15:30 hrs. Febrero 26 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-144

Ciudad Universitaria

 

 

 

DEBE MÉXICO REVALORAR SU VOTO ANTE LA ONU, POR LAS CONSECUENCIAS QUE ELLO PROVOCARÍA: JOSÉ LUIS VALDÉS

 

·        El director del CISAN dijo que nuestro país depende de manera sustancial de Estados Unidos en casi todos los rubros, por lo que defiende y defenderá sus intereses en función de ello

·        Reconoció que México recibe y recibirá presiones ante su voto en el Consejo de Seguridad

·        Georgina Sánchez aseguró que lo peor que podría hacer nuestro país es abstenerse de votar en la ONU

 

México enfrentará consecuencias, como toda acción política que se precie de serlo, como resultado de su voto ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, por lo que en los próximos días deberá revalorar su postura en función de ello, aseguró José Luis Valdés-Ugalde, director del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN).

 

Explicó que nuestro país depende de manera sustancial de Estados Unidos en casi todos los rubros de la economía y la política nacionales, por lo tanto, defiende y defenderá sus intereses en función de esto, por lo que “sí recibe y recibirá presiones ante su voto”.

 

Al participar en la mesa redonda Seguridad mundial y los riesgos de la democracia: el conflicto y el orden internacional, organizada por el CISAN, opinó que “el fantasma del americanismo ronda de nuevo México, y determina sensiblemente las posibilidades de una política consistente y congruente con planteamientos programáticos anunciados por el actual gobierno”.

 

Señaló que ante el inminente conflicto con Iraq, con su discurso el gobierno de México podría estar poniendo en evidencia una capitulación ante su ruptura con la política exterior tradicional planteada desde el comienzo de la actual administración y mandando señales a los sectores nacionalistas tradicionales y de paso a la clientela electoral, de que este es un giro de 180 grados en su plan estratégico de cambiar su política exterior.

 

Ello –abundó- puede traer implicaciones serias para la democracia mexicana y para las elecciones de este año si atendemos a que este discurso pacifista, a su vez, ha levantado expectativas crecientes entre sectores políticos y de opinión que quizá no se cumplan cuando se vote en el Consejo de Seguridad.

 

O bien, México también estaría cometiendo un error al suponer que su voto deberá ser neutro, y con ello poder salvar la relación de alineamiento que existe con Estados Unidos. “De ser así, el jefe del Ejecutivo estaría cometiendo un primer y único error, por ahora, el declararse y actuar como pacifista a costa de lo que fuera ante la inminencia de un conflicto armado”, dijo el director del CISAN

 

Esto tiene dos vertientes: por un lado un jefe de Estado está obligado a mantenerse alerta ante el conflicto y la guerra, su obligación es proveer de información a la población de los diversos escenarios del conflicto, así como también las soluciones posibles.

 

Por el otro, aunque es válido y legítimo asumir una posición ideal por la paz, el posicionamiento del jefe de Estado mexicano se confunde en tiempos y conceptos.

 

En el Auditorio “Mario de la Cueva”, Valdés-Ugalde comentó que desde antes de y desde el fin de la Guerra Fría, y en particular a partir del 11 de septiembre, el orden mundial ha carecido de mecanismos sólidos para contener conflictos regionales o locales.

 

Más aún, agregó, instancias internacionales como la ONU quedaron atrapadas en una inercia política en la cual la hegemonía de Estados Unidos es el componente más determinante de profunda contradicción institucional, pero también el dato político más importante que influye e influirá en el curso de la legitimación próxima que tenga la resolución en el Consejo de Seguridad.

 

Por su parte, Georgina Sánchez, de la empresa Asesores Internacionales, aseguró que lo peor que le pudiera ocurrir a México es abstenerse de votar en el Consejo de Seguridad de la ONU; “sería el peor de los errores que pudiera cometer nuestro país, toda vez que intenta tener un peso específico en las relaciones mundiales”.

 

Este es un momento clave que determinará la nueva configuración internacional, y abstenerse es simplemente irresponsable ante este conflicto. México ganará si se responsabiliza, si opta por el sí o por el no tendrá que explicar por que, pero ya no se vale la política de “quito miro”.

 

En tanto, José Luis Piñeyro, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Azcapotzalco, comentó que a raíz de los actos terroristas del 11 de septiembre se ha producido un cambio radical en la agenda mundial. Hay una evidente tendencia al predominio de la seguridad del Estado sobre la del ser humano.

 

Aquellos actores nacionales o transnacionales como el crimen organizado, el narcotráfico, la migración ilegal masiva van a ser objeto de combate diferenciado por parte del Estado y en particular el terrorismo transnacional, lo cual va en detrimento de la seguridad humana.

 

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Fotos 1 y 2

José Luis Valdés-Ugalde, director del CISAN, comentó que desde antes de la Guerra Fría, y en particular a partir del 11 de septiembre, el orden mundial ha estado desprovisto de mecanismos sólidos para contener conflictos regionales o locales.

 

 

Foto 3

Analistas políticos, académicos, investigadores y especialistas participaron en la mesa redonda Seguridad mundial y los riesgos de la democracia: el conflicto y el orden internacional, organizada por el del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.