06:00 hrs. Junio 14 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-457

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

EGRESADOS DE LA UNAM COLABORAN EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA SALA DE TRATAMIENTO RADIOLÓGICO DEL INNN

 

·        Esta obra constituye un área de aplicación de la ingeniería civil en el terreno de la radioactividad

·        En la construcción del bunker, los universitarios trabajaron con un equipo internacional

 

Leopoldo Gómez y Ricardo García, ingenieros civiles egresados de la UNAM, colaboraron en el diseño y construcción de la nueva sala de tratamiento, y de las áreas de preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) “Manuel Velasco Suárez”, unidad de radioneurocirugía, que se encuentra entre las más modernas del mundo.

 

En esta obra, Leopoldo Gómez fungió como superintendente y Ricardo García como segundo coordinador, y aunque la medicina es uno de los campos más conocidos en el uso de la radiactividad, se complementa con disciplinas como la ingeniería.

 

Este espacio, en donde se realizan cirugías cerebrales con el uso únicamente de un haz de fotones, se edificó con el propósito de que los niveles de radiación emitidos se apeguen a lo establecido por la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear, el Reglamento General de Seguridad Radiológica, y la Ley de Responsabilidad Civil por Daños Nucleares, destacó Ricardo García Zamudio, responsable de la Sección de Obras de Construcción para Áreas Hospitalarias del INNN.

 

Se trata, dijo, de una obra cuyo grado de ingeniería es complicado, por ser una disciplina de nueva aplicación, y porque todavía no existen en México constructoras para realizarla. Por ello, señaló, fue necesario “tomar capacitación en el Instituto sobre energía nuclear, pues a pesar de ser un área propia para físicos y médicos nucleares, se consideró necesario que debíamos tener conocimientos en ese campo”.

 

El adiestramiento fue importante porque en la construcción del bunker “trabajamos con físicos alemanes, electromecánicos estadounidenses, un supervisor francés, un brasileño del área de redes y sistemas, y con un español que instaló la puerta de seguridad”, indicó García Zamudio.

 

En el bunker o sala de tratamiento, abundó, la ingeniería civil intervino desde el proyecto para alojar el equipo médico radioactivo, mediante mecánica de suelos y la realización de cálculos y memorias estructurales; además se buscó realizar una construcción capaz de contener las emisiones de radiación hacia el exterior.

 

Leopoldo Gómez Chávez, evaluador de concursos de obra de la Dirección General de Obras Públicas, precisó que después de un estudio minucioso decidieron levantar barreras primarias y secundarias de concreto baritado, cuyo espesor oscilaría entre los 80 cm y un metro y medio. Este material atenúa la radiación antes de salir a la superficie.

 

La construcción del bunker, desde la etapa del diseño hasta la construcción, se realizó en un periodo de 10 meses, lapso en el que se hicieron pruebas de calidad con los materiales utilizados, como el concreto baritado y el acero.

 

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

Leopoldo Gómez y Ricardo García, ingenieros civiles egresados de la UNAM, colaboraron en el diseño y construcción de la nueva sala de tratamiento, y de las áreas de preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”.

 

Foto 2

Ricardo García, ingenieros civiles egresados de la UNAM, destacó que la sala de tratamiento y las áreas de preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía son obras cuyo grado de ingeniería es complicado.

 

Foto 3

La sala de tratamiento y las áreas de preparación y diagnóstico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía representan un área de aplicación de la ingeniería civil en el terreno de la radioactividad, indicó Leopoldo Gómez, egresados de la UNAM, quien participó en el diseño y construcción de esas obras.