11:00 hrs. Mayo 09 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-350

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

LA SEQUÍA, CAUSA DEL RETRASO DE MÉXICO EN LA ENTREGA DE AGUA A ESTADOS UNIDOS

 

·        Nuestro país ha cumplido con las reclamaciones del gobierno norteamericano al entregarle un 10 % del líquido demandado

·        México no ha aportado mayores cantidades debido a la sequía sufrida en los últimos 10 años

·        En las presas Amistad y Falcón la disminución de agua ha sido de 94 %, es decir, tenemos sólo 6% de almacenamiento

 

A dos años de negociaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos con relación a la entrega de agua en la frontera, nuestro país ha cumplido con las reclamaciones del gobierno norteamericano al entregarle un 10% del líquido demandado, señaló el embajador Alberto Székely.

 

Manifestó que no se han aportado mayores cantidades porque  nuestro país no tiene más agua; sin embargo, el logro diplomático ha sido convencerlos de esta situación con la evidencia presentada por técnicos de ambas naciones, quienes coinciden en que la captación de agua ha disminuido durante los últimos 10 años debido a la sequía.

 

Aseguró que aún no se sabe cuánto tiempo va a extenderse este fenómeno; al que debemos que nuestras reservas del líquido hayan descendido en las presas mexicanas; es el caso de La Boquilla cuyo almacenamiento que anteriormente era de 100%, ahora es de 19%. Es decir, hemos tenido una disminución de 81%.

 

En las presas internacionales Amistad y Falcón, que compartimos sobre el Río Bravo, la disminución de agua ha sido de 94%, es decir, tenemos sólo 6% de almacenamiento; con lo cual apenas podemos surtir de agua potable a las ciudades de la frontera, añadió en la conferencia “La problemática del Agua entre México y Estados Unidos, perspectivas actuales”, realizada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Esto se debe, afirmó, a que no se tomaron las medidas necesarias ante la sequía, y recordó que al final de la administración del presidente Ernesto Zedillo se había acumulado una deuda de mil 650 millones de metros cúbicos de agua que deberíamos haber entregado, sobre todo en la década de los noventa.

 

Lo que se hizo no fue sólo un mal uso del agua, sino que además de acabarnos nuestra porción, también nos acabamos la que correspondía a Estados Unidos. Unilateralmente nos quedamos con el vital líquido y abrazamos la Doctrina Harmon.

 

Sobre esa doctrina, el embajador recordó que el gobierno norteamericano sostuvo la premisa de pleno derecho sobre su porción de agua, sin tomar en cuenta a su a su vecino. México peleó precisamente la tesis opuesta –ahora consagrada internacionalmente– que se refiere al uso equitativo y racional de los recursos de una cuenca internacional.

 

Gracias a la coyuntura que se presentó con la Segunda Guerra Mundial, precisó el diplomático, nuestro país logró convencer a Estados Unidos de negociar y firmar un tratado sobre las aguas transfronterizas que existen entre ambas naciones. En 1944 entró en vigor el Tratado de Aguas, que rige las relaciones de los dos países en esta materia.

 

Este instrumento internacional regula la distribución de agua entre ambos y determina que en caso de que México se vea imposibilitado de cubrir los montos acordados durante un ciclo de cinco años, el déficit podrá saldarse en el curso del periodo quinquenal siguiente.

 

En el tratado de 1944, indicó Alberto Székely, Estados Unidos se comprometió a cedernos una parte del caudal del Río Colorado, por la afluente de Baja California; dotación de la que depende en una buena medida el desarrollo y vida de esa región del país.

A su vez, en dos partes de la cuenca del Río Bravo, se reparte mutuamente el agua: Estados Unidos nos suministra del Río Grande en Ciudad Juárez y nosotros, de los tributarios del Río Bravo.

 

Sin embargo, destacó que los problemas para el gobierno mexicano comenzaron en 1992 con la sequía, cuyos efectos no fueron atendidos con medidas preventivas, como racionalizar el uso del agua.

 

Es por ello que México no considera esta situación como un deuda, ni mucho menos un incumplimiento del Tratado; si no hemos entregado el agua, es porque no ha habido y han sufrido igual los usuarios mexicanos que los norteamericanos.

 

El embajador explicó que el acuerdo señala que si México no puede entregar a Estados Unidos la cantidad correspondiente –alrededor de 430 millones de metros cúbicos anuales– en un ciclo de cinco años, tenemos los siguientes cinco para saldar nuestra cuenta.

 

El gobierno norteamericano, al aceptar que México pague un periodo retrasado en otro posterior, reconoce las condiciones de sequía, porque ese pago postergado solo se permite, según el Tratado, cuando hay una fenómeno extraordinario de este tipo.

 

 

---o0o---

 

 

 

 


PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, el embajador Alberto Székely mencionó que en las presas internacionales Amistad y Falcón, sobre el Río Bravo, la disminución del agua ha sido de 94%.

 

FOTO 2

 

El embajador Alberto Székely (al micrófono) dijo que a dos años de negociaciones entre México y EU con relación a la entrega de agua en la frontera, nuestro país ha cumplido con las reclamaciones del gobierno norteamericano al entregarle 10% del líquido demandado.