Boletín UNAM-DGCS-348
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
·
En los últimos años la criminalidad se ha
caracterizado por ser difusa; se integra por varios delincuentes que no se
conocen entre sí, pero participan en la comisión de los mismos delitos
·
El crimen organizado ha contaminado la
procuración y la administración de la justicia, pero también el ejercicio del
poder público y el desempeño de los quehaceres del Estado
·
La Ley Federal Contra la Delincuencia
Organizada no sólo es una ley que establece el tipo del delito, es también un
nuevo sistema penal
El delincuente se
propone cada vez más disfrutar de poder político y económico, situaciones que
puede propiciar el crimen organizado al vincularse con el primero,
corrompiéndolo o ejerciéndolo y con el segundo, al asumirlo, afirmó Sergio
García Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
En términos
aproximados, apuntó, parece ser que el delito es una fuente copiosa de recursos
que se utilizan para multiplicar la delincuencia organizada y para obtener
mayores recursos. Esto ha contaminado la procuración y la administración de la
justicia, pero también el ejercicio del poder público y el desempeño de los
quehaceres del Estado.
En México, dijo, somos
testigos y a veces víctimas de una criminalidad primitiva y evolucionada que
crece cada vez más; en este nuevo mundo, las viejas instituciones están
desconcertadas, han demostrado una y otra vez no ser capaces o no haberlo sido
en el momento justo de entender lo que está sucediendo, de prever lo que podría
pasar y de actuar en consecuencia.
Estas instituciones
perplejas, desconcertadas siguen dando las grandes batallas de la prevención y
de la persecución de los delitos, pero no de manera eficaz; las consecuencias
están a la vista y el cuestionamiento de éstas es inmenso desde distintos
flancos. Esto da como resultado irritación social creciente por no encontrar
salida o solución a estos problemas, manifestó.
En el país, en los últimos años la
criminalidad se ha caracterizado por ser difusa, es decir, se integra por
varios delincuentes que no se conocen entre sí, pero participan en la comisión
de los mismos delitos, con distintos roles, aseguró García Ramírez.
Señaló que la
victimación también ha pasado a ser difusa; ésta se refiere a que el crimen
organizado en general no se propone lastimar a una persona en especial u
obtener determinada ventaja de cierto sujeto; por lo menos el narcotráfico lo
que busca es obtener grandes fortunas y para ello no importa quien es la
víctima.
En la conferencia
magistral La Procuración de Justicia frente a la delincuencia organizada”,
realizada en el “Auditorio Héctor Fix Zamudio” del Instituto, destacó que el
delito ha transcurrido de un fenómeno localizado, acotado con fronteras más o
menos precisas: provincianas, domésticas, nacionales, a una expresión distinta
en el sentido territorial que va mucho más allá de las fronteras. Y esto es
algo que caracteriza a las formas más peligrosas de criminalidad.
Con relación a la
Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, afirmó que ésta no es sólo una
ley que establece el tipo del delito de delincuencia organizada; es también un
nuevo sistema penal; y a diferencia de cualquier otro ordenamiento especial, no
se reduce a disposiciones de carácter típico o de carácter punitivo.
Indicó que ésta
engendra un sistema diferente que tiene que ver con la investigación, el
procesamiento, la sentencia, la ejecución; y con todo aquello relacionado al
sistema penal en su conjunto. Sin embargo, la aplicación de esta Ley o sus
derivaciones han comenzado a infectar la práctica de la persecución del delito,
ya cada vez se sede más en libertades y garantías.
---o0o---
FOTO 1
Sergio García
Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, aseguró que el delito es una fuente copiosa de
recursos que se utilizan para multiplicar la delincuencia organizada y obtener
mayores recursos.
FOTO 2
En los últimos años la criminalidad se ha caracterizado por ser difusa, es decir, se integra por varios delincuentes que no se conocen entre sí, pero participan en la comisión de los mismos delitos, con distintos roles, aseguró el jurista universitario Sergio García Ramírez.