Boletín UNAM-DGCS-116
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
COMPRENDER LA FÍSICA AUMENTA LAS
POSIBILIDADES DE ÉXITO DE LOS GRANDES
DEPORTISTAS
Para quien sueña con ser un gran deportista,
entre más pronto comprenda los principios de la física mayores posibilidades de
éxito tendrá, ya que podrá competir con mayor eficiencia y eficacia, afirmó
Enrique Buzo Córdoba, del Laboratorio de Biofísica y Física Médica de la
Facultad de Ciencias de la UNAM.
El secretario académico de la Coordinación de
Humanidades de esta casa de estudios, agregó que dicha ciencia ayuda a entender
y mejorar el desempeño atlético al permitir analizar cada uno de los
movimientos del cuerpo, incluso los más complicados.
En la conferencia “Biomecánica y
deporte”, organizada por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia,
explicó que es de gran importancia la relación entre la altura de un individuo
y el tamaño de sus áreas corporales: el tronco y las extremidades superiores e
inferiores.
El análisis biomecánico, especificó,
se divide en dos partes, ambas íntimamente ligadas: la técnica deportiva, que
incluye las reglas del juego a las cuales está sujeto el atleta, entre otras
cuestiones, y el desempeño del propio deportista. Se lleva a cabo con el fin de
conocer su fisiología muscular, es decir, las capacidades de cada sujeto.
Se toma en cuenta que el cuerpo no trabaja
aisladamente, sino que siempre está sujeto a la gravedad que ejerce la Tierra,
aún en las disciplinas en las que el atleta se separa del piso.
Se lucha contra la fuerza de gravedad. Por
ello, un aspecto fundamental en el cual se tiene que trabajar es encontrar el
centro de gravedad de los deportistas, ubicado a dos o tres centímetros por
detrás del ombligo; “dependiendo de la masa muscular y del sexo está un poco
más arriba o abajo”; en el caso del centro de las mujeres por ejemplo, debido a
que sus caderas son más anchas, está en un lugar inferior en comparación con el
de los hombres.
Varios especialistas opinan que a los estudios
realizados en deportistas deben añadirse otros dos factores: la psicología del
atleta en el momento de competir y su alimentación, dijo.
También, insistió, hay que tomar en cuenta la
manera como los competidores utilizan un elemento extra, como la garrocha, la
raqueta, la jabalina, el martillo, la bala o la pelota, entre otros. “Aquí el
análisis biomecánico nos plantea las trayectorias que siguen los diferentes
implementos y su acción sobre el cuerpo del atleta”, indicó.
La conferencia, a la cual asistió la directora
general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, Julieta Fierro, sirvió de
marco para inaugurar la obra pictórica Cuerpo
en movimiento, ubicada en la Sala Biología Humana y Salud del Museo de las
Ciencias Universum, cuya autora es Namiko Prado Arai.
Al respecto, Leticia Vieyra, de la Federación
de Arte y Cultura para el Deporte de la Comisión Nacional del Deporte, hizo una
reflexión sobre dos puntos. Primero, consideró, hay que trabajar para que el
arte sea una forma de promover el deporte, al tiempo que éste provee a los
artistas de una manera de expresarse.
“Cuando el cuerpo humano llega a la perfección,
realmente asombra, pues para lograrlo se requiere mucho tiempo y el empleo de tecnología”, y como artista, aseguró, lo
que me conmueve es ese ser humano que se esfuerza tanto; vidas completas
dedicadas al deporte. Por dicho esfuerzo, “creo que es una experiencia de lo
sublime, mística”. Este, opinó, tal vez sea el punto nuclear que acerque a un
deportista con el arte.
En segundo lugar, recalcó que el arte nutre
también al deporte. Además, atleta y artista trabajan con el cuerpo humano, por
lo que puede decirse que hay cierto paralelismo: para el deportista es su
principal herramienta; los pintores tomamos clases de anatomía artística, la
cual es una de nuestras referencias fundamentales.
Por su parte, Namiko Prado Arai agradeció la
oportunidad ofrecida por Universum para realizar sus obras. Hay enriquecimiento
porque hubo intercambio entre disciplinas: los artistas podemos encontrar en la
actividad deportiva una belleza fascinante.
Las cinco pinturas murales que componen el
políptico Cuerpo en movimiento fueron realizadas dentro del programa de
Residencias Artísticas del Museo de las Ciencias durante los años 2000 a 2002.
Cada unidad que lo conforma está consagrada a un tipo de disciplina específica:
deportes acuáticos, atletismo, gimnasia olímpica, de balón y de contacto.
El tema del cuerpo en movimiento fue
investigado y desarrollado por Prado Arai desde el punto de vista del alto
rendimiento. Así, la idea de estas obras
–Cuerpo en Movimiento I, II, III, IV y V, los cuales son acrílicos sobre
bastidor de triplay– es sensibilizar al visitante en cuanto a los alcances de
nuestras capacidades físicas.
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Foto 1
Los grandes deportista aumentan sus posibilidades de éxito si comprenden conceptos de la Física, indicó Enrique Buzo Córdoba, del Laboratorio de Biofísica y Física Médica de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en el Museo de las Ciencias Universum.
Foto 2
Pintura mural que forma parte del
políptico Cuerpo en movimiento, realizado por la artista plástica Namiko Prado
Arai para el Museo de las Ciencias Universum.