06:00 hrs. Agosto 4 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-594

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

 

BENEFICIA A PROFESIONALES Y PÚBLICO EN GENERAL EDUCACIÓN CONTINUA DE LA UNAM

 

·        La Educación Continua da respuesta a las necesidades contemporáneas de la sociedad, a través de la organización y desarrollo de programas académicos de excelencia

·        En el 2002, se llevaron a cabo 8 mil 908 actividades académicas, en beneficio de 228 mil 942 personas

·        Algunos cursos, talleres y diplomados proporcionan conocimientos y habilidades a personas que no cuentan con estudios técnicos o profesionales

 

Las aproximadamente nueve mil actividades académicas de Educación Continua (EC) organizadas por la UNAM en 2002,  se han constituido en una opción para la actualización educativa de los profesionales del país, señaló Néstor Fernández Sánchez, jefe del Departamento de Desarrollo Académico y Difusión.

 

En las ocho mil 908 actividades, entre conferencias, cursos y diplomados desarrollados por el área, se benefició a 228 mil 942 personas.

 

Este sistema educativo responde a la función social de la Universidad para brindar conocimientos de vanguardia que propicien la superación personal y profesional. Es una forma flexible y expedita para enfrentar los retos educativos, sociales y económicos característicos de nuestra era.

 

 

Explicó que la EC se refiere al conjunto de actividades académicas      –talleres, cursos, diplomados, seminarios y conferencias– relacionadas con la ampliación y actualización de conocimientos. Es una de las estrategias fundamentales de la UNAM para dar respuesta a las necesidades contemporáneas, a través de la organización y desarrollo de programas académicos de excelencia.

 

Apuntó que su naturaleza está definida por la diversidad, la adecuación y la oportunidad de estas actividades en áreas relacionadas principalmente con el mercado de las profesiones.

 

En la Educación Continua el conocimiento está dirigido a una cuestión más práctica; las personas acuden en búsqueda de herramientas que les permitan solucionar problemas específicos a través de un proceso de aprendizaje rápido y efectivo”, expresó.

 

Apuntó que la EC, dentro de las instituciones de educación superior y universidades, tiene como funciones principales la vinculación Universidad-sociedad-empresa; la formación y actualización de sus docentes y estudiantes; la difusión de nuevas tecnologías y el avance de alguna disciplina o especialidad para evitar que sus conocimientos se vuelvan obsoletos.

 

Si a esto añadimos, precisó, que hoy en día es más patente la necesidad de    que los    profesionales    tengan    que certificarse o re-certificarse, una de las formas para hacerlo es a través de la EC. Por lo general, los colegios de cada área solicitan que el profesionista tenga experiencia en su campo y conocimientos vigentes, que sólo se obtienen por medio de cursos, talleres y diplomados.

 

Agregó que la Educación Continua fuera de las instituciones de enseñanza superior recibe diversos nombres. Cuando se le vincula con la empresa y la formación para el trabajo se le denomina  capacitación; con los programas gubernamentales, se le llama educación para el trabajo; pero también se le conoce como Educación Permanente cuando está dirigida al público en general, pues no requiere ningún grado académico o formación previa.

 

Ejemplo de esta última modalidad, dijo, es que profesionales que no egresaron de la UNAM, estudiantes de carreras técnicas, padres de familia, adolescentes o empleados pueden tomar los cursos o talleres impartidos en los diferentes centros de Educación Continua que pertenecen a las diferentes escuelas, facultades, institutos o programas de la UNAM.

 

Indicó que la Educación Permanente influye en las diversas etapas de la vida de un individuo. Además, proporciona conocimientos y habilidades a todo tipo de personas sin especificación de edad ni conocimientos anteriores, para mejorar su calidad de vida a lo largo de su desarrollo profesional.

 

El también profesor de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, señaló que la Educación Continua es el concepto educativo del futuro. Ha tenido una rápida evolución en las últimas cuatro décadas, y el aumento de su popularidad está justificado por su utilidad ante los acelerados cambios en el conocimiento científico y tecnológico.

 

Este crecimiento, informó, se ha visto reflejado en el incremento del número de cursos, diplomados, seminarios y talleres impartidos en los diferentes centros de Educación Continua. Mientras que en 1999 se dieron 4 mil 470 actividades, en el 2002 fueron 8 mil 908. En cuanto al número de beneficiarios, la cifra pasó de 80 mil 805 en 1999 a 228 mil 942 en 2002.

 

Muchas de estas actividades, añadió, son únicas en México por su temática o porque utilizan las nuevas tecnologías informáticas en el desarrollo de programas, dirigidos a un público cada vez más extenso y diverso; éstas pueden realizarse de manera presencial o a distancia. De hecho el 8 por ciento de los cursos, talleres y diplomados que se ofertan, son bajo esta última modalidad.

 

Néstor Fernández destacó que en México, la Educación Continua tiene sus antecedentes en las primeras Jornadas Médicas realizadas para la Educación Médica Continua en 1933. En 1959 la Facultad de Ingeniería inició actividades bajo esta modalidad educativa en América Latina al atender cursos de ingeniería sanitaria.

 

 

Posteriormente, en 1976 la Facultad de Contaduría y Administración inició labores para fortalecer el ejercicio de los profesionales de esta disciplina. Fue en 1981 cuando se creó formalmente la Unidad de Educación Continua, surgiendo centros en las demás escuelas y facultades de la Universidad.

 

El académico informó que en 1985 se constituyó la Comisión de Educación Continua de la UNAM; y en 1997 se instituyó la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia (CUAED) con tres modalidades: Universidad Abierta, Educación a Distancia y Educación Continua.

 

Apuntó que la UNAM tiene una gran influencia en el ámbito nacional e internacional en el desarrollo de estrategias políticas y métodos de trabajo de la EC –como educación no formal– la cual posee una estructura didáctica y diseño instruccional.

 

La Dirección de Educación Continua tiene el propósito fundamental de propiciar el fortalecimiento y consolidación de Educación Continua de la UNAM.

 

Esta Dirección imparte talleres y diplomados a los responsables de los diferentes centros de EC, para brindarles las herramientas necesarias en tres grandes áreas: la organización y funciones de un centro; planeación de los actos académicos; vinculación y calidad en el servicio.

 

Otra de sus funciones, abundó, es fortalecer y hacer difusión institucional de la Red de Educación Continua (REDEC) integrada en 1995 y conformada por los 44 Centros de Educación Continua de las escuelas, facultades, institutos y programas de la institución.

 

La UNAM también es fundadora de la Red de Educación Continua de Latinoamérica y el Caribe en 1998, que tiene como propósito homogeneizar principios de gestión, de planeación educativa, servicio y vinculación con la sociedad en el ámbito internacional en materia de EC. Con similares propósitos, la UNAM también es fundadora de la Asociación Mexicana de Educación Continua (AMEC).

 

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PIES DE FOTO

 

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Durante el año 2002 se llevaron a cabo 8 mil 908 actividades de Educación Continua, entre conferencias, cursos y diplomados en esta modalidad, beneficiando a 228 mil 942 personas, señaló Néstor Fernández Sánchez, jefe del Departamento de Desarrollo Académico y Difusión, de la dirección de Educación Continua de la UNAM.

 

FOTO 2

 

La Educación Continua es el concepto educativo del futuro. El aumento de su popularidad está justificado por su utilidad ante los acelerados cambios en el conocimiento científico y tecnológico, señaló el jefe del Departamento de Desarrollo Académico y Difusión, de la dirección de Educación Continua de la UNAM, Néstor Fernández.