15:00 hrs. Junio 24 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-495

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

SE DESMANTELA EL PRESIDENCIALISMO EN MÉXICO

 

·        El país no tiene las condiciones sociopolíticas básicas para lograr  un cambio hacia un sistema de orden parlamentario o mixto, aseguró el académico Carlos Quintana Roldán

·        La no reelección absoluta debe permanecer inalterable en el país, dijo

 

México transita hacia el desmantelamiento del presidencialismo, para ubicar en su dimensión real y jurídica al Poder Ejecutivo Federal, luego de largas décadas de un ejercicio extremo y sin recato, afirmó el catedrático de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, Carlos Quintana Roldán, quien advirtió que el principio de no reelección absoluta debe permanecer inalterable en el país.

 

Al dictar la conferencia “Poder Ejecutivo” en la FD, Quintana Roldán consideró necesario reestructurar un sistema presidencial equilibrado, operante y funcional, con fuertes controles jurídicos del Legislativo y del Judicial en sus respectivos apartados de competencias legales.

 

En el marco del ciclo La división de Poderes en el Estado Mexicano, el profesor explicó que un sistema presidencial –ya no presidencialismo– se debe caracterizar, sobre todo, por el absoluto respeto a la  ley.

 

En dicho sistema, abundó, el titular del Ejecutivo debe ser ejemplo de apego al Derecho, por lo que no deberá invadir o sobreponerse a las competencias de otros órganos de Estado, o de otros Poderes.

 

En torno a la serie de propuestas surgidas para la instauración en México de un sistema de orden parlamentario o mixto para finiquitar el presidencialismo que caracterizó al sistema político, el doctor en Derecho Constitucional y Administrativo sentenció que el país no tiene las condiciones sociopolíticas básicas para lograr de manera positiva este cambio.

 

Explicó que México cuenta con una escasa cultura política parlamentaria, que no serviría de soporte a un cambio tan drástico en  las instituciones políticas mexicanas. “Un cambio de 180 grados, de un presidencialismo desbordante hacia un parlamentarismo, sería hasta traumático para el mundo político e institucional de la Nación”, advirtió.

 

Sin embargo, propuso la ratificación por parte del Senado de la República de algunos secretarios de despacho cuyas tareas son estratégicas para el país. Entre ellos, mencionó a los titulares de las secretarías de Relaciones Exteriores, Hacienda, Seguridad Pública, Defensa Nacional, Marina y Desarrollo Social, así como los directores de Pemex y el Seguro Social.

 

En lo relativo a la sustitución presidencial y su complicada reglamentación en la Constitución actual, el jurista se pronunció por un mecanismo de control automático, como la instauración de la figura del vicepresidente u otra de sustitución per se, por algún secretario  de Despacho, como el de Gobernación, por ejemplo.

 

De esta manera, dijo, se podrían evitar graves conflictos políticos y hasta enfrentamientos violentos entre los diversos sectores nacionales.

 

En situaciones políticas como las que actualmente vive el país, e inclusive en circunstancias futuras de mayor atomización de las fuerzas políticas nacionales, sería francamente complicada la designación por el Congreso, o en su caso por la Comisión Permanente, de un Presidente interino, provisional o sustituto, según fuere el caso, opinó.

 

 

El especialista indicó que las importantes facultades que corresponden  al Poder Ejecutivo, tanto como Jefe de Estado, como jefe de Gobierno, dan nota de la enorme trascendencia jurídica, política y social de su actividad. Por ello, el Presidente tiene, sin lugar a dudas, el principal  espacio político de la Nación y su presencia diaria en los temas noticiosos es indispensable.

 

Sin embargo, explicó, a su amplia gama de facultades y atribuciones estrictamente legales se le adicionan otras, llamadas “meta constitucionales” –es decir, más allá de la ley–, y todo ello fue otorgando al Presidente de la República un  papel  central en los diversos  órdenes político, económico y social, surgiendo el fenómeno del “presidencialismo”, entendido como una preponderancia real del Ejecutivo sobre los otros poderes: Legislativo y Judicial.

 

En general, vivíamos la figura de un Presidente con poder avasallador sobre la sociedad en su conjunto, y sobre todos sus órdenes y sectores, agregó.

 

México, apuntó, durante largas décadas fue el ejemplo típico, y a la vez folclórico, de un presidencialismo extremo y sin recato. Sin embargo, aseguró, “esta situación se encuentra en franco cambio,  gracias al equilibrio que la nueva configuración de fuerzas políticas le está dando a la Nación, especialmente, en lo referente al Poder Legislativo y debido también, a la seriedad actual de la Suprema Corte  y demás integrantes del Poder Judicial.”

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

El académico Carlos F. Quintana Roldán  dictó la conferencia  “Poder Ejecutivo” en la Facultad de Derecho de la UNAM “, donde explicó  que estamos transitando al desmantelamiento del presidencialismo.

 

FOTO 2

Un sistema presidencial, que ya no presidencialismo, se debe caracterizar sobre todo por el absoluto respeto a la ley, indicó el profesor de la Facultad de Derecho, Carlos Quintana Roldán, al dictar la conferencia  “El Poder Ejecutivo”.