06:00 hrs. Julio 25 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-573

Ciudad Universitaria

 

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LAS ENFERMEDADES PARASITARIAS INTESTINALES, LAS MÁS FRECUENTES EN MÉXICO: JORGE TAY

 

·        En algunos lugares de la República Mexicana, entre el 80 y 100 por ciento de la población las padece, mencionó el académico de la FM

·        Los parásitos afectan gran cantidad de tejidos y órganos del cuerpo humano, no sólo el aparato digestivo, aclaró

·        México ocupa el primer lugar en la frecuencia de cisticercosis del sistema nervioso central, refirió

 

Las enfermedades parasitarias del aparato digestivo son probablemente las más frecuentes entre la población mexicana, debido, entre otras causas, al fecalismo al aire libre, afirmó Jorge Tay Zavala, Jefe del Laboratorio de Parasitología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

Aunque aclaró que los parásitos no sólo afectan el aparato digestivo, como se demuestra con la cisticercosis del sistema nervioso central, padecimiento que puede propiciar la muerte.

 

Las materias fecales, señaló, frecuentemente van acompañadas de agentes infecciosos como quistes, larvas o huevos de parásitos, los cuales pasan fácilmente de una persona a otra. Por ello, indicó, en algunos lugares de la República Mexicana, en especial en las zonas neotropicales, entre el 80 y 100 por ciento de la población es afectada por uno o más parásitos.

 

No obstante, destacó, en la Ciudad de México “estamos muy por debajo de esos índices, debido a que existen mayores obras de drenaje y se usan inodoros; además, la gente sabe que debe lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, e ingerir alimentos limpios y bien cocidos”.

 

Aunque la gran mayoría de las personas piensan que las parasitosis afectan únicamente el aparato digestivo, esto no es así, porque los parásitos alteran gran cantidad de tejidos y órganos del cuerpo humano, aclaró el académico universitario.

 

En ese sentido, ejemplificó, se sabe que en el sistema nervioso central puede presentarse cisticercosis o toxoplasmosis, que producen cuadros severos y frecuentemente la muerte. De hecho, “México ocupa el primer lugar en la frecuencia de cisticercosis del sistema nervioso central”, reveló.

 

Así, dijo, las manifestaciones clínicas de las enfermedades parasitarias son múltiples y variables, dependiendo del parásito del cual se trate; aunque, en general, cuando alguno de éstos infecta al hombre no produce cuadros clínicos característicos.

 

Por ello, el médico general debe conocer todas las clases de parasitosis que existen, para poder identificar cuando un órgano o tejido presenta alguna patología de este tipo.

 

Por ejemplo, mencionó, el paludismo presenta un cuadro clínico característico, porque produce fiebre, escalofríos y sudoración en pacientes que habitan zonas tropicales; por ello, es posible hacer un diagnóstico casi seguro, aún sin necesidad de realizar pruebas de laboratorio.

 

Otros parásitos provocan síntomas que pueden confundirse con cualquier otra enfermedad, tal es el caso de la Entamoeba histolytica que ocasiona la amibiasis, pues presenta un cuadro diarreico con flujo o sangre, el cual también podría atribuirse a otros agentes etiológicos como la salmonela.

 

En la actualidad, aseveró, existen algunas enfermedades parasitarias que, de no ser tratadas a tiempo, pueden producir daños severos e incluso la muerte.

 

Una de ellas es la amibiasis intestinal aguda, que cuando se presenta en niños, acaba por perforar el intestino y ocasionar una peritonitis; en un adulto, este mismo padecimiento se complica cuando las salivas pasan al hígado y crean un absceso hepático amibiano severo, refirió.

 

Otro caso son los parásitos llamados uncinarias, los cuales se transmiten por la penetración de larvas hilariformes a través de la piel desnuda, es decir, cuando las personas andan descalzas pueden adquirir uncinariasis.

 

La larva posee una cápsula bucal con la que muerde la mucosa intestinal y la hace sangrar profusamente. “Se calcula que una persona pierde 0.05 mililitros de sangre por cada una. Cuando hay muchas de ellas en el intestino se pierde gran cantidad de sangre, lo cual provoca anemia severa y enfermedades cardiovasculares”, abundó.

 

Por otra parte, abundó, las parasitosis, además de producir otras enfermedades y en algunos casos la muerte, también provoca daños económicos, porque este tipo de padecimientos cuesta mucho dinero tanto en gastos médicos como en ausencia laboral.

 

El especialista destacó que el manejo adecuado de las materias fecales, lavarse las manos antes de comer y cocer los alimentos evitarían las enfermedades parasitarias.

 

Asimismo, concluyó, con campañas informativas y de prevención se puede disminuir los índices de parasitosis, como sucedió en décadas pasadas con el paludismo y en la actualidad con las enfermedades parasitarias del aparato digestivo.

 

 

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PIES DE FOTO

 

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En algunos lugares de la República Mexicana, el 80 y 100 por ciento de la población ha sido afectada por uno o más parásitos, mencionó Jorge Tay Zavala, Jefe del Laboratorio de Parasitología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

 

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Los parásitos afectan gran cantidad de tejidos y órganos del cuerpo humano; no sólo el aparato digestivo, aclaró Jorge Tay Zavala, académico de la FM de la UNAM.