06:00 hrs. Julio 21 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-566

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

INVESTIGAN LAS ADICCIONES EN LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA DE LA UNAM

 

·        En apoyo a la elaboración de medicamentos que sirvan para disminuir el consumo de drogas

·        Se busca conocer qué neurotransmisores participan en las sensaciones que experimentan quienes dependen de estupefacientes

·        Se intenta encontrar fármacos que curen al adicto sin afectar mecanismos cognitivos importantes, como la estimación del tiempo

 

Encontrar medicamentos para disminuir el consumo y efecto de las drogas y prevenir conductas adictivas, es uno de los objetivos de la investigación básica sobre adicciones que se realiza en la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, aseguró Gabriela Orozco Calderón.

 

Este proyecto, explicó la profesora Orozco Calderón, pretende apoyar la terapéutica medicamentosa, es decir, la elaboración de fármacos que sirvan para el tratamiento de las personas que ya son adictas, añadió.

 

Para ello se busca conocer cuál es el mecanismo neurofisiológico que subyace en las adicciones; qué sustancias químicas que comunican a las células cerebrales –neurotransmisores- participan en las sensaciones que experimenta un adicto cuando emplea alguna droga.

 

De hecho, existe un circuito cerebral que se activa en todas las conductas que producen placer. Éstas funcionan como reforzadores naturales de la comida, agua, sexo y ejercicio, entre otros, los cuales excitan este sistema de recompensa, al igual que las drogas de abuso; y “ésta es la parte que investigamos”, apuntó.

 

Indicó que en el Laboratorio de Farmacología Conductual de la FP se lleva a cabo esta investigación y se trabaja con tres modelos animales que simulan situaciones que viven quienes hacen uso de sustancias.

 

En el primero –de auto estimulación eléctrica intracraneal–, se coloca al animal en una caja especial, con el fin de que aprenda a presionar una palanca para recibir una descarga eléctrica en cualquiera de las zonas cerebrales relacionadas con la adicción; esto les produce placer.

 

En algunos casos, dijo, los animales pueden presionar la palanca hasta cinco mil veces con tal de seguir recibiendo estimulación eléctrica; y para conseguir esta recompensa dejan de realizar otras conductas como dormir, comer o tener sexo.

 

La profesora manifestó que es similar al comportamiento de un adicto, quien deja otras actividades que antes le eran importantes, y se enfoca únicamente a conseguir y consumir la droga.

 

El segundo modelo –de condicionamiento de preferencia de        lugar–, está asociado con ambientes particulares en donde los adictos se administran las sustancias adictivas, afirmó.

 

Es el caso de los jóvenes que consumen drogas sólo en cierto tipo de lugares, por ejemplo, en discotecas; cuando se encuentran ahí, empiezan a buscarlas o emplearlas porque asocian el lugar con la sustancia. El estar en ese sitio les despierta el deseo de administrársela.

 

Estas situaciones, apuntó, se llevan al laboratorio mediante el entrenamiento de animales en una caja –llamada de preferencia– con tres compartimentos. En ella se coloca a una rata en determinado lugar (izquierda o derecha) de acuerdo con la droga que se le aplicó; una de ellas es un placebo, es decir, una sustancia que no le causa ningún efecto.

Después se ubica al animal en una situación de elección (en medio de la caja); si éste se dirige al lado donde consumió la droga, inferimos que la rata asoció la droga con ese lugar. Si prefiere desplazarse hacia el sitio del placebo, significa que ésta no era de abuso, y por tanto no hubo condicionamiento. Esto mismo pasa con los adictos.

 

Mencionó que el tercer modelo –de discriminación de drogas– tiene como fin saber qué sustancias son de potencial abuso y cuál es el mecanismo de acción que tienen los fármacos nuevos.

 

Para ello, precisó, se entrena al animal para que presione una de las dos palancas a las que se le expone luego de administrarle un compuesto para recibir un reforzador, como agua o alimento. De esta manera la rata responde de acuerdo con su estímulo interno.

 

Posteriormente se le administra otro tipo de sustancia para ver si elige la misma palanca que con la droga anterior; si lo hace, se puede inferir conductualmente que la nueva droga esta asociada con la primera y que ésta llega al mismo lugar o a uno similar en el cerebro.

 

Concluyó que lo efectuado en este laboratorio es investigación preclínica, “nosotros probamos los fármacos en los animales; si los modelos de adicciones arrojan resultados confiables u homogéneos en todas las especies, entonces empieza la fase clínica, en la cual estos compuestos empiezan a ensayarse en seres humanos”, expresó.

 

Por su parte, Hugo Sánchez Castillo, del posgrado de Neurociencias, cuya área de investigación es la “Estimación temporal”, señaló que con este proyecto también se pretende encontrar fármacos que pudieran curar o mejorar al adicto sin necesariamente afectar mecanismos cognitivos importantes.

 

Uno de ellos, dijo, es la estimación del tiempo, que se refiere a los procesos que ejecuta el organismo para regular su conducta y organizarla en espacio y tiempo. De acuerdo con las investigaciones realizadas, se han detectado interacciones entre diferentes sistemas de neurotransmisión.

 

Destacó que las drogas están relacionadas con este proceso. Por ejemplo, si a una rata se le administran anfetaminas, se le afecta su estimación temporal y asume que ha pasado más tiempo cuando en realidad ha transcurrido menos. Lo mismo sucede con el adicto, el sujeto equivoca su percepción sobre las horas, minutos y segundos que se han cumplido.

 

La marihuana, explicó, tiene el efecto contrario al de las anfetaminas; el adicto no es capaz de hacer una estimación correcta y asume que ha pasado una menor cantidad de tiempo, cuando en realidad ha sido mayor. Esto significa que su reloj hipotético se hace más lento.

 

Señaló que es de vital importancia entender estos mecanismos, pues la terapéutica debe considerar los efectos de un fármaco en el paciente. Además, se podría tener un diagnóstico que permitiese conocer los efectos secundarios del medicamento que se esté administrando o de la droga por sí misma.

 

Además, conocer los sistemas de neurotransmisión que son atacados por determinadas drogas permite trazar un camino terapéutico para tratar la adicción. Saber cómo se encuentra la estimación del tiempo en el paciente, podrá ayudar a discernir el tipo de tratamiento, el tipo de ejercicios y tareas que deben realizarse para mejorar su calidad de vida.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Encontrar medicamentos para disminuir el consumo y efecto de las drogas, y prevenir conductas adictivas, es uno de los objetivos de la investigación básica sobre adicciones que se realiza en la Facultad de Psicología de la UNAM, aseguró la catedrática Gabriela Orozco Calderón.

 

FOTO 2

 

Hugo Sánchez Castillo, profesor de la Facultad de Psicología, señaló que en este proyecto se pretende encontrar fármacos que pudieran curar o mejorar al adicto sin necesariamente afectar mecanismos cognitivos importantes como la estimación del tiempo.