06:00 hrs. Mayo 01 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-317

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

FORTALECER EL SINDICALISMO DEMOCRÁTICO Y LIBRE, RETO DE LA CLASE LABORAL

 

·        La situación del sector obrero revela la vulnerabilidad de la economía mexicana, aseguran especialistas

·        La economía es sostenida por el 20 % de la PEA

·        Investigadores de la UNAM y abogados laboralistas pugnan por fortalecer el sindicalismo democrático y libre

 

Desempleo en aumento, dominio de la economía informal, abaratamiento de la mano de obra, inestabilidad laboral, decadencia del Congreso del Trabajo y desarticulación sindical son los signos distintivos del sector obrero, según opinión de investigadores de la UNAM y abogados del ramo, al referirse a este gremio que pugna por su dignificarción y libertad gremial.

 

Al conmemorarse el Día Internacional del Trabajo, los expertos universitarios en esta materia, Néstor de Buen Lozano, Alfonso Bouzas Ortiz y Marina Chávez Hoyos, advirtieron sobre la decadencia del derecho laboral y aseguran que se transita por una etapa en donde predominan las imposiciones laborales del neoliberalismo.

 

También coincidieron en que los más de 20 años de caída salarial y permanente crecimiento del desempleo en México, indican la vulnerabilidad de la economía, sostenida por el 20 % de la Población Económicamente Activa (PEA), con ingresos que van de uno a dos salarios mínimos.

 

De acuerdo con registros estadísticos oficiales –citados por el maestro en sociología del trabajo, Alfonso Bouzas- hay 40 millones de mexicanos en edad de trabajar. Sin embargo, no más de ocho millones realizan una actividad productiva real; “eso quiere decir que ocho millones, el 20 % de la PEA, sostienen la economía nacional”, reveló.

 

El mercado de trabajo en México se ha deteriorado y es bastante vulnerable, asegura la investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE), Marina Chávez Hoyos. El país necesita crear cada año un millón 200 mil empleos, cifra que ya quedó rezagada. En las mejores épocas -hasta antes de 1995- se creaban en promedio hasta 800 mil plazas al año.

 

La especialista en mercados de trabajo detalló que “desde la década de los 80 la Tasa Neta de Participación Económica (TNPE) -indicador que muestra la presión sobre el mercado laboral- ha quedado prácticamente estancada”, reveló.

 

En 1979 la TNPE en hombres fue de 71.3 % y en el 2000 de 71.5 %. La presión sobre la oferta de trabajo en las mujeres para 1979 fue de 21.5 % y actualmente es de casi 30%; es decir, las mujeres aumentaron su búsqueda de empleo.

 

De acuerdo con registros estadísticos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) –retomados por Marina Chávez Hoyos- 37.5 % de la población urbana ocupada se contrata en el sector servicio; 21.5 % labora en el comercio y en la industria de la transformación se concentra el 20.8 %.

 

La creciente tendencia en la tasa de desempleo desborda al desarrollo nacional. La economía del trabajo tiene una clara tendencia a la baja y a degradar todos sus indicadores, pues hay menor salario, formas disimuladas para incrementar la jornada laboral, mayor desempleo, incrementos del sector informal y de actividades delictivas.

 

De acuerdo con el profesor emérito de la UNAM, Néstor de Buen Lozano, “a partir de la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, el mundo capitalista consideró necesario terminar con el Estado de Bienestar, por lo que las leyes laborales y de seguridad social estorban”, señaló.

 

La productividad y flexibilización unilaterales para sobreexplotar a los trabajadores y precarizar más el empleo, como medios de supuesta mejoría de la competitividad de las empresas, sólo significan la reducción de los derechos de los trabajadores, dijo el abogado laboralista.

 

En ese sentido, Alfonso Bouzas Ortiz, también del IIE y maestro en sociología del trabajo, explicó que la competencia global ha provocado una situación precaria en las condiciones laborales de los obreros, quienes enfrentan una pérdida sistemática de su poder adquisitivo y la fractura de sus sindicatos.

 

“No podrá haber reforma laboral si antes no se posibilita la libertad y la democracia sindical”, advirtió Bouzas Ortiz, quien también se pronunció por el perfeccionamiento de las instituciones que resguardan los derechos laborales y por garantizar la seguridad jurídica de empresarios y trabajadores.

 

Asimismo, demandó el fortalecimiento de la libertad y democracia en los sindicatos, así como el desmantelamiento del sistema corporativo sindical de Estado porque, aseguró, “mientras los sindicatos no regresen a manos de los trabajadores las cosas no van a cambiar”.

 

“Prácticamente los sindicatos pertenecen al líder y no a los trabajadores. Sus derechos son administrados por la dirección sindical como patrimonio propio. Hacer carrera sindical, es algo así como una profesión en vez de un servicio que se le presta al colectivo”, indicó el doctor en derecho.

 

En este contexto, el Profesor Emérito de la Máxima Casa de Estudios, Néstor de Buen, se pronunció por un sindicalismo independiente, democrático y representativo: “Nuestra actual legislación laboral es negativa y hay que reformarla, pero no de la forma como pretende la Secretaría del Trabajo y los empresarios, porque sería una transformación radical, contraria a los intereses de los trabajadores”, expresó.

 

La iniciativa de reforma laboral que se quiere presentar al Poder Legislativo, asegura a los patrones el abaratamiento de la mano de obra vía banco de horas, con la eliminación de los tiempos extra, la contratación a prueba y de forma eventual, además de brindar facilidades para el despido sin indemnizaciones.

 

Para De Buen, la iniciativa representa un atentado en contra de la libertad y democracia en los sindicatos, pues impide el funcionamiento de sus instituciones básicas: “Es muy agresiva para los trabajadores, porque plantea el control total de sus sindicatos, mantiene el corporativismo en plenitud, sostiene la dependencia absoluta al Ejecutivo y tiene la voluntad de servir al empresario”, aseguró.

 

Nestor de Buen, quien es coautor, junto con Carlos de Buen Unna, de una iniciativa de ley de reforma laboral elaborada para el Partido Acción Nacional, realizó también una exposición retrospectiva sobre la Ley Federal del Trabajo (LFT), cuyas reformas constantes han obedecido a decisiones políticas y no para mejora de los obreros.

 

Las actuales reformas se han impuesto la tarea de definir nuevas relaciones laborales en una etapa particularmente difícil, por la elevada tasa de desempleo, el dominio de la economía informal, la decadencia del Congreso del Trabajo como aliado gubernamental, y la clara división en el sector empresarial.

 

Finalmente, De Buen consideró que el capitalismo se declara vencedor de la contienda, y busca imponer sus objetivos de productividad, competitividad y ahorros salariales, superando la vieja pretensión de la justicia social.

 

 

 

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Foto 01

El mercado de trabajo en México se ha deteriorado y es vulnerable, aseguró Marina Chávez Hoyos del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

 

Foto 02

El profesor emérito de la UNAM, Néstor de Buen se pronunció por un sindicalismo más independiente, democrático y representativo.

 

Foto 03

El maestro en sociología del trabajo de la UNAM, Alfonso Bouzas señaló que existen 40 millones de mexicanos en edad de trabajar, pero no más de ocho millones realizan una utilidad productiva real.