Boletín UNAM-DGCS-346
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
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En el último siglo, la temperatura de la
Ciudad de México aumentó entre 4 y 5 grados centígrados en promedio, como
resultado de la gran urbanización, afirmaron
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Carlos Gay
y Víctor Magaña explicaron las causas de las altas temperaturas
registradas en algunas regiones del país; “El Niño” está por fenecer este año,
dijeron
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Felipe Mota Hernández calificó de
injustificadas las muertes por deshidratación
La onda de calor que afecta a
gran parte del país podría continuar todavía por dos o tres semanas más, cuando
se espera la aparición de las primeras lluvias, por lo que especialistas de la
UNAM recomendaron a la población mayor ingesta de líquidos y proporcionar Vida
Suero Oral a los niños, pues el aumento de la temperatura ambiente incrementa
las pérdidas de agua por piel y pulmón.
En conferencia de prensa, el
director del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Carlos Gay García; el investigador
de esa dependencia universitaria, Víctor Magaña Rueda, y el catedrático de la
Facultad de Medicina y jefe del Servicio de Hidratación Oral del Hospital
Infantil, Felipe Mota Hernández, informaron que el aumento de la temperatura está relacionado con la
contaminación, los cambios en los ecosistemas, la producción industrial, el uso
de hidrocarburos e, incluso, hasta con el crecimiento de las urbes.
En la sede del Centro de Ciencias de la Atmósfera
(CCA) indicaron que el planeta registra
el calentamiento paulatino por efectos de contaminación, lo que
fundamentalmente ha afectado a las zonas urbanas, como por ejemplo el Distrito
Federal, donde en los últimos 100 años la temperatura promedio ha aumentado
entre cuatro y cinco grados centígrados.
En este sentido, demandaron la
toma de conciencia en torno a la importancia de favorecer el desarrollo
sustentable, lo que necesariamente implica el uso racional y cuidado de los
recursos naturales
En este mismo sentido,
indicaron que en los próximos cien años el orbe puede registrar el incremento
en la temperatura de hasta 6 grados, lo que tendría efectos realmente
catastróficos, en principio en las latitudes altas y posteriormente en el resto
del planeta.
El calentamiento de la tierra
en los últimos 100 años no ha llegado a un grado centígrado, pero puede
acrecentarse, lo que traería como consecuencia, entre otros efectos:
derretimiento de casquetes polares y glaciares, aumento en el nivel del mar, y cambios en el ciclo
hidrológico, entre otros, precisaron.
Frente a ello, indicó el
director del CCA, es indispensable el uso racional de recursos en el orbe y
evitar la utilización de gases de efecto invernadero, causantes del cambio
climático.
Agregó que existe seria
preocupación por el cambio climático, por lo que hizo un llamado a que se
canalicen mayores recursos a la
investigación a este tema estratégico, porque en la actualidad los recursos
para esta tarea científica son mínimos y coloca al país en una situación
vulnerable.
El investigador Víctor Magaña
precisó a su vez que la Ciudad de México se ha calentado 4 o 5 grados
centígrados en los últimos 100 años por la combinación del efecto “isla de
calor”, generado por la urbanización y
los cambios mundiales en el medio ambiente. Ante ello, explicó, sobre todo las
personas que habitamos en las grandes ciudades debemos acostumbrarnos a vivir
con temperaturas más elevadas y con un clima de mayor variabilidad.
Señaló que en ese año, en
algunas regiones de México como la Huasteca se registraron 49 grados centígrados
de temperatura, mientras que el año
2002 fue el segundo más caliente de los últimos 150 años, solamente después de
1998.
Precisó que en el país la
inversión en estudios del clima no
llega a los diez millones de dólares y proviene de fondos internacionales, tras
ejemplificar que el fenómeno del “El Niño” causó afectaciones por 2 mil
millones de dólares en el territorio nacional en 1998.
Indicó que en los países
desarrollados como Estados Unidos existen enormes resistencias a disminuir los gases de efecto invernadero, una de las
causas más importantes del cambio climático global, porque les significaría un
enorme esfuerzo económico.
En su oportunidad, el doctor Felipe Mota Hernández
afirmó que la hidratación oral ha
reducido la mortalidad de niños con diarrea en todo el mundo, al pasar de 3.3 millones de fallecimientos anuales en 1990 a 1.5
millones en 1999. En México, afirmó, la
prevalencia pasó de 26 mil en 1984 a 2
mil 500 en 2000, pero todas son injustificadas.
Apuntó que la principal causa
de diarrea es la rápida descomposición de los alimentos con contaminación por
microbios, como efecto de las altas temperaturas. En esta situación, la pérdida
anormal de agua y sales puede llevar
rápidamente a deshidratación, sobre todo en niños, pues su organismo
contiene mayor proporción de agua en comparación con el adulto.
Entre las recomendaciones del
catedrático frente a las altas temperaturas está el consumo de líquidos, la
lactancia materna, el uso de Vida Suero Oral, acompañada de alimentos, así como
agua, caldos y sopas. Al respecto señaló que los refrescos y jugos enlatados no
son adecuados para hidratar.
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Foto1
Carlos Gay,
director del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM y Víctor Magaña
Rueda, investigador de esa dependencia, explicaron que el calor continuará las
próximas dos o tres semanas, hasta la aparición de las lluvias.
Foto 2
Felipe Mota,
catedrático de la Facultad de Medicina; Carlos Gay, director del Centro de
Ciencias de la Atmósfera y Víctor Magaña, investigador de esa última
dependencia, analizaron las causas del aumento de temperatura en los últimos
días en el país.
Foto 3
Felipe Mota,
catedrático de la Facultad de Medicina; Carlos Gay, director del Centro de
Ciencias de la Atmósfera y Víctor Magaña, investigador de ese centro, señalaron
que el aumento de la temperatura de los últimos días está relacionado con el
cambio climático global.