06:00 hrs. Mayo 23 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-399

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

REQUIERE NUEVOS CAMINOS LA INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA: JULIO SOTELO

 

·        El director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía dijo que las relaciones complejas entre los sistemas del cuerpo humano “necesitan acciones integradoras y no excluyentes”

·        Mediante la psico-neuro-inmunología se pretende comprender fenómenos como el estrés, la ansiedad, la depresión y la violencia

·        Dictó la conferencia Psiconeuroinmunología, organizada por el Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS)

 

La investigación biomédica debe abrir nuevos caminos que integren conocimientos de áreas especializadas, y trabajar en equipo con ellas, para adquirir enfoques innovadores, aseguró Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN).

 

Al dictar la conferencia Psiconeuroinmunología, organizada por el Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), el destacado investigador reconoció que con el reduccionismo o la alta especialización de la ciencia, se generará información de enorme valor.

 

Eso permitirá conocer las raíces de los fenómenos y separarlas en conceptos bioquímicos, fisiológicos o  moleculares. Sin embargo, las relaciones complejas entre varios sistemas del cuerpo humano “necesitan acciones integradoras y no excluyentes”, recalcó.

 

“Sólo sumando el conocimiento de múltiples especialidades se consolidó la investigación biomédica en el mundo. Más allá de la cardiología, pediatría o neurología, surgieron subespecializaciones como epilepsia mioclónica juvenil en caucásicos. Se profundizó el conocimiento en un área, pero se olvidó el contexto general”, enfatizó.

 

De ese modo, se generó un desasosiego relativo al entendimiento de los fenómenos no lineales, “extraordinariamente complejos, que no dependen de una molécula, gen, receptor u hormona, sino de una fenomenología integral, donde participan en forma desigual diversos factores”, añadió.

 

Julio Sotelo afirmó al respecto que los investigadores en México son “extraordinarios, pero no constituyen una comunidad numerosa”. Se debe generar una escuela de pensamiento que permita enfocar estos problemas y tratar de resolverlos con audacia y cooperación, opinó el también ex presidente de la Academia Nacional de Medicina.

 

En el Auditorio “Nabor Carrillo” de la Coordinación de la Investigación Científica, Sotelo expuso que el mejor ejemplo de los sistemas complejos es el pensamiento, fenómeno sofisticado de la mente humana, irreproducible e irrepetible, único en cada uno de los siete mil millones de individuos que habitan el planeta, que se destruye con la muerte del sujeto y por su complejidad sólo existen hipótesis para tratar de entenderlo.

 

El sistema nervioso, junto con el inmune, confiere identidad, prosiguió el científico. El primero “se encarga de hacernos entes únicos e irrepetibles; si fuéramos 100 mil millones de seres humanos, seguiríamos siendo únicos. Jamás la historia produjo un mecanismo biológico como el cerebro humano; es el más sofisticado de la naturaleza”, sentenció.

 

Agregó que los procesos mentales constituyen una relevante marca de identidad, y es la psico-neuro-inmunología –especialidad que integra inmunología y neurología- quien intenta comprender fenómenos complejos como el estrés, la ansiedad, la depresión, la violencia y, en general, los grandes temas de la medicina moderna.

 

 

Hasta el momento, aseguró, no hay gen, molécula, receptor, anticuerpo o sustancia bioquímica que, por sí sola, explique el entendimiento o posibilite la cura contra las adicciones o la violencia, enfermedades contemporáneas en aumento.

 

Julio Sotelo indicó que los sistemas nervioso e inmune de los mamíferos, son los más complejos que existen en la naturaleza. Empero, algunas de sus peculiaridades son sorprendentes y parcialmente entendidas. En ninguno de los dos casos el desempeño es heredado.

 

Explicó que los mamíferos recién nacidos tienen un cerebro “virgen” y su funcionamiento mental se construirá con base en las experiencias, influencias sociales y familiares, entre otros factores. Lo mismo ocurre con el sistema inmune, que se extiende con el tiempo. Ningún otro sistema corporal aprende por costumbre, sino que están determinados por genética.

 

Los dos desarrollan “memoria” para su funcionamiento. Para pensar y crear se necesita de una base de evocaciones provenientes de experiencias, que determinan la sobrevivencia del individuo.

 

El investigador expuso que el sistema nervioso humano contiene 11 mil millones de neuronas. “Cada neurona es diferente del resto de acuerdo con su localización y asociación fisiológica, y cada una está conectada con otras siete mil en promedio. En conjunto, generan el proceso mental de cada individuo,” reveló.

 

En tanto, la información del sistema inmune está formada por un  número mayor de células, repartidas en todo el cuerpo, y se desarrollan en cada persona dependiendo de la experiencia individual.

 

Ambos sistemas tienen la capacidad de recibir información –mediante los sentidos o los linfocitos, respectivamente-, procesarla y emitir respuesta –a través de actividad muscular compleja, del lenguaje, o mediante 40 mil combinaciones de anticuerpos, por ejemplo–. Sin embargo, hasta el momento no se tiene una explicación integral de este proceso.

 

 

El fenómeno de recepción y transmisión de señales que caracteriza a los dos sistemas, es único en la biología. Entre dichas señales se encuentran las enviadas por los sentidos. El gusto, por ejemplo, ha desplegado una sofisticación extraordinaria.

 

Julio Sotelo manifestó que un hecho sorprendente y aún más complicado es que, al parecer, la mayor energía utilizada por el cerebro es para inhibir información y no excitarse. Es decir, la información  que guarda el cerebro está inhibida o latente. Son datos inútiles que forman un cuadro histórico y que puede evocarlos en cualquier momento. Sobre este funcionamiento no se tiene aún explicación.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, aseguró que con el reduccionismo o la alta especialización de la ciencia se generará información de enorme valor, lo que permitirá conocer las raíces de los fenómenos y separarlas en conceptos bioquímicos, fisiológicos o  moleculares.

 

FOTO 2

El mejor ejemplo de los sistemas complejos es el pensamiento, fenómeno sofisticado de la mente humana, irreproducible e irrepetible, único en cada uno de los siete mil millones de individuos que habitan el planeta, reconoció el director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, Julio Sotelo.