Boletín UNAM-DGCS-537
Ciudad Universitaria
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final del boletín
EL 75 POR CIENTO
DE CASOS DE VIOLENCIA CONYUGAL AFECTAN A LA MUJER
·
Del resto, aproximadamente el 23 por ciento
son de violencia mutua o cruzada y el 2 por ciento es hacia el hombre
·
Dijo Guadalupe Cortés Altamirano, profesora
de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
· Asistió al Ciclo de Mesas Redondas Los escenarios de la violencia realizados en esta casa de estudios
Cualquier miembro de la
familia puede ser víctima del maltrato. Sin embargo, los resultados de
investigaciones realizadas en distintos países, revelan que las mujeres son, en
un 75 por ciento, las principales receptoras de la violencia conyugal, aseguró
Guadalupe Cortés Altamirano, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Durante el Ciclo de Mesas
Redondas Los escenarios de la violencia, efectuada en la FCPyS, revelaron que
del resto de esas cifras, aproximadamente el 23 por ciento se inscriben como
violencia mutua o cruzada, es decir, existe una respuesta del agredido, y el 2
por ciento tiene como víctima al hombre, aseveró.
La académica explicó, durante
la conferencia Pareja y violencia, que se considera violencia conyugal, a toda
conducta abusiva –todo lo que, por acción u omisión, provoque daño físico o
psicológico a otra persona– que se da en el marco de una relación heterosexual
adulta.
En México, datos de la
Encuesta Nacional sobre Violencia Intrafamiliar de 1999, elaborada por el
Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI), indican que
en un tercio de los hogares, es decir, en 7.4 millones de los 22.7 millones que
existen en el país, se viven diversas formas de violencia, como maltrato
emocional, intimidación, abuso físico y sexual.
En un estudio de las Naciones
Unidas, sostuvo Cortés Altamirano, se llegó a la conclusión de que “las
agresiones físicas van acompañadas a menudo por violencia sexual y violación,
cuyos efectos psicológicos quizá sean aún más graves que la violación cometida
por un extraño, ya que entrañan una pérdida de la confianza contra el agresor”.
La catedrática señaló que
muchas culturas socializan a las mujeres para aceptar el castigo físico y
emocional “como prerrogativa conyugal del marido”, lo que limita el rango de
conductas que ellas consideran abusivas. Más aún, las mujeres a veces se niegan
a denunciar el abuso por vergüenza o temor a incriminar a otro miembro de la
familia.
“La violencia contra las
mujeres en el ámbito familiar sucede, porque el agresor supone, y el medio
social lo avala, que es una práctica aceptable de la masculinidad, una forma
adecuada y legítima de sancionar la conducta femenina, descargar sus tensiones,
mostrar sus desacuerdos o su superioridad”, afirmó.
Explicó que existen cinco
formas de violencia conyugal; uno de ellas es el abuso físico, que comprende
una escala de conductas que van desde un empujón o pellizco, hasta producir
lesiones graves que llevan a la muerte a la mujer; y el sexual, cuya escala
incluye obligar a la mujer a la realización de conductas sexuales no deseadas.
En caso de violencia emocional
o psicológica se incluyen insultos, gritos y amenazas; mientras que la
ambiental o social implica descalificar a la mujer y desautorizarla frente a
los hijos e hijas, criticar a su familia o a sus personas queridas, aislarla
socialmente impidiéndole tener contacto con familiares y amigos, ignorarla en
público, ser hostil con sus amistades, romper cosas del hogar, desaparecerle
objetos queridos, lastimar o matar a sus mascotas, entre otras.
Finalmente, la violencia
económica implica modalidades como excluir a la mujer en la toma de decisiones
financieras, controlar sus gastos, no darle suficiente dinero, ocultarle
información acerca de los ingresos, por mencionar algunas, recalcó.
Recordó, asimismo, que la
dinámica de la violencia conyugal presenta un carácter cíclico, que comprende
las fases de acumulación de tensión, el episodio agudo y el conocido como “luna
de miel”, en la que se produce arrepentimiento, siendo en esta cuando
generalmente la mujer se decide a buscar ayuda profesional o a huir de la casa.
A su vez, Martha Laura Tapia
Campos, docente de la FCPyS, sostuvo que la violencia se extiende por la
sociedad tomando formas inéditas. “Los grupos armados de filiación política que
se instalan indefinidamente en algunas comunidades o países, las bandas
criminales de la delincuencia organizada, no sólo cuestionan el monopolio
legítimo de la violencia, sino que lo corrompen cada vez más”.
En fin, los delitos violentos
en los que el móvil de la apropiación ilegal de la propiedad, se vuelve cada
vez más común, creando un clima general de inseguridad, pues invade aquellos
ámbitos sociales en los que anteriormente se daba por sentada la confianza y la
seguridad, indicó en la ponencia Violencia y sociedad.
De esta forma, la familia, los
vecindarios y los centros de trabajo se revelan igualmente acechados por la
violencia, así se trate de una agresividad “menor”, como maltratos, vejaciones,
humillaciones y abusos, resaltó en la
Sala Lucio Mendieta y Núñez.
En el análisis del tema Los
escenarios de la violencia. Del ámbito privado al público, Fabián Bonilla
López, profesor adjunto en la FCPyS, habló sobre la violencia y los
adolescentes desde la teoría psicoanalítica. En especial, hizo hincapié en el
tema de los celos, los cuales, dijo, se clasifican en tres tipos: de
competencia o normales, proyectados y delirantes, pero todo ellos, aseguró,
pueden degenerar en la práctica de la violencia.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
El 75% de casos de violencia conyugal
afecta a la mujer, aseguró Guadalupe Cortés Altamirano, profesora de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, al participar en el Ciclo
de Mesas Redondas “Los escenarios de la violencia”.
FOTO 2
Los celos se clasifican en tres
tipos: de competencia o normales, proyectados y delirantes, pero todos pueden
degenerar en prácticas de la violencia, señaló Fabián Bonilla López, profesor
de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, durante su
participación en el Ciclo de Mesas Redondas “Los escenarios de la violencia”.
FOTO 3
Martha Laura Tapia Campos, docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, aseveró que la violencia se extiende por la sociedad tomando formas inéditas, al participar en el Ciclo de Mesas Redondas “Los escenarios de la violencia”.