13:30 hrs. Junio 12 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-452

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

SOCIEDAD Y GOBIERNO DEBEN TRABAJAR EN LA DEFENSA Y FORTALECIMIENTO DEL PATRIMONIO CULTURAL: MARÍA DE LOS ÁNGELES MORENO

 

·        Para ello, es necesario promover acciones que integren y fortalezcan nuestro arraigo y soberanía, señaló la asambleísta

·        En la Facultad de Derecho consideró que sin educación no hay posibilidad de desarrollo, y sin cultura no hay identidad

 

En la defensa, fortalecimiento y proyección de nuestra identidad y patrimonio cultural es necesario que gobierno y sociedad trabajen conjuntamente, para enfrentar de mejor manera la “competencia desleal” de los países desarrollados y sus empresas, los cuales, con todos los medios tecnológicos y financieros, nos inundan con sus productos, valores y formas de concebir la vida en lo individual y colectivo, afirmó María de los Ángeles Moreno.

 

La diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aseguró que no se trata de cerrarnos, ni pretender ser “una isla” o ignorar la globalización y sus efectos, sino prepararnos desde el punto de vista intelectual, moral y de conocimiento para poder intercambiar, proteger y enorgullecernos “de lo mejor de lo nuestro”.

 

En la conferencia Defensa del patrimonio cultural ante los efectos de la globalización, que impartió en el Aula Magna Jacinto Pallares de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, Moreno Uriegas afirmó que los bienes culturales no deben desaparecer en la uniformidad que pretende olvidar y esfumar lo distinto, ni reducirse a mercancía para masas; antes bien, es necesario promover acciones que integren y fortalezcan nuestro arraigo y soberanía cultural.

 

En presencia del director de la FD, Fernando Serrano Migallón, expuso que los poderes Legislativo y Ejecutivo son responsables de crear las condiciones para la difusión de la cultura, así como construir ambientes y espacios propicios donde florezcan estas manifestaciones.

 

Recordó que cultura y educación son los ejes fundamentales en el avance de cualquier país, por lo que fomentarlas contribuye a su consolidación. “Sin educación no hay posibilidad de desarrollo, sin cultura no hay identidad”.

 

Se requiere adoptar una política general que atribuya al patrimonio cultural una función en la vida colectiva e integre la protección del mismo en los programas de planeación general, hecho que debe reflejarse en un presupuesto sistemático para atender dicho asunto.

 

La legisladora dijo que el patrimonio se considera sujeto a  un régimen de derecho y su conservación se encuadra en la protección del medio ambiente y de los valores culturales, ambos conceptos enmarcados en los derechos humanos de tercera generación.

 

Sin embargo, reconoció, los órganos legislativos no sólo en México, sino en el mundo, se encuentran en una fase de aprendizaje sobre cómo normar esta materia.

 

A pesar de ello, se trata de un asunto apremiante, porque estamos ante una acelerada reestructuración de la economía y de un reordenamiento político mundial. Además, las diversas sociedades están afectadas por los ritmos intensos de la revolución científico-tecnológica, elementos que reconfiguran la economía, la sociedad y la cultura.

 

La globalización, opinó, es la interacción de todos los países, empresas y consumidores, y a la vez, un proceso segmentado y desigual porque si bien unifica e interconecta, también excluye y dispersa. “Todo nuevo producto de una empresa mundial, ‘coloniza’ un territorio cultural, influye sobre costumbres, hábitos y valores, y con frecuencia inicia una cadena de nuevos lenguajes”.

 

Ante este panorama, abundó, es preciso establecer una identificación clara y amplia de los valores, ideas, tradiciones y lugares que forman parte de nuestro patrimonio, para abordar políticas públicas para su cuidado y difusión, de modo que se cree una conciencia colectiva, ciudadana, de defensa de una herencia colectiva.

 

Propuso que se estructure un nuevo marco normativo, adecuado a la realidad de interdependencia. Hasta tiempos recientes, no había en nuestra ciudad un marco jurídico que abordara con visión integradora la problemática de la cultura, los bienes culturales y el paisaje urbano, y aún menos a la luz de la globalización.

 

En la Asamblea Legislativa se promovieron dos instrumentos legales: las leyes de Fomento Cultural para el Distrito Federal (aprobada y en vías de ser publicada) y de Paisaje Urbano (cuya iniciativa ya fue presentada) para favorecer la defensa de valores culturales y promover una mayor identidad de los citadinos con su entorno.

 

La primera ley plantea preservar y difundir nuestro patrimonio, así como vincular el desarrollo cultural al educativo, social y económico. Se reconoce que su preservación y promoción corresponde a las autoridades, instituciones públicas y privadas, y en general, a los habitantes de la urbe.

 

Se pretende que el fomento y desarrollo cultural atienda principios tales como el rechazo a cualquier acto discriminatorio, el reconocimiento y respeto a la diversidad e identidad, al garantizar la conservación de tradiciones, así como la distribución equitativa, plural y popular, para que las actividades de ese tipo lleguen a toda la población.

 

En abril se presentó la iniciativa de la Ley de Paisaje Urbano, que responde a la desaparición de áreas verdes, el deterioro de las pocas zonas boscosas y lacustres, la invasión de reservas y la afectación de edificios, colonias y calles tradicionales e históricas, así como el uso indiscriminado de publicidad y una disposición inadecuada de residuos, lo cual deteriora y resta belleza a la metrópoli.

 

 

 

Actualmente, nuestro país no cuenta con un marco normativo ex profeso sobre el tema, sin embargo, existen diversos ordenamientos que protegen y regulan aspectos relacionados con el patrimonio cultural. Por ejemplo, existen las leyes federales sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas y de Asentamientos Humanos, y en la esfera local las de Protección Ecológica, de Desarrollo Urbano, de Planeación, y de Salvaguarda del Patrimonio.

 

La iniciativa entiende al paisaje urbano como el ámbito de las construcciones, instalaciones y elementos naturales, públicos o privados, es decir, va más allá de lo histórico y artístico. Es resultado de la acción del ser humano sobre el medio natural y contiene valores históricos, estéticos y sociales, que constituyen un patrimonio común y un recurso económico.

 

El proyecto, precisó María de los Ángeles Moreno, busca que los ciudadanos, usuarios y visitantes convivan en un espacio con dimensión humana, en donde la seguridad, limpieza, confort, las manifestaciones culturales y la preservación de los valores sean un derecho normado y exigible.

 

Se trata de que todos gocemos de un entorno armónico, por lo que se propone una ciudad libre de contaminación visual mediante el reordenamiento de la publicidad exterior, que deberá cumplir con reglas claras en materia de ubicación, seguridad, saturación y tamaño, entre otras medidas.

 

Pero los instrumentos jurídicos son una parte de las acciones para preservar nuestra identidad. Sería importante elevar a rango constitucional la protección y preservación del patrimonio, y actualizar los planes de estudio en todos los niveles educativos para contribuir a la formación de una cultura de la conservación, finalizó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

Gobierno y sociedad deben trabajar conjuntamente en la defensa, fortalecimiento y proyección de nuestra identidad y patrimonio cultural, señaló María de los Ángeles Moreno, durante la conferencia Defensa del patrimonio cultural ante los efectos de la globalización, que impartió en la Facultad de Derecho de la UNAM.

 

 

FOTO 2

María de los Ángeles Moreno, diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, dijo en la Facultad de Derecho de la UNAM que es necesario promover acciones que integren y fortalezcan nuestro arraigo y soberanía cultural.