20:30 hrs. Marzo 13 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-187

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

OPINAN QUE MÉXICO DEBE OPONERSE A LA ACCIÓN  MILITAR DE ESTADOS UNIDOS CONTRA IRAK

 

·        Los motivos que tiene Estados Unidos para atacar a Irak no son por la guerra del petróleo, sino por recuperar su hegemonía que hace más de 30 años ha ido perdiendo

·        México debe oponerse a cualquier acción militar, a cualquier solución bélica de EU en contra de Irak, porque más tarde los mexicanos podrían ser el blanco

·        De llevarse acabo el ataque a Irak se consolidaría un nuevo orden internacional en el que no tiene injerencia ninguna de las instituciones creadas para la Guerra Fría

·        El objetivo de la guerra Estados Unidos–Irak es la reelección presidencial  de George Bush en 2004

 

Los motivos que tiene Estados Unidos para atacar a Irak no son por los sucesos del 11 de septiembre, ni por la guerra del petróleo; hace más de 30 años ha ido perdiendo la guerra económica y el único liderazgo que todavía le queda es el militar, aseguró Carlos Antonio Aguirre, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), al participar en la conferencia “¿Cuáles son los intereses y las amenazas de la guerra Estados Unidos-Irak?”, organizada por la Facultad de Economía (FE).

 

Afirmó que Estados Unidos vive un proceso de decadencia como potencia hegemónica desde 1972 a la fecha; y muchas de las cosas que hoy suceden se explican a partir de esta decadencia. Estamos repitiendo por tercera ocasión un ciclo que ya ha vivido el capitalismo dos veces anteriores en Holanda e Inglaterra.

En el Auditorio Ho Chi Min de la FE presentó su ponencia “La guerra terrorista contra Irak: una perspectiva desde la historia profunda”, en la que planteó que “tendemos a afirmar que Estados Unidos es la primera potencia económica del Planeta, lo cual es una mentira, este país está perdiendo la guerra económica contra Japón, contra Europa desde hace 30 años. Las tecnologías de punta hoy no se descubren en el país del norte”.

 

En su oportunidad, Edmundo Hernández Vela, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) destacó que es momento de que la opinión pública se lance contra la guerra. El presidente norteamericano George Bush aún no ha atacado porque hay una presión de la sociedad internacional, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la opinión pública mundial.

 

En su ponencia “Posición de México ante la guerra EU-Irak”, señaló que nuestro país debe oponerse a cualquier acción militar, a cualquier solución bélica en contra de Irak, porque más tarde los mexicanos podrían ser el blanco y deben estar preparados ante cualquier acción de Estados Unidos que seguramente sería violatoria del Derecho Internacional.

 

Por su parte, Miguel García Reyes, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN-UNAM), manifestó que la sociedad civil de todo el mundo ha logrado aplazar el ataque de Estados Unidos a Irak; sin embargo, este aplazamiento de la guerra está beneficiando a las transnacionales petroleras con los precios altos en el barril de petróleo.

 

En su ponencia “Consecuencias inmediatas de la guerra EU–Irak”, manifestó que Estados Unidos está dispuesto a irse a la guerra con o sin el apoyo del Consejo de Seguridad y del resto de los países; incluso, se va a ir a la guerra sin el apoyo de gran bretaña porque es una necesidad para el gobierno de Estados Unidos, aseveró.

 

Al hablar sobre las consecuencias de esta guerra, destacó que de llevarse acabo el ataque se estaría permitiendo la consolidación del nuevo orden internacional, en el cual ya no cabe ninguna de las instituciones que fueron creadas para la Guerra Fría y entre las que se puede contar a la ONU.

Por su parte, Isabel Studer, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede México, apuntó que el objetivo de la guerra Estados Unidos–Irak es la reelección presidencial  de George Bush en 2004. Obviamente, indicó, el actual presidente está haciendo una apuesta muy alta.

 

Para que esta meta se cumpla, agregó, la intervención militar tiene que ser corta, no puede haber muchas bajas de soldados estadounidenses, es decir, tendría que ser una guerra exitosa. Si esto se logra, sería la bandera más importante de su campaña especialmente si no hay una recuperación económica.

 

En su ponencia “¿Cuáles son las ganancias de Bush?”, destacó que algunos analistas afirman que la cuestión económica es la que va a definir la reelección en Estados Unidos, no obstante, estas visiones no consideran el efecto que tuvo en la percepción de los norteamericanos los ataques terroristas del 11 de septiembre.

 

Por ello, aseguró, el tema de la seguridad está por encima de la preocupación económica. El presidente George Bush, después de los atentados terroristas, se dio cuenta que la seguridad iba a ser su boleto para su reelección.

 

 

 

 

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Foto 1

Edmundo Hernández Vela, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), manifestó que México debe oponerse a cualquier acción militar en contra de Irak porque más tarde los mexicanos podrían ser el blanco

 

Foto 2

Miguel García Reyes, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN-UNAM), destacó que de llevarse acabo el ataque se estaría permitiendo la consolidación del nuevo orden internacional, en el cual ya no tiene injerencia  ninguna de las instituciones que fueron creadas para la Guerra Fría

 

 

Foto 3

Isabel Studer, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) sede México, apuntó que el objetivo de la guerra Estados Unidos – Irak es la reelección presidencial  de George Bush en 2004.