Boletín UNAM-DGCS-576
Ciudad Universitaria
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final del boletín
MEJORAN
GENÉTICAMENTE ORGANISMOS ACUÁTICOS Y MIDEN LA CONTAMINACIÓN DE LOS MARES
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En el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, el doctor
Faustino Rodríguez Romero trabaja en la hibridación interespecífica para la
producción de ostiones
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Esta técnica beneficia económicamente a los productores
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La contaminación, en especial por hidrocarburos, puede producir
alteraciones en el genoma de los organismos marinos
En el Instituto de Ciencias del Mar y
Limnología (ICMyL) de la UNAM, el doctor Faustino Rodríguez Romero trabaja en
la aplicación de la hibridación interespecífica en diferentes especies de
ostiones, para lograr que sean más resistentes a enfermedades y condiciones
ambientales, además de que con ello asimilen mejor el alimento y aumente la
reproducción.
Esta técnica, que permite a los organismos
adquirir características que redundan en beneficios económicos para los
productores, también puede ser aplicada en camarones, peces y otros crustáceos.
Asimismo, en el Laboratorio de Genética de
Invertebrados Acuáticos de la dependencia universitaria se determinan los
niveles de contaminación de los mares con ayuda de ostiones y almejas, los
cuales acumulan sustancias tóxicas, como hidrocarburos, insecticidas y
fertilizantes, así como bacterias y virus provenientes de las aguas negras
descargadas en los océanos y, por tanto, funcionan como "indicadores de la
salud” de los cuerpos de agua.
Rodríguez Romero, investigador fundador
del ICMyL, explicó que la hibridación interespecífica se refiere a la
transferencia de información genética entre especies distintas.
Al respecto, precisó que "partimos
del hecho que las poblaciones pertenecientes a una especie "A" no se
unen a las de "B", porque hay barreras reproductivas; pero si se
trata de organismos filogenéticamente cercanos, hay formas artificiales de
hacer llegar información genética de una a otra".
Tal ha sido el caso de varias especies de
ostras Cassostrea: virginica, corteziensis, rhizophorae y gigas, que son las de
mayor importancia comercial en el país y cuya manipulación por medio de esta
biotecnología produce beneficios, ya que una vez que se han obtenido los
híbridos, los nuevos organismos desarrollan ventajas como la resistencia a
enfermedades.
El objetivo de estos trabajos es aportar
técnicas y productos de calidad mejorada, certificados, producidos en una
biofábrica, de forma que los ostricultores tengan la certeza de contar con un
producto confiable que les otorgue beneficios seguros.
En la acuacultura, ya sea en agua dulce o de
mar, va implícita una gran incertidumbre, la de garantizar al inversionista
acuacultor ganancias seguras; porque puede ocurrir que alguna enfermedad,
principalmente viral o bacteriana, ataque a los organismos que se cultivan,
tales como peces, crustáceos o moluscos, y origine el desplome en la
producción.
Esto significaría la pérdida de la inversión
erogada en la preparación de los sistemas de cultivo, en áreas como la
preparación y desinfección de la estanquería, llenado y establecimiento del
cultivo, adquisición de organismos fundadores, gastos de alimentación y, en
general el mantenimiento del
acuacultivo por muchos meses en espera de que los organismos crezcan y puedan
ser vendidos.
Por tal motivo, el científico pretende “ayudar
para que la creación de larvas sea altamente confiable, y garantizar al productor que su cultivo marino o
dulceacuícola tenga mayores probabilidades de éxito, con la aportación de
formas larvarias de organismos mejoradas para una producción más eficiente y de
mejor calidad”.
La hibridación brinda ventajas en el corto
plazo y es una estrategia biotecnológica que demuestra su utilidad en la
producción. De forma adicional, esta técnica es complementaria con otras de
aplicación actual como la manipulación cromosómica, la reversión del sexo y la
transgénesis.
Desde hace años, el doctor Rodríguez Romero ha
realizado este tipo de investigaciones en la Estación El Carmen, en la Isla del
Carmen, Campeche, dependiente del ICMyL de la UNAM, y su interés ahora se
enfoca a lograr en ese sitio el acondicionamiento de una pequeña granja
experimental para la producción de ostiones interespecíficos.
“Vamos a medir con detalle las bondades de la
cruza interespecífica, pero antes habría que lograr, establecer que el híbrido
tiene los elementos de estabilidad y expresión genéticas deseables para que un
adulto sea exitoso”, especificó.
Hasta ahora, el científico ha comprobado que
tales requisitos se cumplen acordes con el tiempo y desarrollo de los propios
organismos, todo dentro del orden del crecimiento embrionario (u ontogénico).
El experto, quien inició los estudios genéticos
de especies marinas hace 30 años, también se refirió al análisis de la
contaminación de los mares, que se determina con la ayuda de almejas y
ostiones, que además, son para consumo humano.
Explicó que los organismos sujetos al sustrato
o fondo marino (sésiles) mueven el agua del mar para sobrevivir, pues ahí se
hallan suspendidas las partículas alimenticias, como fragmentos de algas y
bacterias. A través de sus sifones o cavidades branquiales filtran el líquido y
retienen la biomasa con la cual se alimentan, además de respirar por medio del
intercambio de oxígeno con el medio acuático.
“Hay organismos que en tan sólo 10 horas
filtran 40 litros de agua y eliminan todo tipo de contaminantes”, reveló el
investigador universitario, a quien le interesa, en especial, la polución por
hidrocarburos dado que los estudios se hacen de modo preferente en el Golfo de
México, donde se han registrado derrames históricos de crudo.
Abundó que el petróleo se forma por un
complicado conjunto de moléculas, algunas de ellas solubles en agua pero
tóxicas hasta el grado que, incluso, pueden llegar a provocar cáncer.
La presencia de los tóxicos se calcula con la
dotación genética de los organismos, a través de los llamados rompimientos
cromosómicos, es decir, las alteraciones en su genoma, o bien, en las
“inversiones” o transposiciones de segmentos de genes en posiciones diferentes,
que propician una expresión diferente de los mismos.
Cuando los grados de toxicidad aumentan, no
sólo están en riesgo las especies de ostras y almejas, sino el resto de los
integrantes de la cadena alimenticia, incluso representan un peligro para la
gente que los consume.
Además de los hidrocarburos es posible
encontrar insecticidas, fertilizantes, bacterias patógenas o enterobacterias
causantes de problemas intestinales y virus que actúan sobre la estabilidad
genética y biológica de algunos seres marinos.
Este hecho es especialmente importante en el
caso de las lagunas costeras, porque esas zonas estuarinas funcionan como áreas
de criadero de peces, camarones y ostiones, cuyo potencial biótico puede ser
diezmado por los contaminantes, o bien, cuando son adultos tener una expresión
genética débil. “Un organismo en esas condiciones podría tener menos
capacidades inmunológicas, por ejemplo”.
El problema de la contaminación existe, no se
puede negar, reconoció Rodríguez Romero, pero eso no quiere decir que la
naturaleza abandone la búsqueda de mecanismos para recuperarse, para mantener
la constancia en la composición y las propiedades de su medio.
Lo que se tendría que hacer, señaló, es
generalizar los estudios, estandarizar los procedimientos de análisis y, en
especial, atraer a jóvenes científicos, interesados en conocer la genética de
los organismos acuáticos que representan un universo de biodiversidad en los
mares tropicales de nuestro país.
Se requiere también con urgencia, conformar
grupos de investigación multidisciplinaria e interinstitucional dedicados al
estudio de los cuerpos de agua a lo largo de los 10 mil kilómetros de litorales
mexicanos, porque cada una de las 125 o 130 lagunas costeras que existen en
nuestro territorio son áreas potenciales de crianza de formas larvarias de
camarones, ostiones o peces, también susceptibles de recibir todo tipo de
contaminantes, incluidos los desechos urbanos.
El estudio de la contaminación pierde valor si
se realiza una sola vez, porque las masas de agua oceánica se mueven y las
descargas de aguas son variables. Por ello, este recurso y sus riquezas
requieren de un análisis constante, concluyó.
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FOTO 1
La técnica de la
hibridación interespecífica permite a los organismos marinos adquirir características
–como resistencia a enfermedades– que se traducen en beneficios económicos para
los productores y puede ser aplicada en camarones, peces y otros crustáceos,
explicó Faustino Rodríguez, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de
la UNAM.
FOTO 2
Faustino Rodríguez, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, pretende contribuir a que la producción de larvas de especies marinas sea altamente confiable y garantizar al productor que su cultivo tenga mayores probabilidades de éxito.