Boletín UNAM-DGCS-599
Ciudad Universitaria
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COMER FRUTAS, VERDURAS
Y VEGETALES AYUDA A PROTEGER CONTRA EL CÁNCER
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El medio ambiente y los estilos de vida, que
incluyen nuestros alimentos, juegan un papel importante, afirmó Javier
Espinosa, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM,
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Existen
vegetales con antimutágenos y anticancerígenos; pero también tienen enzimas que
pueden metabolizar y convertir sustancias inocuas en nocivas, indicó
Investigaciones
epidemiológicas han demostrado que la alta ingesta de frutas, verduras y
vegetales, constituye un factor de protección contra el cáncer, señaló Javier
Espinosa, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.
Se sabe, agregó, que los
factores determinantes en el inicio de la enfermedad son la influencia del
medio ambiente y los estilos de vida, aspecto que incluye la alimentación.
De hecho, al analizar bebidas
–como cervezas y vinos–, carnes rojas y pescados cocinados a fuego directo, así
como otros productos hervidos por largos periodos con un elevado contenido
proteico, se detectó la presencia de cancerígenos y mutágenos, es decir,
sustancias causantes de alteraciones en el material genético de las células; y
“aquello que produce mutaciones, a larga podría generar cáncer”.
Sin embargo, no todos los
consumidores de estos alimentos desarrollan cáncer. Lo anterior, explicó, se
debe en parte a que cierto tipo de comida contiene sustancias que inhiben o
interfieren con el proceso de mutagénesis y carcinogénesis, las cuales se
encuentran principalmente en los vegetales, las verduras y las frutas. “Forman
parte del grupo de vitaminas E y A; precursores de vitamina como los
carotenoides, y sustancias ampliamente difundidas en los vegetales, como la
clorofila”.
También la carga genética de
cada persona, las diferencias de cada organismo en la reparación del Acido
Desoxirribonucleico (ADN) y las variaciones en la capacidad metabólica de los
individuos, pueden ser factores que determinan las variaciones
interindividuales para el desarrollo de cáncer, precisó.
Respecto al último aspecto,
destacó que no sólo los humanos metabolizamos sustancias. Las plantas también
tienen esta capacidad, afirmó el investigador del IIBm, quien desarrolla el
proyecto Estudio de la actividad anticancerígena de ciertos vegetales.
Por eso, indicó, la situación
es complicada: las plantas, por una parte, tienen mutágenos y cancerígenos; por
otra, antimutágenos y anticancerígenos; pero cuentan con enzimas que pueden
metabolizar y convertir sustancias inocuas en nocivas.
Las preguntas a contestar
serían cómo se regula esto y cuáles son los elementos de mayor importancia para
desarrollar cáncer o no: ¿el metabolismo, la presencia de mutágenos, la de
antimutágenos? “Esto no se sabe, y es uno de los objetivos de nuestro
laboratorio el tratar de estudiar en la dieta del mexicano, los diferentes
aspectos que intervienen en el fenómeno”, indicó Javier Espinosa.
En particular han estudiado ya
el chile y la verdolaga. Respecto al primero, han encontrado que es un vegetal
con una cantidad muy alta de clorofila; pero, por otra parte, tiene la
capacidad también de metabolizar compuestos ambientales y los puede transformar
en compuestos mutagénicos y carcinogénicos.
En relación con la verdolaga,
se ha visto que tiene una capacidad metabólica importante para transformar
compuestos inocuos en compuestos que pueden ser tóxicos, mutagénicos o
carcinogénicos.
Todos sus experimentos,
comentó, han sido in vitro; “habrá que hacerlos in vivo en animales de
experimentación completos, para darnos una imagen más real de lo que puede
pasar cuando uno consume este tipo de vegetales”.
Se pudo haber escogido
cualquier vegetal, agregó. Nos interesaba, sostuvo, “que fueran típicos de
nuestra población, que se produzcan aquí y estén al alcance de la mayoría de
los mexicanos”.
Por ejemplo, comentó algunas
de sus experiencias con el poder antimutagénico del azafrán; sin embargo, éste
no se cultiva en México y el disponible viene de España. Por tanto, “si encontráramos
algo interesante en él, tendríamos que buscar una forma de producirlo
masivamente de manera económica, para que pudiera llegar a todos; de lo
contrario no nos ayudaría de mucho”.
Javier Espinosa señaló también
su interés por elaborar una lista con los vegetales de mayor consumo por
nuestras poblaciones e investigar sus potencialidades de protección o que
predispongan a la generación de este tipo de enfermedades degenerativas.
Así, insistió, si queremos
protegernos contra el cáncer debemos cambiar nuestros hábitos alimenticios e
incluir dentro de nuestras comidas frutas y verduras en mayor cantidad. “Esto,
aparentemente muy fácil de lograr; no lo es. La población mexicana no es una
consumidora de ellas. Es parte de una tradición”, advirtió.
Cabe señalar que, desde hace
algunos años el cáncer se ubica dentro de las primeras causas de muerte en los
países desarrollados. En México, la prevalencia de algunos de ellos, como el de
pulmón y el de estómago entre otros, se ha incrementado en los últimos años.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Investigaciones
epidemiológicas han demostrado que una alta ingesta de frutas, verduras y
vegetales constituye un factor de protección contra el cáncer, señaló Javier
Espinosa, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
FOTO 2
Javier Espinosa, del Instituto de
Investigaciones Biomédicas de la UNAM, estudia la actividad anticancerígena de
ciertos vegetales, entre ellos el chile y la verdolaga, para conocer si su
ingesta predispone o no a desarrollar cáncer.