Boletín UNAM-DGCS-053
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
LA CRISIS DEL CAMPO MEXICANO INICIÓ ANTES DEL TLCAN: ECONOMISTAS UNIVERSITARIOS
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Roberto Escalante, director de la FE, dijo
que no existe un programa de transición por parte de las autoridades ni de organizaciones
campesinas
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Los productores tienen razón al plantear la
renegociación del capítulo agropecuario del tratado: José Luis Calva
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Eduardo Alcaraz sostuvo que México no ha
aprovechado las ventajas del TLCAN porque no tiene financiamiento y registra rezagos
en infraestructura básica en todo el país
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México no puede competir en igualdad de
condiciones con Estados Unidos y Canadá: Yolanda Trápaga
La actual situación de crisis por la que atraviesa el
campo mexicano inició antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) y se ha mantenido a lo largo de esta etapa,
coincidieron en señalar Roberto Escalante, José Luis Calva, Yolanda Trápaga y
Eduardo Alcaraz.
Al participar en la conferencia “Coyuntura y retos del
sector agrícola”, organizada por la Facultad de Economía, el director de la
misma, Roberto Escalante, dijo que -a 10 años del TLCAN- hoy en día apenas se
plantea el inicio de la transición agropecuaria.
Sin embargo, no existe un programa de las autoridades
para enfrentar los problemas que hoy vive el sector, pero tampoco de las
organizaciones campesinas o de las de productores, el cual contenga las
propuestas de nuevas políticas que resuelvan las dificultades.
Comentó que uno de los argumentos que se dan para
explicar la necesidad de revisar el tratado y proteger a los productores
nacionales de condiciones muy asimétricas que enfrentan con sus pares de
Estados Unidos y Canadá, es la ayuda por un monto de 248 mil millones de
dólares en 10 años, anunciada el 13 de mayo pasado por el gobierno
estadounidense a los productores de ese país.
Roberto Escalante informó que el ámbito agroalimentario
representa alrededor del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional,
comparado con el 12% que representaba una década atrás. Genera el 20% de la
población ocupada y el 5% de las exportaciones totales.
Además, la autosuficiencia alimentaria ha disminuido de
80% a menos del 70% en la última década, con un aumento creciente de las
importaciones.
La pobreza también es un fenómeno cada vez más importante
en el sector agropecuario, ya que el 85.5% de su población, unos 20 millones de
personas son pobres, y 55% están en extrema pobreza. Asimismo, más del 80% de
las familias ejidales tienen al menos un miembro de la comunidad fuera de sus lugares
de origen.
Dijo que a partir de enero de este año se liberaron los
aranceles de todos los productos agrícolas, salvo maíz, leche en polvo y
frijol, así como algunos otros previstos en el llamado “blindaje” del sector
agropecuario: puercos, aves, manzanas y cebada.
Por su parte, José Luis Calva, del Instituto de
Investigaciones Económicas, sostuvo que la combinación de la desgravación
arancelaria de este año, con la nueva ley agrícola de EU lo cual incrementa los
subsidios a sus productores 46% y los apoyos al sector agroalimentario en
general, es lo que ha causado la alarma de los agricultores mexicanos. El
deterioro del sector agropecuario se ha ido acumulando a lo largo de la
operación del TLCAN.
Por ello, abundó, los campesinos tienen la razón al
plantear la renegociación del capítulo agropecuario del tratado, porque la
negociación estuvo mal hecha desde el inicio. Además, en el 2008 se dará la
desgravación de la producción de maíz y de frijol, de los cuales dependen tres
millones de familias campesinas.
“Hay más comprensión de las autoridades de Estados Unidos
que de las nacionales sobre el drama del campo mexicano. Además, en el país hay
un miedo a renegociar el TLCAN y no se utilizan las previsiones que establece
el propio tratado, como que si una de las partes contratantes adopta de forma
unilateral medidas que perjudican a otra de las partes, puede llamar a
cuentas”.
José Luis Calva propuso tres vías para recomponer este
ámbito: renegociar el capítulo agrícola del TLCAN, utilizar y aplicar los
márgenes de maniobra que se tienen en el área comercial, en tanto se renegocia;
e impulsar una adecuada política al respecto, que contemple un sistema de
precios de garantía y soporte que dé certidumbre a la producción agropecuaria y
un conjunto de instrumentos para fomentar el desarrollo del sector.
En su oportunidad, Eduardo Alcaraz, profesor de la FE,
manifestó que México no ha aprovechado las ventajas del TLCAN porque no tiene
financiamiento, hay rezagos en infraestructura básica en todo el país, lentitud
en establecer regulaciones de etiquetado, calidad y mecanismos de defensa
contra el comercio desleal, falta de capacitación e información suficiente para
la toma de decisiones de los productores y politización del campo.
Empero, “esto no es culpa del tratado, sino que nosotros
no hicimos el trabajo. El TLCAN no es el causante de los problemas agrícolas
mexicanos, se establecieron cuotas anuales para productos procedentes de
Estados Unidos; sin embargo, nuestro país realizó importaciones superiores a
las convenidas en el TLCAN”.
El economista consideró que suspender o renegociar el
capítulo agrícola del TLCAN implica riesgos para México.
Por último, Yolanda Trápaga, de la FE, subrayó que México
no puede competir en igualdad de condiciones con Estados Unidos y Canadá. Por
ello, el tratado que se firmó entre las tres naciones debió darse al estilo
europeo; es decir, que estableciera fondos compensatorios, así como políticas
de regiones más desfavorecidas, que fueran estructurales y definitivas.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Roberto
Escalante, de la Facultad de Economía de la UNAM, afirmó que la crisis del
campo mexicano fue anterior al TLCAN.
FOTO 2
La Facultad de Economía
de la UNAM organizó la conferencia “Coyuntura y retos del sector agrícola”,
en la que participaron Fernando Rello, Yolanda Trápaga, Roberto Escalante,
Eduardo Alcaraz y José Luis Calva.