06:00 hrs. Mayo 11 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-354

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

PRECARIA SITUACIÓN DE  MEXICANAS EN PRISIÓN

 

·        Rechazo social, consecuencia de la reclusión penitenciaria de las mujeres

·        Son el 5 % de la población penitenciaria en el país

·        Malos tratos, alimentación deficiente y desinterés en proporcionar opciones de trabajo digno para la reclusas

 

La mujer en reclusión sufre más que el hombre, porque además del encierro físico, se enfrenta a mayor rechazo de la sociedad durante y después de estar encarcelada; padece la separación de los hijos, que en la mayoría de los casos, la desprecian por su condición de interna, aseguró Beatriz de la Vega Llamosa, corresponsable del Programa Interno de Equidad y Género en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

 

La funcionaria, quien participó en la videoconferencia “La situación de la mujer dentro del sistema penitenciario”, efectuada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, afirmó que el aumento en el número de delitos cometidos por el género femenino ha tomado al Estado por sorpresa, pues no cuenta con la infraestructura adecuada para atender en prisión a este sector, cuya situación es más precaria que la de los varones.

 

A pesar de este incremento, señaló, en México es poco significativo el número de mujeres en reclusión en comparación con el de   hombres; esto ha evidenciado situaciones de desequilibrio, desigualdad y discriminación en contra de esta población, pues del total de los 173 mil 875 internos que conforman la población penitenciaria, 165 mil 918 (95 %) son hombres, y 7 mil 957 (5 %), mujeres.

 

Explicó que la mayor parte del sector penitenciario femenino está conformado por indígenas que no hablan español, lo que dificulta que puedan expresar su problemática; le siguen las enfermas mentales, senectas,  discapacitadas y por último las extranjeras a quienes se les complica integrarse con las demás internas por su idioma o color.

 

En cuanto a la situación jurídica por sexo, añadió De la Vega Llamosa, la mujer en prisión enfrenta una situación grave, ya que las sentencias por delitos cometidos también por varones, tienden a aplicarse con la máxima penalidad, debido a patrones socioculturales que le atribuyen a la mujer sumisión, abnegación y obediencia.

 

También informó que de las 7 mil 957 mujeres recluidas, el 49 % están procesadas por delitos del fuero federal; mientras que el 51 % restante lo están por delitos del fuero común; de igual forma los delitos que más cometen las mujeres son los relacionados contra la salud, con la propiedad, el homicidio, las lesiones, el robo de infantes y el secuestro.

 

Sobre los centros penitenciarios, señaló que en la República Mexicana existen 447, los cuales son administrados y legislados por las entidades federativas estatales, el gobierno federal o el Gobierno del Distrito Federal. Del total de estos penales 238 (53 %) son para mujeres y varones, 197 (44 %) sólo para hombres, y 12 (3 %) son mixtos.

 

De acuerdo a Beatriz de la Vega, el que existan pocas cárceles para mujeres se debe a que no constituyen un número importante de internas, y las autoridades prefieren construir grandes y modernas prisiones para varones.

 

En cuanto a las condiciones de las internas, indicó que en el país existen presidios sobrepoblados; entre ellos el Cereso Femenil de Tapachula, el cual tiene una capacidad de internamiento de 64 reclusas; sin embargo hay 122, es decir, hay una sobrepoblación de 58 presas.

 

 

 

Otro centro que presenta el mismo problema, continuó, es el Reclusorio Preventivo Femenil Oriente, localizado en el Distrito Federal, con capacidad para 152 mujeres, y donde se encuentran recluidas 447 internas, lo que significa una sobrepoblación de 295 mujeres. 

 

En relación al nivel de estudio de las internas, apuntó que el 70 % tiene como nivel máximo la primaria, y dentro de este porcentaje, 20 % son analfabetas, en su mayoría de origen indígena; el 30 % restante tiene algún grado de secundaria, algunas cursaron la preparatoria o carrera técnica, y aproximadamente 20 prisioneras en todo el país tienen una carrera profesional.

 

Beatriz de la Vega manifestó que a pesar de que en los últimos 30 años las mujeres mexicanas han avanzado en el ámbito económico, familiar e individual, aún persisten desigualdades sociales reflejadas en los centros penitenciarios femeniles, cuyo modelo de operación está orientado a cubrir las necesidades masculinas.

 

Asimismo, señaló la funcionaria, es evidente que la vida en reclusión de la mujer está  plagada de malos tratos, alimentación deficiente, inadecuada atención médica, y un desinterés por proporcionarle opciones de trabajo digno con el que pueda mantenerse.

 

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

La mujer en reclusión sufre más que el hombre, aseguró Beatriz de la Vega Llamosa, corresponsable del Programa Interno de Equidad y Género en la Secretaría de Seguridad Pública, durante la videoconferencia “La situación de la mujer dentro del sistema penitenciario”, efectuada en la FCPyS de la UNAM.

 

Foto 2

 

Las mujeres representan el 5 % de la población penitenciaria en el país, señaló Beatriz de la Vega, corresponsable del Programa Interno de Equidad y Género de la Secretaría de Seguridad Pública, al participar en la videoconferencia “La situación de la mujer dentro del sistema penitenciario”, realizada en la FCPyS de la UNAM.