06:00 hrs. Abril 9 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-268

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

CAMBIOS Y ALTERNATIVAS REALES PARA COMBATIR LA CORRUPCIÓN EN MÉXICO

 

·        Michal Johnston, catedrático de la Universidad de Princeton, dijo que la situación de México es mucho mejor que la de otros países, como Rusia o Japón

·        La educación es un aspecto fundamental en esta lucha, lo que exige mayor compromiso por parte de académicos

 

En México todavía hay serios problemas de corrupción, pero también cambios reales y aplicación de alternativas para combatirla, aseguró el catedrático de la Universidad de Princeton,  Michal Johnston, quien sostuvo que nuestro país ha tenido importantes avances en esta materia en comparación con otras naciones.

 

Luego de dictar la conferencia “¿Se puede medir la corrupción? Construcción de indicadores”, en la Sala de Usos Múltiples del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, puntualizó que un paso fundamental es el reconocimiento que se tiene en México de lo amplio y complejo del problema.

 

Sin embargo, advirtió, todavía hay mucho por hacer. El trabajo más difícil para el combate de la corrupción está por venir, sobre todo cuando empiecen a emerger cuestiones que en la actualidad no son visibles en el ámbito público; citó al respecto el caso de los cuerpos policiacos.

 

El investigador y consultor, especialista en ciencia política, destacó el  trabajo del Instituto Federal Electoral (IFE) por su transparencia y claridad, el cual se hizo más patente en las elecciones del año 2000.

 

Agregó que se han registrado bastantes resultados sobre cómo se percibe ahora a los partidos políticos en campañas electorales, las que son más abiertas y diáfanas.

 

Aún cuando los índices internacionales señalan que los avances son positivos, el asunto es que no se puede aceptar que se combatió la corrupción sólo en estas elecciones, sino que ha sido un proceso que viene de tiempo atrás.

 

Dijo que también ha habido muchos esfuerzos por incentivar y concientizar a la sociedad civil, con el fin de que aumente su participación en la campaña de combate a la corrupción.

 

Hay un grupo de tecnócratas, calificados y preparados, que trabajan en esa misión. Dicho núcleo, que se encuentra en la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), ha contribuido en forma destacada en este combate, lo que le da una ventaja a México, porque muchos otros países no cuentan con una institución así, sostuvo.

 

Michal Johnston comentó que ahora se deben esperar los avances y resultados, porque no se trata de que México determine que va a ser honesto y con eso ya es suficiente.

 

En China, ejemplificó, ha habido campañas muy importantes contra la corrupción, pero no se han tenido resultados visibles; es una cuestión de tiempo y de contar con las instancias adecuadas.

 

De cualquier manera, indicó, la situación de México es mucho mejor que la de otros países, como Rusia o Japón; este último es rico pero con un solo partido político en el poder, fenómeno que ya no se presenta aquí.

 

Más adelante, expresó que la educación es un aspecto fundamental en esta lucha, lo cual exige mayor compromiso tanto de académicos como de otros sectores involucrados en la toma de decisiones en el sector.

 

Consideró que las creencias y, sobre todo, los valores de la gente son fundamentales pues, para erradicar la corrupción, el combate tiene que darse desde la raíz,  en la cultura misma de las personas.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

En México todavía hay serios problemas de corrupción, pero también cambios reales y aplicación de alternativas para combatirla, aseguró el catedrático de la Universidad de Princeton, Michal Johnston, quien sostuvo que nuestro país ha tenido importantes avances en esta materia en comparación con otras naciones.

 

FOTO 2

 

Michal Johnston, catedrático de la Universidad de Princeton, afirmó que la situación de México es mucho mejor que la de otros países, como Rusia o Japón; este último es rico pero con un solo partido político en el poder, fenómeno que ya no se presenta aquí.