Boletín UNAM-DGCS-077
Ciudad Universitaria
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Pies de fotos al final del
boletín
GANA ALUMNA DE
DISEÑO INDUSTRIAL PREMIO BECA NACIONAL CLARA PORSET 2002
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Con su diseño Balancín, Ana Paula García
obtuvo el primer lugar en el rubro de proyecto académico y 20 mil pesos
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Felipe Leal, director de la Facultad de
Arquitectura, resaltó que este es un reconocimiento sui generis por ser para
mujeres, como fue la voluntad de Clara Porset
Por la creación de un novedoso
juguete que permite el balanceo de un niño de dos años y medio, Ana Paula García
y Colomé Góngora, alumna del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial
(CIDI) de la UNAM, obtuvo el primer lugar del XI Premio Beca Nacional Clara
Porset 2002, en el rubro de proyecto
académico.
El trabajo ganador, recompensado con 20
mil pesos, es un juguete hecho en rotomoldeo (técnica de fabricación cuya
reducida inversión en moldes favorece la producción en series pequeñas y
medianas), compuesto de tres piezas que ensamblan de manera fácil. Lo “bonito
del Balancín es su movimiento continuo”, explicó la alumna universitaria.
En el Museo Franz Mayer, Ana
Paula García señaló que la idea de su obra es revivir los recuerdos del
caballito de madera que muchos utilizamos durante la infancia. Lo más
importante del juguete es que el niño genera su propia diversión y movimiento.
Al entregar los premios, el
director de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, Felipe Leal, resaltó
que este es un reconocimiento sui generis porque se otorga a mujeres, como fue
la voluntad de Clara Porset. Por ello, hay que ubicarlo en la época y en las
circunstancias en que ella vivió y luchó para que el género femenino ganara
espacios en la sociedad.
Clara Porset Dumas, de origen
cubano, estudió arte, arquitectura y diseño en varios países, especializándose
en diseño de mobiliario. Después de visitar México en 1940 decidió radicar en
el Distrito Federal, en donde desarrolló gran variedad de creaciones de muebles
basados en la tradición estética mexicana prehispánica y colonial.
En 1952 promovió la exposición
“El arte en la vida diaria” en el Palacio de Bellas Artes y en la Ciudad
Universitaria, la cual constituyó la primera exhibición de diseño industrial en
el país. Fue cofundadora de la carrera de Diseño Industrial en la UNAM y, a su
muerte, donó sus archivos profesionales y su biblioteca personal al CIDI.
El director de la FA aseguró
que Porset, como una pionera no sólo del diseño sino de la participación de la
mujer en la vida profesional, tenía que velar por el interés de que muchas
otras tuvieran oportunidad de estudiar en el extranjero, como fue su vocación.
Resaltó el hecho de que las
universidades “tenemos que salir a la calle y, como el concurso es de carácter
nacional, el que se entregue en un lugar público y de alta calidad como este
museo nos llena de orgullo, porque el
diseño tiene que presentarse fuera de
las escuelas y estar en la sociedad”.
Agradeció al Museo Franz Mayer
y a su equipo de trabajo por la cultura del diseño que generan y aportan al
país ya que, dijo, es el sitio natural donde los diseñadores, no sólo
industriales sino estos profesionistas en un concepto más amplio, se dan cita.
Luis Muñoz, albacea de Clara
Porset, expresó que supo extraer de esta diseñadora cubana sus enseñanzas en
relación con el gusto por la vida y el amor al arte popular. Fue una mujer que
se adelantó a su tiempo. Era de carácter fuerte y poderoso, tanto que pudo
enfrentarse a las personalidades masculinas más señeras de 1950 y 1960.
Combinó de manera extraña el
refinamiento que da la sensibilidad y la cultura con un pensamiento social muy
avanzado, ingredientes difíciles de encontrar en las mujeres a mediados del
siglo XX.
Arturo Treviño Arizmendi,
coordinador general del CIDI, anotó que con sus bienes Clara Porset instituyó
un fideicomiso en el que dejó el encargo de fomentar y premiar a las
estudiantes de diseño industrial del país.
El objetivo del premio es que
se otorgue a aquellos objetos que puedan producirse prácticamente de inmediato,
y los cuales apoyen a la industria nacional.
Más premiadas
En la categoría de proyecto
académico, el segundo lugar fue para Altagracia Mónica Cruz (Universidad
Autónoma del Estado de México (UAEM) campus Zumpango), por Kit de empaque y
embalaje. El tercero lo compartieron la Lámpara de Mano, de Aidee Domínguez
Torres, y el Vehículo de propulsión Humana, de Berenice Sánchez y Eloina Yáñez,
todas del CIDI.
Además, recibieron mención
honorífica los diseños Objeto con tendencia de moda 2003, de Ana Lilia Vera
(Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes); Arte popular y
diseño, de Carolina Vargas (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Occidente), y Aspiradora portátil, de María del Carmen Millán (CIDI).
Respecto a la categoría tesis
profesional el primer lugar se declaró desierto, el segundo se concedió a Elsa
Isabel Mora (UAEM campus Toluca), por su Sistema prefabricado de escalones, y
el tercero fue para Sonia Lartigue y Claudia Sánchez Oropeza (ambas del CIDI),
por Elemento urbano de iluminación peatonal y Vajilla de cerámica basada en la
estética maya, respectivamente.
Las tesis Tractor, de Fabiola
Correa (CIDI), y Estufa solar para interiores, de María Angélica Heredia
(Universidad Iberoamericana), recibieron menciones honoríficas.
En esta edición del Premio
Beca Nacional Clara Porset participaron 74 estudiantes de 14 diferentes
escuelas de diseño industrial del país, quienes presentaron 65 trabajos, entre
tesis y proyectos académicos, algunos de los cuales se exhiben en la sala de
exposiciones temporales del Museo Franz Mayer hasta el 16 de febrero.
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Foto 1
La alumna del Centro de Investigaciones de Diseño
Industrial de la UNAM, Ana Paulina García y Colomé Góngora, obtuvo el primer
lugar del XI Premio Beca Nacional Clara Porset 2002.
Foto 2
El director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM,
Felipe Leal, entregó el XI Premio Beca Nacional Clara Porset 2002 a la alumna
del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial, Ana Paulina García y
Colomé.
Foto 3
Ana Paulina García y Colomé, alumna del Centro de
Investigaciones de Diseño Industrial de la UNAM, con su diseño Balancín que le
dio el primer lugar del XI Premio Beca Nacional Clara Porset 2002.