10:00 hrs. Mayo 06 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-338

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

El 92 POR CIENTO DE LAS MUJERES MEXICANAS OPTAN POR LA MATERNIDAD: CARLOS WELTI

 

·        En una sociedad como la mexicana ser madre es fundamental para alcanzar el reconocimiento social, sostuvo el investigador del IIS

·        Una mujer no puede distinguirse sólo por la función biológica de procrear, consideró Graciela Hierro, directora del PUEG

·        Aunque poseemos la capacidad de engendrar, tenemos la libertad de ejercerla o no, subrayó

·        El comportamiento reproductivo de la población y la nueva masculinidad son temas de investigación en el IIS y el PUEG de la UNAM, respectivamente

·        El origen del festejo a las madres se remonta a la Grecia antigua

 

La maternidad es el rol cultural y biológico más importante para las mujeres en México, según revela Carlos Welti Chanes, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, quien señala que el 92 por ciento de las mujeres mexicanas opta por la maternidad; mientras que un 8 por ciento decide no embarazarse nunca.

 

Para la sociedad mexicana, sostuvo, ser madre es fundamental para tener reconocimiento social, por ello, nueve de cada diez mexicanas en promedio, optan por la concepción.

 

En contraparte, Graciela Hierro, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), consideró que dicho papel es sólo uno de tantos que la mujer tiene en su vida. “Uno no se puede definir por una función biológica; la persona se distingue por sus actividades”, señaló.

En realidad, “no todas las mujeres queremos tener hijos, ni nos definimos como madres y, aunque poseemos la capacidad para procrear, tenemos la libertad para ejercerla o para no hacerlo nunca”, abundó.

 

Al respecto de la figura materna en México, el 10 de mayo constituye para muchos mexicanos una fecha significativa. La celebración de este día –una de las de mayor arraigo entre los mexicanos, junto con la de la Virgen de Guadalupe, “madre de todos los mexicanos”- representa la oportunidad para que mucha gente festeje o recuerde a su madre y demuestre su afecto por diversos medios.

 

El origen del festejo

 

Es preciso señalar que esta celebración no tiene su origen en México, pues se remonta a la Grecia antigua, donde se realizaban una serie de festividades en honor a Rhea, la madre de Júpiter, Neptuno y Plutón.

 

Posteriormente, en la Inglaterra del siglo XVII se empezó a festejar el Domingo para Servir a la Madre, en el cual se honraba a las madres de ese país; incluso se otorgaba un permiso pagado a los criados para visitar a sus madres.

 

La idea de dedicar un día a las madres surgió en Estados Unidos, cuando en 1905 una joven de Philadelphia llamada Ana Jarvis, luego de la muerte de su madre, decidió buscar ayuda para destinar una fecha específica para rendirle tributo a la madre.

 

Así, escribió a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades, solicitando apoyo para celebrar a las madres el segundo domingo de mayo, pues ese día correspondía con el aniversario luctuoso de su mamá.

 

Su propuesta tuvo respuesta y para 1910, este día ya era celebrado en casi todos los estados de Norteamérica. Al ver el éxito de su iniciativa, Jarvis propuso al Congreso de los Estados Unidos presentar un proyecto de ley a favor de la celebración del Día de la Madre en todo el país.

 

En 1914, luego de deliberar y aprobar el proyecto, el presidente Woodrow Wilson firmó la petición que proclamaba como una fiesta nacional que debía ser celebrada el segundo domingo del mes de mayo.

 

El Día de la Madre en México

 

Alrededor de 40 países se sumaron a la celebración; sin embargo, en México este festejo no tuvo un origen sentimental como en Estados Unidos, sino que respondió a intereses comerciales.

 

El 13 de abril de 1922, a instancias del periodista Rafael Alducin y un grupo de comerciantes que querían reactivar la actividad comercial durante el mes de mayo, el diario Excélsior lanzó una convocatoria con el propósito de institucionalizar el Día de la Madre en México. A raíz de ello, el 10 de mayo de ese año se festejó por primera vez a las madres en este país.

 

A partir de entonces, durante el mes de mayo se utiliza la imagen tradicional de la madre para exaltar los sacrificios y renunciaciones que realizan las mujeres en la búsqueda del bienestar de los hijos, sin pensar siquiera en su desarrollo personal.

 

En opinión de Graciela Hierro, esa es la identidad social de género que muchas mujeres, a quienes se les ha inculcado desde muy pequeñas, que su única opción de reconocimiento social es el ser madres. “Cuando nace una mujer, por lo regular se dice: va a ser mamá, se va a casar y será feliz cuidando niños, y eso no es cierto”, afirmó.

 

Esta posición, abundó, es parte de la perspectiva patriarcal que considera que “valemos por nuestro cuerpo, si es atractivo, o por nuestra capacidad de procrear; pero valemos por muchas otras cosas más: porque somos inteligentes, creativas, simpáticas o alegres”, enfatizó.

 

En la actualidad, subrayó la especialista en ética, lo más importante es que las mujeres se eduquen para ser personas independientes, libres y dignas, y que su valor proceda de sus actos.

 

Cuando una mujer se casa, lo hace por amor a su pareja, pero no para atender al hombre, ni buscar ser mantenida. “Quienes se casan para ser mantenidas y tener el trato galante masculino, no han tenido una educación adecuada”, consideró.

 

En ese sentido, ser educada es desarrollar la profesión que se elija y, al mismo tiempo, poseer una ética personal para decidir lo bueno de lo malo. Entonces, “una buena madre es aquella que ha tenido hijos deseados”, puntualizó.

 

La maternidad como forma de reconocimiento social

 

Pese a esta perspectiva de género, el sociólogo Carlos Welti sostuvo que en nuestro país, a pesar de las transformaciones sociales, la maternidad continúa siendo el objetivo fundamental de la población femenina, pues con ella se obtiene el reconocimiento individual.

 

En realidad, añadió el especialista, “no veo un cambio a futuro en esta situación, porque la sociedad mexicana no reconoce los logros femeninos en otros ámbitos; esto es, la perspectiva machista les impide destacar en otras áreas utilizando un mecanismo de reproche social por no cumplir con su papel de procrear”, aseveró.

 

En la actualidad, buena parte de la población femenina ha incrementado la edad para iniciar su historia reproductiva, pues se le presentan mayores oportunidades profesionales. A este respecto, el rol materno se transforma con el grado de escolaridad. “Quienes tienen más estudios postergan el momento para tener hijos; aunque al final la mayoría opte por la maternidad”, añadió.

 

En la medida en que este papel compita con otras opciones dentro del proyecto de vida de la mujer, ésta optará por aplazar el nacimiento de sus hijos

 

Sin embargo, aún persisten fenómenos que ligan la maternidad con el fortalecimiento del matrimonio o la relación de pareja y, en algunos casos, para asegurarse manutención económica, pues los hijos les garantizan sostenimiento en la vejez, reconoció Welti Chanes.

 

“El hecho de quedar embarazada y tener un hijo es una estrategia que aún emplean muchas mujeres para tener o conservar al marido”. Este hecho se observa en mujeres mayores de 30 años, quienes presentan una tendencia a relacionar la maternidad con la unión conyugal, mencionó.

 

El especialista en comportamiento reproductivo de la población, línea de investigación desarrollada en el IIS de la UNAM, destacó que el hecho de embarazar a una mujer representa para el hombre, una posibilidad para manejarla desde el punto de vista afectivo.

 

En términos generales, al varón le merece respeto la figura de su madre, que se convierte en contradicción cuando emplea la maternidad para someter. De igual forma, al tener una figura materna cercana, el hombre le traslada sus responsabilidades domésticas, en el cuidado de los hijos y, en general, en los problemas cotidianos, sostuvo.

 

Las mujeres no deben ser madres de tiempo completo

 

Al respecto, Graciela Hierro destacó que a las mujeres les falta “empoderarse” y considerar valioso su trabajo, no la cantidad de hijos que tienen; deben darse cuenta de que no son objetos sexuales, ni madres de tiempo completo, sino personas libres.

 

Para ello cuentan con diversos métodos anticonceptivos; “somos personas que tenemos nuestra sexualidad en las manos”, subrayó.

 

La especialista aseveró que si una mujer es madre de hijos deseados, ello le representará una gran felicidad, pero si no los ha planeado sentirá una gran frustración y sufrimiento.

 

De hecho, “no todas las mujeres quieren tener hijos, ni se definen como madres, y aunque “tenemos esa maravillosa capacidad de procrear, estamos en posibilidad de ejercerla o no”. Desde el momento en que se separó la sexualidad de la concepción, “podemos tener relaciones sexuales maravillosas y no embarazarnos”, refirió la académica.

 

La especialista afirmó que los padres independientes y libres forman hijos con las mismas características, porque nadie puede dar lo que no tiene, enfatizó la filósofa feminista.

 

Informó que el PUEG desarrolla una línea de investigación sobre la nueva masculinidad. Se trata de aquellos hombres que manejan sus afectos, como llorar si tienen ganas y demostrar sus sentimientos cuando así lo decidan.

 

Para nosotras, puntualizó la catedrática, la nueva paternidad no significa ser padres el fin de semana, sino participar en el cuidado de los hijos todos los días. “La idea es que los hombres compartan con su pareja la aventura de formar a los hijos” enfatizó.

 

 

 

-o0o-

FOTO 1

Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que la maternidad es el rol cultural y biológico más importante para las mujeres de México.

 

FOTO 2

Para alcanzar el reconocimiento social en México, ser madre es fundamental, indicó Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

FOTO 03

La directora del Programa Universitario Estudios de Género de la UNAM, Graciela Hierro, puntualizó que el rol de madre es sólo uno de tantos que la mujer tiene en su vida

 

FOTO 04

Lo más importante es que las mujeres se eduquen para ser personas independientes, libres y dignas y que su valor proceda de sus actos, comentó Graciela Hierro, directora del Programa Universitario Estudios de Género de la UNAM