06:00 hrs. Julio 26 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-576

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

MEJORAN GENÉTICAMENTE ORGANISMOS ACUÁTICOS Y MIDEN LA CONTAMINACIÓN DE LOS MARES

 

·        En el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, el doctor Faustino Rodríguez Romero trabaja en la hibridación interespecífica para la producción de ostiones

·        Esta técnica beneficia económicamente a los productores

·        La contaminación, en especial por hidrocarburos, puede producir alteraciones en el genoma de los organismos marinos

 

En el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, el doctor Faustino Rodríguez Romero trabaja en la aplicación de la hibridación interespecífica en diferentes especies de ostiones, para lograr que sean más resistentes a enfermedades y condiciones ambientales, además de que con ello asimilen mejor el alimento y aumente la reproducción.

 

Esta técnica, que permite a los organismos adquirir características que redundan en beneficios económicos para los productores, también puede ser aplicada en camarones, peces y otros crustáceos.

 

Asimismo, en el Laboratorio de Genética de Invertebrados Acuáticos de la dependencia universitaria se determinan los niveles de contaminación de los mares con ayuda de ostiones y almejas, los cuales acumulan sustancias tóxicas, como hidrocarburos, insecticidas y fertilizantes, así como bacterias y virus provenientes de las aguas negras descargadas en los océanos y, por tanto, funcionan como "indicadores de la salud” de los cuerpos de agua.

 

Rodríguez Romero, investigador fundador del ICMyL, explicó que la hibridación interespecífica se refiere a la transferencia de información genética entre especies distintas.

 

Al respecto, precisó que "partimos del hecho que las poblaciones pertenecientes a una especie "A" no se unen a las de "B", porque hay barreras reproductivas; pero si se trata de organismos filogenéticamente cercanos, hay formas artificiales de hacer llegar información genética de una a otra".

 

Tal ha sido el caso de varias especies de ostras Cassostrea: virginica, corteziensis, rhizophorae y gigas, que son las de mayor importancia comercial en el país y cuya manipulación por medio de esta biotecnología produce beneficios, ya que una vez que se han obtenido los híbridos, los nuevos organismos desarrollan ventajas como la resistencia a enfermedades.

 

El objetivo de estos trabajos es aportar técnicas y productos de calidad mejorada, certificados, producidos en una biofábrica, de forma que los ostricultores tengan la certeza de contar con un producto  confiable  que les otorgue beneficios seguros.

 

En la acuacultura, ya sea en agua dulce o de mar, va implícita una gran incertidumbre, la de garantizar al inversionista acuacultor ganancias seguras; porque puede ocurrir que alguna enfermedad, principalmente viral o bacteriana, ataque a los organismos que se cultivan, tales como peces, crustáceos o moluscos, y origine el desplome en la producción.

 

Esto significaría la pérdida de la inversión erogada en la preparación de los sistemas de cultivo, en áreas como la preparación y desinfección de la estanquería, llenado y establecimiento del cultivo, adquisición de organismos fundadores, gastos de alimentación y, en general  el mantenimiento del acuacultivo por muchos meses en espera de que los organismos crezcan y puedan ser vendidos.

 

 

Por tal motivo, el científico pretende “ayudar para que la creación de larvas sea altamente confiable, y garantizar  al productor que su cultivo marino o dulceacuícola tenga mayores probabilidades de éxito, con la aportación de formas larvarias de organismos mejoradas para una producción más eficiente y de mejor calidad”.

 

La hibridación brinda ventajas en el corto plazo y es una estrategia biotecnológica que demuestra su utilidad en la producción. De forma adicional, esta técnica es complementaria con otras de aplicación actual como la manipulación cromosómica, la reversión del sexo y la transgénesis.

 

Desde hace años, el doctor Rodríguez Romero ha realizado este tipo de investigaciones en la Estación El Carmen, en la Isla del Carmen, Campeche, dependiente del ICMyL de la UNAM, y su interés ahora se enfoca a lograr en ese sitio el acondicionamiento de una pequeña granja experimental para la producción de ostiones interespecíficos.

 

“Vamos a medir con detalle las bondades de la cruza interespecífica, pero antes habría que lograr, establecer que el híbrido tiene los elementos de estabilidad y expresión genéticas deseables para que un adulto sea exitoso”, especificó.

 

Hasta ahora, el científico ha comprobado que tales requisitos se cumplen acordes con el tiempo y desarrollo de los propios organismos, todo dentro del orden del crecimiento embrionario  (u ontogénico).

 

El experto, quien inició los estudios genéticos de especies marinas hace 30 años, también se refirió al análisis de la contaminación de los mares, que se determina con la ayuda de almejas y ostiones, que además, son para consumo humano.

 

Explicó que los organismos sujetos al sustrato o fondo marino (sésiles) mueven el agua del mar para sobrevivir, pues ahí se hallan suspendidas las partículas alimenticias, como fragmentos de algas y bacterias. A través de sus sifones o cavidades branquiales filtran el líquido y retienen la biomasa con la cual se alimentan, además de respirar por medio del intercambio de oxígeno con el medio acuático.

 

“Hay organismos que en tan sólo 10 horas filtran 40 litros de agua y eliminan todo tipo de contaminantes”, reveló el investigador universitario, a quien le interesa, en especial, la polución por hidrocarburos dado que los estudios se hacen de modo preferente en el Golfo de México, donde se han registrado derrames históricos de crudo.

 

Abundó que el petróleo se forma por un complicado conjunto de moléculas, algunas de ellas solubles en agua pero tóxicas hasta el grado que, incluso, pueden llegar a provocar cáncer.

 

La presencia de los tóxicos se calcula con la dotación genética de los organismos, a través de los llamados rompimientos cromosómicos, es decir, las alteraciones en su genoma, o bien, en las “inversiones” o transposiciones de segmentos de genes en posiciones diferentes, que propician una expresión diferente de los mismos.

 

Cuando los grados de toxicidad aumentan, no sólo están en riesgo las especies de ostras y almejas, sino el resto de los integrantes de la cadena alimenticia, incluso representan un peligro para la gente que los consume.

 

Además de los hidrocarburos es posible encontrar insecticidas, fertilizantes, bacterias patógenas o enterobacterias causantes de problemas intestinales y virus que actúan sobre la estabilidad genética y biológica de algunos seres marinos.

 

Este hecho es especialmente importante en el caso de las lagunas costeras, porque esas zonas estuarinas funcionan como áreas de criadero de peces, camarones y ostiones, cuyo potencial biótico puede ser diezmado por los contaminantes, o bien, cuando son adultos tener una expresión genética débil. “Un organismo en esas condiciones podría tener menos capacidades inmunológicas, por ejemplo”.

 

El problema de la contaminación existe, no se puede negar, reconoció Rodríguez Romero, pero eso no quiere decir que la naturaleza abandone la búsqueda de mecanismos para recuperarse, para mantener la constancia en la composición y las propiedades de su medio.

 

Lo que se tendría que hacer, señaló, es generalizar los estudios, estandarizar los procedimientos de análisis y, en especial, atraer a jóvenes científicos, interesados en conocer la genética de los organismos acuáticos que representan un universo de biodiversidad en los mares tropicales de nuestro país.

 

Se requiere también con urgencia, conformar grupos de investigación multidisciplinaria e interinstitucional dedicados al estudio de los cuerpos de agua a lo largo de los 10 mil kilómetros de litorales mexicanos, porque cada una de las 125 o 130 lagunas costeras que existen en nuestro territorio son áreas potenciales de crianza de formas larvarias de camarones, ostiones o peces, también susceptibles de recibir todo tipo de contaminantes, incluidos los desechos urbanos.

 

El estudio de la contaminación pierde valor si se realiza una sola vez, porque las masas de agua oceánica se mueven y las descargas de aguas son variables. Por ello, este recurso y sus riquezas requieren de un análisis constante, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

La técnica de la hibridación interespecífica permite a los organismos marinos adquirir características –como resistencia a enfermedades– que se traducen en beneficios económicos para los productores y puede ser aplicada en camarones, peces y otros crustáceos, explicó Faustino Rodríguez, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

 

FOTO 2

 

Faustino Rodríguez, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, pretende contribuir a que la producción de larvas de especies marinas sea altamente confiable y garantizar al productor que su cultivo tenga mayores probabilidades de éxito.