06:00 hrs. Julio 21 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-565

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

DESARROLLAN EN LA UNAM ECUACIÓN PARA PREDECIR PADECIMIENTOS  DE LOS ADULTOS MAYORES EN MÉXICO

 

·        Víctor Manuel Mendoza, de la FES Zaragoza, aseguró que las mediciones antropométricas (la altura, por ejemplo) en ancianos proporcionan datos clínicos para diagnosticar problemas de salud, como la osteoporosis

·        Se buscan ecuaciones para la población nacional y abandonar la desarrollada por el científico Cameron Chumlea para méxico-americanos

·        En la actualidad, alrededor del 10 por ciento de la población mundial tiene más de 60 años

 

Ante el irreversible incremento de la población de ancianos que se registrará en los próximos años en nuestro país, debido a la transición demográfica, académicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza buscan dar respuesta a la problemática que presentará ese sector.

 

Víctor Manuel Mendoza Núñez, de la Unidad de Investigación en Gerontología (UIG) de esa Facultad, aseguró que en la actualidad alrededor del 10 por ciento de la población mundial es mayor de 60 años y esa cifra se incrementará gradualmente.

 

Recientemente, el grupo de investigación de la UIG desarrolló una ecuación para predecir la estatura de los adultos mayores en México, con el propósito de disponer de una opción más acorde a las características antropométricas de nuestra población.

Con este método, dijo, se sustituye el elaborado por el científico estadounidense Cameron Chumlea para los ancianos méxico-americanos, que no era el más adecuado para revisar a la población de adultos mayores de nuestro país, debido a que el estilo de vida influye en la relación proporcional de los segmentos.

 

Comentó que estas mediciones son de gran relevancia, porque proporcionan, de manera indirecta, datos clínicos para el diagnóstico de problemas de salud, como la osteoporosis. Además, mediante la estatura es posible calcular la superficie corporal, necesaria para algunos estudios de laboratorio y la dosificación de medicamentos.

 

De hecho, la estatura se debe continuar midiendo en las personas mayores, por lo menos cada seis meses como parte del programa del control del anciano sano.

 

En el ámbito internacional, uno de los investigadores que más se ha dedicado a trabajar este aspecto es Cameron Chumlea, de la Universidad Wright, Ohio, Estados Unidos (EU), quien ha creado diversas ecuaciones para predecir la estatura a través de la altura de la rodilla, brazada total y media brazada. 

 

Chumlea y sus colaboradores han desarrollado ecuaciones para negros, blancos y méxico-americanos de EU, que podrían ser aplicadas para “latinos” en general. Sin embargo, esto debe ser previamente probado en ancianos residentes de países latinoamericanos. 

 

Por tal motivo, Mendoza Núñez y su equipo de trabajo desarrollaron una ecuación para predecir la estatura de los ancianos mexicanos, demostrando diferencias estadísticamente significativas al comparar los resultados con la ecuación para méxico-americanos propuesta por Chumlea, concluyendo que esta última no es aplicable para población con residencia en nuestro país.

 

Desde el punto de vista antropológico, explicó, hay factores ambientales y de estilo de vida que influyen en la relación de los segmentos.

 

 

El académico de la FES Zaragoza indicó que si bien la ecuación desarrollada no puede ser utilizada para toda la población del país, porque sus grupos son distintos, por lo menos permitirá mayor precisión que la propuesta para los méxico-americanos.

 

Por tal motivo, no es factible usar la ecuación en forma indiscriminada para los ancianos mexicanos ni mucho menos, para los sectores indígenas. De hecho, el grupo de investigación planea trabajar con grupos indígenas de Tzintzuntzan, Michoacán, con los cuales seguramente habrá diferencias.

 

Los resultados obtenidos por Mendoza Núñez fueron publicados en el American Journal Human Biology. El artículo tardó cerca de dos años en revisión hasta que fue aceptado, debido a cuestiones de carácter técnico, tamaño de muestra y  precisión de resultados.

 

“Nuestros resultados confirman que no debemos extrapolar mediciones, parámetros y ecuaciones de predicción antropométrica, generadas en poblaciones con residencia y estilos de vida distintos al nuestro, sino que debemos trabajar de manera particular cada zona de Latinoamérica; en especial, en México se requiere por lo menos hacer un abordaje por regiones, para que su aplicación clínica sea relevante”, explicó.

 

El estudio se realizó con cerca de 600 adultos sanos, de 60 a 90 años, sin limitaciones físicas y con residencia en la zona oriente de la ciudad de México. Se obtuvieron dos ecuaciones, una para hombres y otra para mujeres, ya que con ellas debe incluirse la variable de edad, mientras en los hombres no.

 

Víctor Manuel Mendoza –quien colabora con integrantes del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM en este estudio- comentó que es necesario precisar el peso y la estatura de un adulto mayor sano con una periodicidad trimestral, porque al igual que los niños, tienen un desarrollo gradual.

 

Se calcula que a partir de los 50 años hay una disminución de la estatura de 1.5 centímetros cada decenio, que se debe a que los espacios intervertebrales, o tejido conectivo, van perdiendo hidratación, hay degeneración y por lo tanto se reducen.

Ello significa que después de los 80 años una persona tendrá una pérdida aproximada de entre 4 y 5 centímetros, lo cual se observa de manera cotidiana; “incluso es común que las personas señalen que con los años a disminuido su estatura”, dijo.

 

No obstante, si tal decrecimiento se acentúa, el sujeto podría estar padeciendo osteoporosis, debido a que disminuye el espacio de los cuerpos intervertebrales, por probables fracturas secundarias a osteoporosis, lo cual generalmente se acompaña de lumbalgia.

 

Víctor Manuel Mendoza aclaró que no es factible establecer tablas sobre la estatura “normal” de los ancianos, porque tienen historias distintas que impedirían señalar qué talla sería la común, acentuado por las diferencias entre personas y grupos.

 

“Lo recomendable es hacer un seguimiento de la estatura de un sujeto después de los 50 años, para establecer si la disminución de su estatura es normal o acelerada”, recalcó.

 

Por ello, en el ámbito gerontológico internacional se ha desarrollado la predicción de la estatura, ya que en ocasiones no se puede llevar a cabo la medición en todas las personas mayores, debido a que algunas de ellas no se pueden mantener en pie por sus condiciones de salud, y otras porque tienen una joroba (sifosis) acentuada, lo que impide tener una medida adecuada.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 1

 

Víctor Manuel Mendoza Núñez, de la FES Zaragoza, aseguró que frente el incremento de la población de ancianos que se registrará en los próximos años en nuestro país, en esa Facultad se busca dar respuesta a la problemática que presentará dicho sector.

 

FOTOS 2 y 3

 

En las gráficas, colaboradoras de Víctor Manuel Mendoza Núñez en la Unidad de Investigación en Gerontología de la FES Zaragoza.