0600 hrs. Marzo 22 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-216

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

COSTOSO  PARA MÉXICO EL PROCESO DE LA ESTABILIDAD DE LA MONEDA Y LA REDUCCIÓN DE LA INFLACIÓN

 

·        México no cuenta con las condiciones productivas, financieras y macroeconómicas necesarias que le permitan trabajar con baja inflación, Arturo Huerta,  de la FE

·        La reducción de la inflación ha resultado muy costosa para el país, porque hemos dejado de tener política económica para satisfacer las demandas nacionales

·        El crecimiento de la economía mexicana es sumamente dependiente del ingreso de capital al país, Benjamín García, de la FE

 

México no tiene las condiciones productivas, financieras y macroeconómicas que le permitan trabajar con baja inflación, así como con estabilidad monetaria cambiaria. Si lo hemos logrado en la mayor parte de los años 90 – con excepción de la crisis de 1995– ha sido por la entrada de capitales que significó un aumento de la demanda por la moneda nacional, señaló Arturo Huerta, investigador de la Facultad de Economía (FE).

 

Explicó que si se incrementa la demanda de la moneda, ésta se fortalece, se abarata la divisa y el dólar; en consecuencia se  trabaja bajo un contexto de apreciación del tipo de cambio porque  todas las políticas económicas han estado dirigidas a eliminar expectativas de la inflación, las cuales crean condiciones de confianza en torno a la moneda nacional.

 

 

 

En dicho proceso, las políticas de privatización de empresas públicas aseguran estos flujos de capital y la demanda por moneda nacional, la cual asegura el tipo de cambio en términos nominales y por lo tanto estabiliza la moneda, lo que conduce a una reducción de la inflación, señaló en la conferencia “Qué sucede con el dinero en México. Situación financiera actual del país y perspectivas inmediatas”.

 

Indicó que la estabilidad de la moneda y la reducción de la inflación han resultado muy costosas para el país, porque ya no tenemos la política económica para satisfacer las demandas nacionales; en su lugar se ha dado prioridad a la reducción de la inflación en detrimento del incremento al gasto y a la inversión públicos.

 

Concluyó que la política económica de México se ha dirigido a incrementar la oferta de divisas y a disminuir su demanda; de ahí el rol de las políticas contraccionistas, que se caracterizan por sus altas tasas de interés y contracción del gasto público.

 

En su oportunidad Benjamín García, de la FE dijo que en el posgrado de esta Facultad se trabajó en dos modelos económicos cuyos hallazgos permiten sostener que, en el caso de la economía mexicana, la inversión pública no es menos productiva que la inversión privada. “Entre estas dos hay un grado muy alto de complementariedad; así ha sido de manera histórica. No ha existido desplazamiento entre ambos sectores, más aún la inversión pública induce la inversión privada”.

 

Afirmó que, según estudios empíricos, el propio crecimiento es más determinante para incrementar el ahorro que la participación de una variable financiera; esto sin demeritar la tasa de interés que recupere el costo mismo de la inflación.

 

Informó que de 1940 a 1971 había una fuerte confianza en fuentes de financiamiento no inflacionario. Entre las década de los 70 y los 80 hubo presiones inflacionarias y entrada de capital al país; en ambos periodos se mantenían estas fuentes de financiamiento, bastante consolidadas en el país.

 

Sin embargo, finalizó, fuimos poco exitosos en el cambio que implicó la sustitución de fuentes de financiamiento; es decir, aunque liberalizamos la economía para fortalecer dichas fuentes internas de financiamiento, el crecimiento de este sector en México es sumamente dependiente del ingreso de capital extranjero a nuestro país. 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

El economista Arturo Huerta advirtió que México no cuenta con las condiciones productivas, financieras y macroeconómicas que le permitan trabajar con baja inflación y estabilidad monetaria cambiaria.

 

 

Foto 2

 

En el posgrado de la Facultad de Economía se trabajó en dos modelos económicos cuyos hallazgos permiten sostener que en el caso de la economía mexicana la inversión pública no es menos productiva que la privada, aseguró Benjamín García, profesor de esa dependencia.