06:00 hrs. Abril 22 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-296

Ciudad Universitaria

 

EL MANEJO ADECUADO DE LOS RESIDUOS BIOLÓGICO-INFECCIOSOS EVITA RIESGOS PARA LA SALUD

 

·        Las instituciones que brindan atención médica tienen la obligación moral y legal de eliminar –bajo criterios específicos– los residuos biológico-infecciosos

·        Estos desechos generan infecciones y transmisión de enfermedades al ser manejados de forma inadecuada

·        La Norma Oficial Mexicana 087-ECOL-1995 regula la separación, envasado, almacenamiento y disposición final de este tipo de desperdicios

 

Las instituciones que brindan atención médica tienen la obligación moral y legal de eliminar los residuos biológico-infecciosos que generan, de tal manera que impliquen un mínimo riesgo para el ambiente y la población en general, señaló Sergio Morales Belmont, de la empresa de residuos biológico-infecciosos “Impulso Mexicano” (IMPULMEX).

 

Durante la conferencia “El manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos” realizada en la Dirección General de Servicios Médicos (DGSM) de la UNAM, Morales Belmont apuntó que el material quirúrgico y corporal, así como el reactivo utilizado para el análisis y tratamiento médico provocan una gran cantidad de desechos que deben ser eliminados de acuerdo con estándares de calidad internacional.

 

En México, informó, la industria de manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos se rige con la Norma Oficial Mexicana 087-ECOL-1995, en la cual se regula la separación, envasado, almacenamiento y disposición final de los desperdicios que se producen en establecimientos que prestan servicios de atención médica.

 

Esta norma se estableció por el manejo discrecional que se hacía de los desechos biológico-infecciosos. Antes de su entrada en vigor, consultorios, clínicas y hospitales no disponían de información suficiente sobre cómo envasar remanentes, asignar destino y usar contenedores idóneos para su manejo, lo que provocaba contaminación del medio ambiente, infecciones y transmisión de enfermedades.

 

Con la aplicación de la norma 087, prosiguió, se lograron beneficios ambientales inmediatos y evidentes, ya que al separarse los desechos peligrosos del resto de la basura, se protege a los trabajadores expuestos a ellos en forma directa; además, se exige su depósito en condiciones adecuadas, bajo estándares internacionales de seguridad e higiene.

 

Morales Belmont destacó la importancia de aislar y manipular adecuadamente este tipo de residuos; para ello, toda institución de salud deberá ceñirse a la norma mexicana, que ordena separar los desechos biológico infecciosos de acuerdo con sus características, mediante bolsas y contenedores especiales, proporcionados por empresas autorizadas.

 

La norma oficial mexicana clasifica los desperdicios biológico infecciosos en cinco tipos, envasados según sus características: en bolsas de color rojo se depositan los no anatómicos, que incluyen aquellos que tienen contacto con el paciente, sólidos y sin filo, como guantes de exploración, algodones, cubrebocas, jeringas, compresas, sondas y vendas; además de cultivos, cepas e instrumentos y aparatos sin filo para transferir, inocular y mezclar cultivos.

 

En bolsas de color amarillo se desechan los materiales sin filo impregnados de residuos patológicos líquidos y sólidos, además de órganos, partes corporales y muestras patológicas.

Los materiales punzo-cortantes como agujas, suturas, hojas de bisturí, lancetas, cristalería entera o rota; se vierten en recipientes rígidos color rojo. La sangre o material impregnado de ésta; plasma, suero y paquete globular se arrojan en depósitos herméticos rojos.

 

Por otra parte, el representante de IMPULMEX, agregó que los establecimientos que brindan atención en materia de salud deben registrarse ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y contratar el servicio de una empresa encargada del transporte, tratamiento, disposición final y control administrativo de los residuos biológico infecciosos.

 

En cuanto a las condiciones de seguridad del personal responsable de la recolección interna de estos desechos, resaltó que éste debe usar guantes y cubrebocas; y, en el caso de los desechos líquidos, lentes protectores para evitar que algún derrame dañe sus ojos.

 

Finalmente, Sergio Morales Belmont explicó que de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana-087-ECOL-95 la zona de almacenamiento temporal de este tipo de basura debe cumplir con ciertos requisitos: estar separada de pacientes, visitas, salas de espera, cocinas, instalaciones sanitarias, áreas de esparcimiento, oficinas, talleres y lavandería.

 

Además, el lugar debe estar techado, tener ubicación sin riesgo de inundación y restringir el acceso a personal no autorizado; contar con extintores de acuerdo al riesgo asociado, señalamientos y letreros alusivos a la peligrosidad de los mismos; finalmente, debe verificarse que no existan conexiones con drenaje en el piso, como válvulas o juntas de expansión.

 

 

 

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