06:00 hrs. Enero 21 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-046

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

LA IDENTIDAD DE LOS CUBANOS EN EL EXILIO, RESULTADO DE RUPTURAS DOLOROSAS Y DRAMÁTICAS: PATRICIO CARDOSO

 

·        La forma como perciben su país no es ni se asemeja a la de la gran mayoría de quienes aún lo habitan, sostuvo

·        La vieja idea de las identidades absolutas, homogéneas y estáticas ha sido superada en mucho, dijo, pues hoy deben entenderse como procesos en construcción

·        Participó en la mesa redonda Debate sobre identidades en América Latina, realizada en la FFyL de la UNAM

 

La identidad de los cubanos en el exilio es resultado de una serie de rupturas dramáticas y dolorosas, pues al dejar su país forzosamente debieron adaptarse -muchas veces en situación de desventaja- a las nuevas condiciones de vida de los lugares a los que arribaron, afirmó Patricio Cardoso, de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.

 

Es posible afirmar, dijo, que aquella vieja idea de las identidades absolutas, homogéneas y estáticas ha sido superada en mucho, pues hoy deben entenderse como procesos en construcción; es decir, se trata de “fenómenos que se van modificando, y los pueblos -en el devenir de la historia- generan y hacen particulares”.

 

Consideró que la manera en la cual estos exiliados de la isla caribeña perciben a su país no es ni se asemeja al sentimiento de la gran mayoría de los cubanos quienes han defendido su revolución, sus conquistas y su gobierno, aún en medio de las condiciones económicas más duras.

Al participar en la mesa redonda Debate sobre identidades en América Latina, el académico destacó que la transformación de la identidad de quienes salen de Cuba ha sido inevitable y, al mismo tiempo, necesaria.

 

Inevitable por ser el resultado de la ruptura con el pasado                      -caracterizada por gran incapacidad para aceptar la nueva realidad- y necesaria, porque quienes optan por la salida han requerido de otros elementos ideológicos que les permitan sobrevivir como cubanos, puntualizó.

 

Así, señaló, la identidad que asumen los originarios de aquel país caribeño en el exilio es múltiple, pues sus manifestaciones están profundamente determinadas por dichas circunstancias; es decir, aunque se asienten en las ciudades de Miami o Florida, no todos se identifican con los mismos elementos.

 

No es lo mismo entre ellos ser parte de una compañía de ron o refresquera, que empleado de mantenimiento de las mismas; jamás será igual pertenecer a las cúpulas políticas o económicas, que ser un posible y simple voto en las elecciones de autoridades locales y nacionales, subrayó

 

En el Salón de Actos de la FFyL, Cardoso mencionó que, en el caso de Cuba, todas las expresiones de identidad arrancan de un mismo momento histórico o punto de partida: el mestizaje, el cual es consecuencia de los procesos de transculturización y sincretismo que permitieron acumular ciertos rasgos genéticos y culturales para, posteriormente, dar origen a un pueblo cubano con cultura e identidad propias.

 

Desde hace mucho tiempo, dijo, Cuba se ha distinguido como un país de inmigrantes: rasgo que tuvo sus antecedentes en los constantes ingresos de peninsulares, colonizadores africanos, así como asiáticos, principalmente.

 

Lo cubano floreció poco a poco y de muy diversas maneras: en el empeño de la construcción de la nación y de la nacionalidad; en la oposición a la dominación colonial española; en la lucha autonomista, separatista, anexionista e independentista y, fundamentalmente, en la contienda por la liberación de los esclavos y el fin del régimen colonial hasta finales del siglo XIX, explicó.

Con la oposición a la intervención estadounidense en la guerra hispano-cubana, así como con la inconformidad con la ocupación militar y la presencia de bases navales y comerciales extranjeras en la isla, la identidad cubana adquirió nuevos rasgos hasta diseñar una conciencia nacional democrática, antiimperialista y profundamente humana, abundó Cardoso.

 

En su oportunidad, Ricardo Gamboa, de la FFyL, manifestó que la identidad es una especie de teatro en el cual existe una continuidad espacial y temporal, y donde los sujetos actuales se definen como continuadores de sus antecesores para así proyectarse hacia el futuro.

 

Por esto, la comprensión de dicho proceso debe darse a través del estudio de la historia, pues mediante ella se definen los rasgos que configuran la identidad colectiva, acotó.

 

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Patricio Cardoso, de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), señaló que la transformación de la identidad de los cubanos en el exilio ha sido inevitable y necesaria.

 

 

Foto 2

 

En la actualidad el estudio y enseñanza de la historia debe interpretarse como la adquisición de instrumentos forjadores y formadores de la identidad nacional entre las jóvenes generaciones, apuntó Ricardo Gamboa, de la FFyL.