la gente entre, les prendan fuego, las apedreen o tapen la salida de
la caverna.
Navarro explicó que no es
conveniente entrar en las cuevas, pues
son sitios de riesgo por los agujeros o espacios pequeños donde las personas
podrían quedar atrapadas, o bien, por la presencia del mencionado hongo.
Asimismo, en caso de encontrar
tirado a un murciélago recomendó no recogerlo, porque lo más probable es que
esté enfermo, y como cualquier animal silvestre, al sentirse amenazado o
asustado intentará defenderse y morder.
En caso de mordedura, los
daños dependerán de la especie de murciélago de que se trate; en general, no
pasará de una herida. “Los que comen insectos tienen dientes fuertes pero
pequeños; los alimentados con polen los tienen aún más pequeños porque utilizan
la lengua para sacar el néctar, pero los que comen fruta podrían causar más
daño”, dijo.
Además, existe la posibilidad,
como en cualquier otro tipo de mamífero silvestre, de que tenga rabia. “Por eso
es preferible no intentar capturarlos”. Si alguno llegará a entrar a la casa se
deben abrir las ventanas y encender las luces; eso es suficiente para
ahuyentarlo, con la certeza de que no atacará.
Los murciélagos tienen un
sistema “de sonar” que les orienta para no chocar o les indica dónde está su
alimento. Los sonidos rebotan hasta llegar a sus orejas u hojas nasales. Los
“localizadores” son mil veces más sofisticados que cualquier instrumento producido por el humano y por eso,
actualmente esos animalitos son estudiados con el objetivo de mejorar la
tecnología en aplicaciones aéreas o médicas, finalizó Navarro.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Un ejemplar del murciélago café,
abundante en todo el país, se come hasta mil 200 mosquitos y otros “bichos”
nocivos de tamaño similar en una hora, aseguró Laura Navarro, integrante del
Programa para la Conservación de los Murciélagos Migratorios, en donde
participa el Instituto de Ecología de la UNAM.
FOTO 2
En México habitan 140 especies de
murciélagos, de las cuales 70 por ciento se alimentan de insectos, por lo que
son benéficos para terminar de modo natural con las plagas de cultivos de maíz,
algodón y pepino, aseguró la especialista universitaria Laura Navarro