06:00 hrs. Abril 30 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-322

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

ESPACIADO PERO ABUNDANTE EL  CONSUMO DE ALCOHOL ENTRE LOS JÓVENES EN MÉXICO

 

 

Entre los jóvenes, el patrón de consumo de alcohol en México es esporádico, pero excesivo, es decir, se consume en pocas ocasiones,  pero en grandes cantidades, señaló Alicia Argüelles Guasquet, directora de Servicios a la Comunidad de la Fundación de Investigaciones Sociales A. C. (FISAC).

 

En el Auditorio de la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM, explicó que, en realidad, el consumo de alcohol per capita no es muy alto en nuestro país; el número de alcohólicos es del 4.5% de la población. El problema son los bebedores “fuertes”.

 

El bebedor excesivo o problema es aquella persona que cuando toma con frecuencia llega a la embriaguez, lo cual le provoca dificultades individuales, familiares, escolares, laborales o sociales. Presenta tolerancia al alcohol, por lo que consume más cantidades por ocasión. Sin embargo, aún no ha desarrollado los signos de la dependencia o adicción, aunque fácilmente se involucra en accidentes, riñas o actos de violencia o los ocasiona.

 

Alcohólico, comentó, es quien experimenta incapacidad para abstenerse del alcohol y presentando el síndrome de supresión. Cuando toma la primera copa se le despierta una compulsión física, aunada a una obsesión mental que le impide controlar cuánto beber.

 

Respecto a lo que significa beber con moderación, indicó que es cuando el alcohol no interfiere en la vida personal ni social de los individuos. Quien se conduce de esta forma toma hasta tres copas por ocasión en situaciones sociales, sin llegar a la embriaguez; su objetivo es la convivencia. “Si no hay alcohol, puede disfrutar igual”.

 

Lo cierto, recalcó, es que no hay una forma segura de saber quién desarrollará alcoholismo y quién no; pero sí se sabe que consumir en exceso cuando joven pueden aumentar el riesgo de que suceda. Así, la mayor etapa de riesgo es la secundaria y la preparatoria

 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó, los hombres no deberían tomar más de tres copas por ocasión y las mujeres no más de dos; los adolescentes tendrían que esperar hasta la mayoría de edad. Pero, siendo realistas, esto no sucede así.

 

Peor aún, manifestó Argüelles Guasquet. En México, por ejemplo, estudios sobre el patrón de consumo de dicho sector de la población –el cual se refiere a diversos aspectos de la conducta de beber, incluyendo la cantidad, la frecuencia, los períodos de intoxicación, el contexto en el que se consume y el tipo de bebida– indican que para ellos siete u ocho copas está bien.

 

 

Agregó que en la FISAC, constituida en 1981, utilizan un modelo integral, el cual permite analizar cómo los aspectos del medio ambiente y la cultura interactúan con factores genéticos y psicobiológicos, para determinar el consumo de alcohol en algunos individuos y sus consecuencias.

 

Destacó también que cuentan con el programa de prevención TIPPS (Talleres Interactivos para la Promoción de la Salud), el cual básicamente procura retrasar la edad de inicio en el consumo de bebidas con alcohol.

 

Para enfrentar ese problema, se basan en lo establecido por la OMS, institución que ha hecho las recomendaciones y establecidos los retos siguientes: movilización de la voluntad política para combatirlo; orientar a los jóvenes como agentes de cambio; integrar en la salud, la calidad y armonía en lo social, biológico, psicológico y espiritual, así como enfrentar los riesgos a través del autocuidado de la salud.

 

Todo lo anterior quedó establecido en el Manual TIPPS, que habla de lograr la salud integral de los adolescentes, que sirve de apoyo en los talleres que imparte la FISAC. Entre otras cuestiones, se refiere también a las personas resilientes, es decir, quienes, a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrolla psicológicamente sana y exitosa, afirmó Argüelles Guasquet.

 

Asimismo, se trata el tema de la autoestima, esto es, el recurso psicológico que permite preservar el bienestar físico, emocional y espiritual; y de la asertividad, que es el factor de protección en situaciones en las que  se ejerce el control y la manipulación, favoreciendo la comunicación. “La asertividad –consideró– retroalimenta la autoestima: quien es asertivo defiende sus derechos y se reafirma”.

 

El documento, prosiguió la especialista, fomenta el desarrollo de valores. Es erróneo –dice el Manual– pensar que alguien carece de ellos; sólo existen diferencias en su orden jerárquico, las cuales dependerán de la historia de cada individuo.

 

 

Del tiempo libre se expone: a través de él se obtienen satisfacciones subjetivas, y la única regla es que no existen parámetros precisos para ocuparlo; esto depende de cada individuo y su contexto económico, social y cultural, resaltó Argüelles Guasquet.

 

Tiene, además, un apartado sobre proyecto de vida, el cual da sentido a la existencia humana. Pasa que el adolescente pocas veces mira al futuro, pues tiende a vivir concentrado en el momento actual. Sin embargo, en esta etapa de la vida es cuando surge la necesidad de tomar decisiones para planificar el futuro.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Entre los jóvenes, el patrón de consumo de alcohol en México es esporádico, aseveró Alicia Argüelles Guasquet, directora de FISAC, en el Auditorio de la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM.

 

Foto 2

 

En nuestro país el número de alcohólicos es del 4.5% de la población, destacó la directora de FISAC, Alicia Argüelles Guasquet, quien dictó la ponencia TIPPS. Talleres Interactivos de Programas Preventivos de Salud, en el Auditorio de la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM.