Boletín UNAM-DGCS-566
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
INVESTIGAN LAS ADICCIONES EN LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA DE LA UNAM
·
En apoyo a la elaboración de medicamentos
que sirvan para disminuir el consumo de drogas
·
Se busca conocer qué neurotransmisores
participan en las sensaciones que experimentan quienes dependen de
estupefacientes
·
Se intenta encontrar
fármacos que curen al adicto sin afectar mecanismos cognitivos importantes,
como la estimación del tiempo
Encontrar medicamentos para disminuir el
consumo y efecto de las drogas y prevenir conductas adictivas, es uno de los
objetivos de la investigación básica sobre adicciones que se realiza en la
Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, aseguró Gabriela Orozco Calderón.
Este proyecto, explicó la
profesora Orozco Calderón, pretende apoyar la terapéutica medicamentosa, es
decir, la elaboración de fármacos que sirvan para el tratamiento de las
personas que ya son adictas, añadió.
Para ello se busca conocer cuál es el
mecanismo neurofisiológico que subyace en las adicciones; qué sustancias
químicas que comunican a las células cerebrales –neurotransmisores- participan
en las sensaciones que experimenta un adicto cuando emplea alguna droga.
De hecho, existe un circuito cerebral que se
activa en todas las conductas que producen placer. Éstas funcionan como
reforzadores naturales de la comida, agua, sexo y ejercicio, entre otros, los
cuales excitan este sistema de recompensa, al igual que las drogas de abuso; y
“ésta es la parte que investigamos”, apuntó.
Indicó que en el Laboratorio
de Farmacología Conductual de la FP se lleva a cabo esta investigación y se
trabaja con tres modelos animales que simulan situaciones que viven quienes hacen
uso de sustancias.
En el primero –de auto
estimulación eléctrica intracraneal–, se coloca al animal en una caja especial, con el fin de que
aprenda a presionar una palanca para recibir una descarga eléctrica en
cualquiera de las zonas cerebrales relacionadas con la adicción; esto les
produce placer.
En algunos casos, dijo, los animales pueden
presionar la palanca hasta cinco mil veces con tal de seguir recibiendo
estimulación eléctrica; y para conseguir esta recompensa dejan de realizar
otras conductas como dormir, comer o tener sexo.
La profesora manifestó que es similar al
comportamiento de un adicto, quien deja otras actividades que antes le eran
importantes, y se enfoca únicamente a conseguir y consumir la droga.
El segundo modelo –de condicionamiento de
preferencia de lugar–, está
asociado con ambientes particulares en donde los adictos se administran las
sustancias adictivas, afirmó.
Es el caso de los jóvenes que consumen drogas
sólo en cierto tipo de lugares, por ejemplo, en discotecas; cuando se
encuentran ahí, empiezan a buscarlas o emplearlas porque asocian el lugar con
la sustancia. El estar en ese sitio les despierta el deseo de administrársela.
Estas situaciones, apuntó, se llevan al
laboratorio mediante el entrenamiento de animales en una caja –llamada de
preferencia– con tres compartimentos. En ella se coloca a una rata en
determinado lugar (izquierda o derecha) de acuerdo con la droga que se le
aplicó; una de ellas es un placebo, es decir, una sustancia que no le causa
ningún efecto.
Después se ubica al animal en una situación de
elección (en medio de la caja); si éste se dirige al lado donde consumió la
droga, inferimos que la rata asoció la droga con ese lugar. Si prefiere
desplazarse hacia el sitio del placebo, significa que ésta no era de abuso, y
por tanto no hubo condicionamiento. Esto mismo pasa con los adictos.
Mencionó que el tercer modelo –de
discriminación de drogas– tiene como fin saber qué sustancias son de potencial
abuso y cuál es el mecanismo de acción que tienen los fármacos nuevos.
Para ello, precisó, se entrena al animal para
que presione una de las dos palancas a las que se le expone luego de
administrarle un compuesto para recibir un reforzador, como agua o alimento. De
esta manera la rata responde de acuerdo con su estímulo interno.
Posteriormente se le administra otro tipo de
sustancia para ver si elige la misma palanca que con la droga anterior; si lo
hace, se puede inferir conductualmente que la nueva droga esta asociada con la primera
y que ésta llega al mismo lugar o a uno similar en el cerebro.
Concluyó que lo efectuado en este laboratorio
es investigación preclínica, “nosotros probamos los fármacos en los animales;
si los modelos de adicciones arrojan resultados confiables u homogéneos en
todas las especies, entonces empieza la fase clínica, en la cual estos
compuestos empiezan a ensayarse en seres humanos”, expresó.
Por su parte, Hugo Sánchez Castillo, del
posgrado de Neurociencias, cuya área de investigación es la “Estimación
temporal”, señaló que con este proyecto también se pretende encontrar fármacos
que pudieran curar o mejorar al adicto sin necesariamente afectar mecanismos
cognitivos importantes.
Uno de ellos, dijo, es la estimación del
tiempo, que se refiere a los procesos que ejecuta el organismo para regular su
conducta y organizarla en espacio y tiempo. De acuerdo con las investigaciones
realizadas, se han detectado interacciones entre diferentes sistemas de
neurotransmisión.
Destacó que las drogas están relacionadas
con este proceso. Por ejemplo, si a una rata se le administran anfetaminas, se
le afecta su estimación temporal y asume que ha pasado más tiempo cuando en
realidad ha transcurrido menos. Lo mismo sucede con el adicto, el sujeto
equivoca su percepción sobre las horas, minutos y segundos que se han cumplido.
La marihuana, explicó, tiene el efecto
contrario al de las anfetaminas; el adicto no es capaz de hacer una estimación
correcta y asume que ha pasado una menor cantidad de tiempo, cuando en realidad
ha sido mayor. Esto significa que su reloj hipotético se hace más lento.
Señaló que es de vital importancia
entender estos mecanismos, pues la terapéutica debe considerar los efectos de
un fármaco en el paciente. Además, se podría tener un diagnóstico que
permitiese conocer los efectos secundarios del medicamento que se esté
administrando o de la droga por sí misma.
Además, conocer los sistemas de
neurotransmisión que son atacados por determinadas drogas permite trazar un
camino terapéutico para tratar la adicción. Saber cómo se encuentra la
estimación del tiempo en el paciente, podrá ayudar a discernir el tipo de
tratamiento, el tipo de ejercicios y tareas que deben realizarse para mejorar
su calidad de vida.
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PIES DE FOTO
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Encontrar medicamentos para
disminuir el consumo y efecto de las drogas, y prevenir conductas adictivas, es
uno de los objetivos de la investigación básica sobre adicciones que se realiza
en la Facultad de Psicología de la UNAM, aseguró la catedrática Gabriela Orozco
Calderón.
FOTO 2
Hugo Sánchez Castillo, profesor de
la Facultad de Psicología, señaló que en este proyecto se pretende encontrar
fármacos que pudieran curar o mejorar al adicto sin necesariamente afectar mecanismos
cognitivos importantes como la estimación del tiempo.