15:00 hrs. Mayo 07 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-343

Ciudad Universitaria

 

 

 

 

PESE A LAS CONDICIONES DEMOCRÁTICAS DE MÉXICO, AÚN HAY ASIGNATURAS PENDIENTES: JOSÉ WOLDENBERG

 

·        El presidente del IFE dijo que es obligatorio retomar los temas postergados por la democracia mexicana, para volverla pertinente y eficaz, menos frágil y vulnerable

·        Sostuvo que un Congreso autónomo del Ejecutivo y una oposición madura hacen imposible que se repitan las viejas prácticas para gobernar

·        Reconoció que el desafío político de México es disminuir fenómenos como el abstencionismo, la despolitización o la apatía

 

Pese a la existencia de condiciones indispensables para que la democracia se reproduzca en México, persisten asignaturas pendientes que no permiten cimentar el Estado de derecho, ni contar con una ciudadanía y una cultura política democrática, afirmó José Woldenberg, consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE),

 

Impartió la conferencia “Lecciones para la Consolidación Democrática”, en el Auditorio “Ius Semper Loquitur” de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, donde además indicó que esas condiciones restan responsabilidades a partidos y medios de comunicación, y retardan la gestión gubernamental.

 

Es obligatorio pensar en los pendientes de la democracia mexicana, advirtió, para hacerla pertinente y eficaz, y menos frágil y vulnerable. “Estamos obligados –dijo- a consolidar las prácticas políticas democráticas recientemente adquiridas, sin dejar de impulsar la modernización del país. Debemos construir un dique al crecimiento de la pobreza, que nos hunden en la injusticia, la irritación y el desánimo”.

 

Añadió que debe construirse un México más equitativo aceptando su complejidad, su diversidad cultural, social y política, la riqueza de su historia, el valor de la tolerancia y el derecho como instrumento para mantener los conflictos en un plano de civilidad.

 

Por ello, apuntó José Woldenberg, es necesario reivindicar a la democracia como único régimen que permite inventar caminos para solucionar los problemas. “Debemos poner en primer plano a la política para gobernar sociedades plurales, sin emplear la violencia innecesaria”, señaló.

 

El presidente del IFE sostuvo que un Congreso autónomo respecto del Poder Ejecutivo y la existencia de una oposición madura, entre otros factores, imposibilitan que se repitan viejas prácticas para gobernar. No se trata sólo de desterrar el autoritarismo, sino de darle eficacia y eficiencia a la acción pública, advirtió.

 

“No podemos imaginarnos al México futuro sin la celebración sistemática, regular y puntual de elecciones, sin ganadores ni perdedores predeterminados o eternos, y no hay un actor político que ponga en duda que los comicios competidos e intensos han llegado para quedarse en nuestro país”, refirió.

 

Reconoció que el desafío político de México es disminuir fenómenos como el abstencionismo, la despolitización o la apatía, dotando de mayor fuerza y credibilidad a los partidos y a las instituciones representativas.

 

Asimismo, deben consolidarse los mecanismos electorales como única forma legítima para elegir al gobierno; perfeccionar las instituciones representativas y los partidos como instrumentos al servicio de la voluntad popular, e impulsar una ciudadanía más informada, educada y dominante como motor y fundamento de nuestra vitalidad democrática.

 

Woldenberg sostuvo que contar con un marco democrático supone emprender diversos ajustes que se traduzcan en la renovación de las prácticas políticas, con el fin de “aceitar” el funcionamiento de las instituciones, mejorar la eficacia del quehacer público y que los actores políticos tengan un desempeño de “mayor calidad”.

 

Afirmó que la democracia en México no es fruto del ideal de un grupo o un partido, ni aparición o producto de un evento aislado, sino de una necesidad, es el resultado de un proceso social imparable de modernización y secularización, condiciones básicas para la convivencia de una comunidad cada vez más plural.

 

Consideró que en las elecciones federales del 6 de julio de 2003, la atención ya no se centrará en si es posible garantizar la limpieza del método electoral, sino en el perfil y la fuerza de los candidatos, en las estrategias de campaña, los programas y las definiciones de los partidos.

 

No importa qué tan intensa y reñida sea la campaña electoral, ni qué tan estrechas sean las diferencias en las votaciones, “el IFE cuenta con todos los recursos para ser un factor de estabilidad y certeza, una autoridad que garantiza condiciones adecuadas de competencia en cada plaza electoral y en cada distrito, y que ofrece resultados oportunos e incuestionables”, reiteró.

 

En su oportunidad, Fernando Serrano Migallón, director de la FD, recordó que una de las características que definen a las universidades públicas como la UNAM, es preocuparse no sólo por la formación académica de sus alumnos.

 

Añadió que el propósito de algunas instituciones de educación superior es formar cuadros para la iniciativa privada, pero una institución como la Universidad Nacional, además de preparar a sus alumnos en el ejercicio adecuado de una profesión, pretende formar ciudadanos comprometidos con las preocupaciones del país y con los anhelos del pueblo mexicano.

 

Serrano Migallón aseveró que el IFE, bajo la presidencia de José Woldenberg, y esta casa de estudios son las dos instituciones con mayor prestigio y credibilidad en la sociedad mexicana.

 

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José Woldenberg, consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE),  sostuvo que contar con un marco democrático supone emprender diversos ajustes que se traduzcan en la renovación de las prácticas políticas, con el fin de “aceitar” el funcionamiento de las instituciones

 

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Pese a la existencia de condiciones indispensables para que la democracia se reproduzca en México, persisten asignaturas pendientes que no permiten cimentar el Estado de Derecho, afirmó José Woldenberg, consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE)

 

Foto 3

 

Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho (FD), señaló que la Universidad Nacional, además de preparar a sus alumnos en el ejercicio adecuado de una profesión, pretende formar ciudadanos comprometidos con las preocupaciones del país y con los anhelos del pueblo mexicano