Boletín UNAM-DGCS-457
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
EGRESADOS DE LA UNAM COLABORAN EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA SALA DE TRATAMIENTO RADIOLÓGICO DEL INNN
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Esta obra constituye un área de aplicación
de la ingeniería civil en el terreno de la radioactividad
·
En la construcción del bunker, los
universitarios trabajaron con un equipo internacional
Leopoldo Gómez y
Ricardo García, ingenieros civiles egresados de la UNAM, colaboraron en el
diseño y construcción de la nueva sala de tratamiento, y de las áreas de preparación
y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN)
“Manuel Velasco Suárez”, unidad de radioneurocirugía, que se encuentra entre
las más modernas del mundo.
En esta obra,
Leopoldo Gómez fungió como superintendente y Ricardo García como segundo
coordinador, y aunque la medicina es uno de los campos más conocidos en el uso
de la radiactividad, se complementa con disciplinas como la ingeniería.
Este espacio, en
donde se realizan cirugías cerebrales con el uso únicamente de un haz de
fotones, se edificó con el propósito de que los niveles de radiación emitidos
se apeguen a lo establecido por la Ley Reglamentaria del Artículo 27
Constitucional en Materia Nuclear, el Reglamento General de Seguridad
Radiológica, y la Ley de Responsabilidad Civil por Daños Nucleares, destacó
Ricardo García Zamudio, responsable de la Sección de Obras de Construcción para
Áreas Hospitalarias del INNN.
Se trata, dijo, de
una obra cuyo grado de ingeniería es complicado, por ser una disciplina de
nueva aplicación, y porque todavía no existen en México constructoras para
realizarla. Por ello, señaló, fue necesario “tomar capacitación en el Instituto
sobre energía nuclear, pues a pesar de ser un área propia para físicos y
médicos nucleares, se consideró necesario que debíamos tener conocimientos en
ese campo”.
El adiestramiento
fue importante porque en la construcción del bunker “trabajamos con físicos
alemanes, electromecánicos estadounidenses, un supervisor francés, un brasileño
del área de redes y sistemas, y con un español que instaló la puerta de
seguridad”, indicó García Zamudio.
En el bunker o sala
de tratamiento, abundó, la ingeniería civil intervino desde el proyecto para
alojar el equipo médico radioactivo, mediante mecánica de suelos y la realización
de cálculos y memorias estructurales; además se buscó realizar una construcción
capaz de contener las emisiones de radiación hacia el exterior.
Leopoldo Gómez
Chávez, evaluador de concursos de obra de la Dirección General de Obras
Públicas, precisó que después de un estudio minucioso decidieron levantar
barreras primarias y secundarias de concreto baritado, cuyo espesor oscilaría
entre los 80 cm y un metro y medio. Este material atenúa la radiación antes de
salir a la superficie.
La construcción del
bunker, desde la etapa del diseño hasta la construcción, se realizó en un
periodo de 10 meses, lapso en el que se hicieron pruebas de calidad con los
materiales utilizados, como el concreto baritado y el acero.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Leopoldo Gómez y
Ricardo García, ingenieros civiles egresados de la UNAM, colaboraron en el
diseño y construcción de la nueva sala de tratamiento, y de las áreas de
preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
“Manuel Velasco Suárez”.
Foto 2
Ricardo García,
ingenieros civiles egresados de la UNAM, destacó que la sala de tratamiento y
las áreas de preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y
Neurocirugía son obras cuyo grado de ingeniería es complicado.
Foto 3
La sala de tratamiento y las áreas de preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía representan un área de aplicación de la ingeniería civil en el terreno de la radioactividad, indicó Leopoldo Gómez, egresados de la UNAM, quien participó en el diseño y construcción de esas obras.