Boletín UNAM-DGCS-581
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
TURISMO,
INDUSTRIA Y PETRÓLEO PRINCIPALES CONTAMINANTE DE LOS MARES
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Del océano se obtiene el 80 por ciento del
total de los productos que se consumen en el mundo, subrayó Lilia Susana
Padilla, del IG
· Cada año en el orbe se derraman en el mar 3.5 millones de barriles de crudo, destacó
En México, 70 por ciento de la
contaminación de los mares proviene del turismo y la industria, y 30 por ciento
de las actividades derivadas de la extracción del petróleo, señaló Lilia Susana
Padilla, del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM.
De esta última fuente, indicó,
un 10 por ciento es ocasionado por las emanaciones naturales del hidrocarburo,
40 por ciento procede de la limpieza y mantenimiento de los barcos petroleros,
10 por ciento de las rutas de navegación y el resto se genera en los puertos.
De hecho, cada año en todo el mundo se derraman en el mar 3.5 millones de
barriles de crudo, en forma deliberada o por accidentes.
La especialista en costas
refirió que la contaminación del mar se presenta con mayor frecuencia en la
zona del Golfo de México, mientras que la derivada del turismo es más común en
el Océano Pacífico.
Nuestro país, mencionó, posee
11 mil 592 kilómetros de costas –3 mil 117 en el Golfo de México y 8 mil 475 en
el Océano Pacífico–, y aunque el mar está considerado como un elemento que se
auto regenera, esto no es totalmente verídico.
Si bien es cierto que los
mares dispersan, diluyen y degradan diversas sustancias, su capacidad tiene un
límite; además, la presencia de contaminantes en alta concentración puede
ocasionar serios problemas para la flora y fauna marítima.
Aunque hay lugares donde las
aguas se ven más afectadas por la geografía, como las bahías y ensenadas –ese
es el caso de Acapulco–, en las playas a mar abierto la contaminación no les
altera tanto, porque su tasa de renovación es más rápida, destacó.
Otro factor que determina el
incremento de contaminantes en las regiones costeras es la existencia de
industria y turismo trabajando al mismo tiempo, como en Ensenada y Tampico,
abundó.
La geógrafa aseveró que
durante el siglo pasado muchos de los mares latinoamericanos se convirtieron en
basurales, amenazando con ello gravemente la salud, la pesca y el turismo de
las zonas costeras.
Las playas, precisó, son
fuente importante de empleos en los tres tipos de actividades económicas: en
las primarias a través de la pesca; en las secundarias, en la industria, y en
las terciarias, en el turismo.
Por ello, con la contaminación
no sólo se presenta el deterioro irreversible de los recursos naturales,
también se pierden fuentes de trabajo, subrayó.
En términos relativos,
sostuvo, el ambiente marino es muy importante para América Latina, ya que la
riqueza pesquera de esta región es de las más importantes del mundo.
Asimismo, dijo, la
contaminación disminuye la calidad de los productos pesqueros, esto es
importante si se considera que del océano se obtiene el 80 por ciento de la
producción de consumo humano.
Por otra parte, mencionó,
entre las sustancias que afectan la salud humana se encuentran las sales de
ácidos nítricos, el mercurio, el arsénico y el plomo. Por ello, agregó, es
frecuente que los bañistas sufran afecciones en ojos, alergias en la piel y
trastornos intestinales.
Consideró que la contaminación
de los mares es un problema de educación ambiental, porque la gente no está
consciente de su importancia, ni de su potencial como recurso económico.
Finalmente, informó que en el
IG se realiza la investigación Dinámica de la población de los municipios
costeros de México, del cual se han derivado otros subproyectos y algunas
colaboraciones con instancias como el Instituto de Filosofía del Ministerio de
Medio Ambiente y Tecnología de Cuba, donde se efectúa una investigación con el
fin de saber qué conocimientos tiene la gente sobre las leyes marítimas y cómo
le afecta el cambio del uso del suelo.
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PIES DE FOTO
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Cada año en todo el mundo, se derraman en el mar 3.5 millones de
barriles de crudo, en forma deliberada o por accidentes, destacó Lilia Susana
Padilla, del Instituto de Geografía de la UNAM.
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Con la contaminación de los mares no sólo se presenta el deterioro irreversible de sus recursos, también se pierden fuentes de trabajo, aseveró Lilia Susana Padilla, del Instituto de Geografía de la UNAM.