Boletín UNAM-DGCS-350
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
LA SEQUÍA, CAUSA DEL RETRASO DE MÉXICO EN LA ENTREGA DE AGUA A ESTADOS UNIDOS
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Nuestro país ha cumplido con las
reclamaciones del gobierno norteamericano al entregarle un 10 % del líquido
demandado
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México no ha aportado mayores cantidades
debido a la sequía sufrida en los últimos 10 años
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En las presas Amistad y Falcón la
disminución de agua ha sido de 94 %, es decir, tenemos sólo 6% de
almacenamiento
A dos años de negociaciones
diplomáticas entre México y Estados Unidos con relación a la entrega de agua en
la frontera, nuestro país ha cumplido con las reclamaciones del gobierno
norteamericano al entregarle un 10% del líquido demandado, señaló el embajador
Alberto Székely.
Manifestó que no se han
aportado mayores cantidades porque
nuestro país no tiene más agua; sin embargo, el logro diplomático ha
sido convencerlos de esta situación con la evidencia presentada por técnicos de
ambas naciones, quienes coinciden en que la captación de agua ha disminuido durante
los últimos 10 años debido a la sequía.
Aseguró que aún no se sabe
cuánto tiempo va a extenderse este fenómeno; al que debemos que nuestras
reservas del líquido hayan descendido en las presas mexicanas; es el caso de La
Boquilla cuyo almacenamiento que anteriormente era de 100%, ahora es de 19%. Es
decir, hemos tenido una disminución de 81%.
En las presas internacionales Amistad y
Falcón, que compartimos sobre el Río Bravo, la disminución de agua ha sido de
94%, es decir, tenemos sólo 6% de almacenamiento; con lo cual apenas podemos
surtir de agua potable a las ciudades de la frontera, añadió en la conferencia
“La problemática del Agua entre México y Estados Unidos, perspectivas
actuales”, realizada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de
la UNAM.
Esto se debe, afirmó, a que no se tomaron
las medidas necesarias ante la sequía, y recordó que al final de la
administración del presidente Ernesto Zedillo se había acumulado una deuda de
mil 650 millones de metros cúbicos de agua que deberíamos haber entregado,
sobre todo en la década de los noventa.
Lo que se hizo no fue sólo un
mal uso del agua, sino que además de acabarnos nuestra porción, también nos
acabamos la que correspondía a Estados Unidos. Unilateralmente nos quedamos con
el vital líquido y abrazamos la Doctrina Harmon.
Sobre esa doctrina, el
embajador recordó que el gobierno norteamericano sostuvo la premisa de pleno
derecho sobre su porción de agua, sin tomar en cuenta a su a su vecino. México
peleó precisamente la tesis opuesta –ahora consagrada internacionalmente– que
se refiere al uso equitativo y racional de los recursos de una cuenca
internacional.
Gracias a la coyuntura que se
presentó con la Segunda Guerra Mundial, precisó el diplomático, nuestro país
logró convencer a Estados Unidos de negociar y firmar un tratado sobre las
aguas transfronterizas que existen entre ambas naciones. En 1944 entró en vigor
el Tratado de Aguas, que rige las relaciones de los dos países en esta materia.
Este instrumento
internacional regula la distribución de agua entre ambos y determina que en
caso de que México se vea imposibilitado de cubrir los montos acordados durante
un ciclo de cinco años, el déficit podrá saldarse en el curso del periodo
quinquenal siguiente.
En el tratado de 1944, indicó
Alberto Székely, Estados Unidos se comprometió a cedernos una parte del caudal
del Río Colorado, por la afluente de Baja California; dotación de la que
depende en una buena medida el desarrollo y vida de esa región del país.
A su vez, en dos partes de la
cuenca del Río Bravo, se reparte mutuamente el agua: Estados Unidos nos
suministra del Río Grande en Ciudad Juárez y nosotros, de los tributarios del
Río Bravo.
Sin embargo, destacó que los
problemas para el gobierno mexicano comenzaron en 1992 con la sequía, cuyos
efectos no fueron atendidos con medidas preventivas, como racionalizar el uso
del agua.
Es por ello que México no
considera esta situación como un deuda, ni mucho menos un incumplimiento del
Tratado; si no hemos entregado el agua, es porque no ha habido y han sufrido
igual los usuarios mexicanos que los norteamericanos.
El embajador explicó que el
acuerdo señala que si México no puede entregar a Estados Unidos la cantidad
correspondiente –alrededor de 430 millones de metros cúbicos anuales– en un
ciclo de cinco años, tenemos los siguientes cinco para saldar nuestra cuenta.
El gobierno norteamericano, al
aceptar que México pague un periodo retrasado en otro posterior, reconoce las
condiciones de sequía, porque ese pago postergado solo se permite, según el
Tratado, cuando hay una fenómeno extraordinario de este tipo.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
En la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales, el embajador Alberto Székely mencionó que en las presas
internacionales Amistad y Falcón, sobre el Río Bravo, la disminución del agua
ha sido de 94%.
FOTO 2
El embajador Alberto Székely (al
micrófono) dijo que a dos años de negociaciones entre México y EU con relación
a la entrega de agua en la frontera, nuestro país ha cumplido con las
reclamaciones del gobierno norteamericano al entregarle 10% del líquido
demandado.