06:00 hrs. Abril 27 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-312

Ciudad Universitaria

ESTUDIAN CÓMO MEJORAR LA CALIDAD DE LOS ALIMENTOS

 

·        Es el propósito de la cátedra Propiedades Reológicas y Funcionales en Alimentos, que se lleva a cabo en la FESC

·        Las investigaciones analizan y evalúan las propiedades de éstos, con el fin de buscar y proponer nuevos ingredientes que puedan ser una opción diferente en sabor y textura

·        Sus productos son útiles en la industria alimentaria por ofrecer mayores ventajas económicas, así como facilidad de procesamiento, almacenamiento y transporte.

 

Desarrollar nuevos productos, modificar los ya existentes, incorporar ingredientes para proponer nuevos o mejorar la calidad de alimentos específicos, son los objetivos de la cátedra Propiedades Reológicas y Funcionales en Alimentos, que se lleva a cabo en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC).

 

Laura Patricia Martínez, coordinadora de la carrera en Ingeniería en Alimentos de la FESC, señaló que la optimización del aprovechamiento de los productos alimenticios es otro de los propósitos de esta cátedra, en la cual se realiza investigación fundamental y aplicada respecto a los productos comestibles.

 

Explicó que las actividades se basan en la investigación de dos aspectos esenciales: la funcionalidad en alimentos de polisacáridos, proteínas y lípidos, así como la medición de sus propiedades reológicas y texturales, éstos como medios para evaluar la funcionalidad de ingredientes y su aplicación en el procesamiento de los mismos, tanto para fines de control de calidad como para el desarrollo de productos e ingredientes.

 

Las investigaciones tienen como base a la Reología - estudio del flujo y la deformación de la materia- con el propósito de estudiar las propiedades de los fluidos, como viscosidad, y de sólidos como el módulo elástico necesario en el diseño de equipos sofisticados de procesamiento industrial y de productos nuevos con respuestas mecánicas muy específicas, añadió.

 

La importancia de este tipo de trabajos, dijo, se observa principalmente en la industria alimentaria, dada la necesidad de certificación de productos y procesos, lo cual la obliga a recurrir cada vez con mayor frecuencia a la medición de estas propiedades, así como a comprar equipo y capacitar a su personal en aspectos teóricos y prácticos.

 

Para apoyar estos fines, la académica de la FESC informó que la cátedra hace investigación en cuatro líneas básicas: caracterización reológica y textural de fluidos, sólidos y semisólidos; influencia de las propiedades reológicas y texturales en el procesamiento de alimentos; caracterización reológica de fluidos, semisólidos y sólidos particulados por métodos no convencionales, así como propiedades funcionales de polisacáridos, proteínas y grasas en alimentos.

 

Añadió que para realizar este tipo de estudios la FESC cuenta, desde 1989, con un Laboratorio de Propiedades Reológicas y Funcionales en Alimentos (LaPRyFAl).

 

Señaló que los trabajos de investigación realizados en la cátedra con el apoyo del LaPRyFAl, se basan en analizar y evaluar las propiedades de los alimentos con el fin de buscar y proponer nuevos ingredientes que puedan ser una opción diferente en sabor, consistencia y textura, útiles en la industria alimentaria, por ofrecer a ésta mayores ventajas económicas, así como facilidad de procesamiento, almacenamiento y transporte.

 

Quien también fuera galardonada con la “Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 1998”, expuso que al desarrollar nuevos alimentos agregando polisacáridos, proteínas o lípidos se obtienen sistemas multifásicos complejos, en donde se modifica la estructura global que repercute en las propiedades físicas (reológicas y texturales) de los mismos, debido a la funcionalidad e interacciones de las macromoléculas.

 

Abundó que entre los proyectos realizados en la cátedra se pueden mencionar el estudio del daño mecánico por bombeo del yogur con fruta; el desarrollo de una golosina de tamarindo; el procesamiento de un merengue horneado, utilizando proteínas de trigo después de ser sometidas a un proceso de fermentación; el desarrollo de frituras con harina de papa;  dos alimentos para aves; una palanqueta de cereales y un alimento enlatado, entre los productos más recientes.

 

Frituras con harina de papa

 

La elaboración de frituras con harina de papa, anotó, se desarrolló a partir de pastas, empleando mezclas de harina de trigo-gránulos de papa y harina de maíz-gránulos de papa, listas para freír. Este alimento tipo botana se realizó con el propósito de obtener un alimento sólido (tipo crunch).

 

Para su obtención, indicó, se efectuaron pruebas preliminares a fin de establecer la formulación base, las condiciones de adición de las mezclas, la velocidad de corte de la pasta y el secado de la misma. Una vez establecido el proceso, se mantuvieron constantes las condiciones del estudio para pasar a la preparación de mezclas, donde se aplicó un diseño experimental en el que se realizaron 11 combinaciones diferentes por mezcla de maíz o trigo.

 

Aclaró que se midió la actividad del agua en los productos húmedos como control, así como la retención de aceite y la expansión de volumen en los productos fritos. Asimismo, se valoró la influencia de la incorporación de gránulos de papa en las propiedades texturales y en el color.

 

Entre los resultados más importantes, precisó, se concluyó que los productos desarrollados con harina de papa presentaron mayor expansión, mayor dureza y mejor sabor que los respectivos realizados únicamente con harina de maíz o de trigo.

 

Alimento para aves

 

Otro producto elaborado en la cátedra con equipo del LaPRyFAl, agregó, fue un alimento para aves con textura y contenido de proteína definidos. En este proyecto se prepararon formulaciones preliminares con el fin de obtener la textura deseada, se proporcionaron muestras para verificar la aceptación del producto por las aves y se efectuaron las modificaciones pertinentes para obtener la formulación final.

 

Explicó que después del tratamiento térmico se determinaron las propiedades texturales como dureza, fracturabilidad (propiedades deseables), adhesividad (propiedad indeseable), y se realizó una curva de penetración de calor para determinar el proceso térmico adecuado con el fin de asegurar la esterilización, labor que se encuentra en fase de informe final.

 

Gracias a los trabajos de la cátedra se han generado 10 publicaciones en revistas arbitradas internacionales y en dos nacionales, seis en libros (memorias de congreso), 42 memorias en congresos nacionales y 33 en congresos internacionales, 38 tesis de licenciatura, tres de maestría y una de doctorado. Dos premios a mejores trabajos en congresos nacionales y 10 premios Gustavo Baz Prada de Servicio Social.

 

 

 

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