14:30 hrs. Abril 4 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-256

Ciudad Universitaria

 

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

INDISPENSABLES, INSTITUCIONES MÁS EFICIENTES PARA ENFRENTAR LAS CONSTANTES FLUCTUACIONES EXTERNAS

 

·        Se reconoce cada vez más su importancia en el desempeño de la actividad económica de los países en desarrollo: Irma Manrique Campos, del IIEc

·        Gregorio Vidal, profesor de la UAM Iztapalapa, mencionó que la continuidad en la política económica de México atiende a dos objetivos: los equilibrios fiscales y la reducción de la inflación

·        Continuaron los trabajos del Segundo Seminario de Política Fiscal y Financiera organizado en la UNAM

 

Para alcanzar un crecimiento estable, sostenido y equitativo en términos sociales, no es suficiente la aplicación de políticas macroeconómicas adecuadas y congruentes con los objetivos de elevar el nivel del producto y empleo, desarrollar infraestructura básica y fomentar la innovación tecnológica, se requiere, además, contar con instituciones nuevas y más eficientes que permitan enfrentar las fallas de los mercados y las constantes fluctuaciones externas, afirmó Irma Manrique Campos.

 

La integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) señaló que, por ello, se reconoce cada vez más la importancia de las instituciones en el desempeño de la actividad económica de los países en desarrollo.

 

Al participar en el Segundo Seminario de Política Fiscal y Financiera organizado por esa dependencia universitaria, aseguró que en muchos de ellos, las instituciones son obsoletas o inadecuadas, y en otros casos inexistentes, hecho que explica, en buena medida, los bajos niveles de productividad y eficiencia de las empresas.

 

Manrique, también miembro del Sistema Nacional de Investigadores y profesora del posgrado de Economía en la UNAM, mencionó que en esas naciones, el marco legal es ambiguo y que la aplicación de la normatividad existente es limitada, los procesos de contratación son tardados y costosos, lo cual se traduce en riesgo e incertidumbre.

 

Recordó que las reformas estructurales que se han venido aplicando en los últimos 25 años en países como el nuestro, tienen como objetivo reorientar el funcionamiento y operación de sus sistemas económicos, es decir, transitar de una economía estatista y regulada en demasía, a una privada y de mercado libre, abierta a la competencia internacional en un mundo globalizado.

 

Sin embargo, la desregulación y liberalización financiera y comercial, y las políticas convencionales (precios controlados, subsidios, etcétera) no son mecanismos que por sí solos permitan elevar la eficiencia y equidad de los mercados.

 

Por el contrario, en opinión de la especialista, en muchas ocasiones estas políticas han generado resultados económicos y sociales no deseados, pues son insuficientes y no se refuerzan con transformaciones institucionales que no sólo agilicen los mecanismos de mercado, sino que también permitan mejorar los resultados de las políticas públicas tradicionales.

 

En México, mediante el neoinstitucionalismo económico se puede llegar a estructurar el marco necesario a partir del cual sea viable el logro de  una economía pública que lleve, a su vez, a la deseada nueva política hacendaria.

 

De acuerdo con el enfoque gubernamental, abundó, las finanzas públicas sanas son un pre-requisito para la estabilidad macroeconómica y un crecimiento sostenido, sin embargo, en el terreno real no es suficiente alcanzar cierto equilibrio presupuestal, el cual con frecuencia se logra sacrificando el gasto.

 

Los mercados necesitan un Estado con instituciones bien desarrollados, funcionarios capacitados y bien pagados. Nuestro país requiere de un mayor y mejor gasto público en educación, salud, infraestructura física y combate a la pobreza, agregó.

 

La posibilidad de consolidar la democracia se aleja si ésta no es capaz de responder a las demandas de los votantes, sobre todo en contextos de institucionales frágiles y con desigualdades. Por ello, mediante la política fiscal se debe garantizar un piso mínimo de bienestar para todos los ciudadanos.

 

La debilidad tributaria, aunada a un mal ejercicio y control del gasto, añadió, está detrás de las crisis recurrentes y de la baja provisión de bienes públicos fundamentales, que dificultan el crecimiento y la estabilidad política.

 

Es decir, la frágil estructura tributaria (manifestada en un bajo nivel de gasto y provisión de bienes públicos) y las crisis asociadas con la baja capacidad de recaudación, llevan a una política fiscal procíclica que genera enormes inestabilidades.

 

Reconoció que si bien se ha modernizado el sistema tributario y es relativamente más neutro y eficiente que en el pasado, la persistencia de innumerables exenciones lleva a una base gravable muy estrecha que se suma a la enorme evasión, situación que debe ser corregida.

 

En su oportunidad, Gregorio Vidal, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, mencionó que existe una continuidad en la política económica que atiende a dos objetivos claves: los equilibrios fiscales y la reducción de la inflación.

 

Se plantea con insistencia la necesidad de avanzar en reformas estructurales en tres rubros: en materia laboral, fiscal y de energía eléctrica.

 

Hay un amplio proceso de desregulación de la economía que se expresa en diversas actividades efectuadas con base en la hipótesis de que los mercados tienen la capacidad de asignar con eficacia los recursos, y que lo mejor que puede hacer el Estado es permitir que ellos operen. Empero, eso no sucede así en la realidad.

A eso se suma la continuidad en la apertura de la cuenta de capitales, elemento clave que permite que cualquier modalidad de ellos ingrese al país y tenga un trato equivalente a los aquí existentes.

 

De ese modo, se ha reforzado la presencia norteamericana en México. En el periodo 1994-2002 se observa que la inversión procedente del vecino país del norte representó el 72% del total de inversión extranjera directa; la Unión Europea registró 21%, Canadá 4% y Japón 3%.

 

En el mundo, por el contrario, se observa la gran pérdida de la presencia estadounidense, el desplazamiento de ese país del lejano Oriente y el aumento de la Unión Europea.

 

Gregorio Vidal explicó que en México, el ambiente macroeconómico propicia que las principales exportaciones manufactureras estén controladas por inversión extranjera directa.

 

Además, las empresas del país deben desarrollar una política de venta de activos a capitales del exterior o asociaciones subordinadas o dependientes con transnacionales, con excepción de las grandes compañías mexicanas, que deben adquirir activos en el exterior. Empero, nada de eso está conectado con el conjunto de la economía del país, concluyó.

 

 

 

--o0o--

 

 

 

Foto 1

Irma Manrique Campos, del Instituto de Investigaciones Económicas, aseguró que se reconoce cada vez más la importancia de las instituciones en el desempeño de la actividad económica de los países en desarrollo, ya que permiten enfrentar las fallas de los mercados y las fluctuaciones externas.

 

Foto 2

El profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, Gregorio Vidal, explicó que en México, el ambiente macroeconómico propicia que las principales exportaciones manufactureras estén controladas por inversión extranjera directa.