Boletín UNAM-DGCS-039
Ciudad Universitaria
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SELECCIONA LA ONU A DOS EXPERTOS DE LA UNAM COMO INSPECTORES DE ARMAS QUÍMICAS EN IRAK
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Ellos son Benjamín Ruiz Loyola y José Luz
González Chávez, profesores de la Facultad de Química
· El entrenamiento iniciará el próximo lunes en instalaciones de la Comisión de Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección (UNMOVIC), en Viena
Dos universitarios, Benjamín Ruiz Loyola
y José Luz González Chávez, profesores de la Facultad de Química (FQ), han sido
elegidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para recibir el
entrenamiento que los convertirá en inspectores de armas químicas en Irak.
Dicho entrenamiento comenzará el próximo
lunes en instalaciones de la Comisión de Naciones Unidas de Vigilancia,
Verificación e Inspección (UNMOVIC), en Viena, y concluirá el 7 de febrero,
fecha a partir de la cual quedarían a disposición de la ONU para pasar entre
tres y seis meses en Irak trabajando como parte de los grupos de inspección de
armas.
Al curso asistirán alrededor de 50
especialistas en las áreas de armas químicas, biológicas y nucleares de países
como Italia, Australia, Austria, Hungría, Francia, Rusia, Argentina y Brasil,
quienes fueron rigurosamente seleccionados, por su trayectoria y conocimiento,
por representantes de dicha Comisión.
Ruiz Loyola mencionó que México tiene una
intensa vocación pacifista, por lo cual no se trabaja con armamento químico.
Además, “nuestro país no puede darse el lujo de desviar recursos para algo tan
estúpido como fabricar armas de destrucción masiva”. La paz también es una
vocación personal, reflejo de una actitud institucional.
Los universitarios cuentan con la
capacidad necesaria. González Chávez participa en cursos de entrenamiento para
inspectores desde 1993 y actualmente es uno de los 20 integrantes a escala
mundial que forman parte de la Comisión de Confidencialidad de la Organización
para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya, Holanda.
En tanto, Ruiz Loyola tiene amplio
conocimiento sobre la forma como se preparan, funcionan, analizan y actúan en
el cuerpo estas sustancias, y colabora con la Coordinación de Seguridad,
Prevención de Riesgos y Protección Civil de la FQ.
El curso, explicó este último, se
dividirá en dos partes principales. La primera está dedicada a conocer la
historia, el entorno social y la situación actual de Irak, “porque como
extranjeros debemos respetar las costumbres de ese pueblo. Es importante que
quienes tenemos la posibilidad de hacer un esfuerzo en pro de la paz desde el
trabajo de inspección, poseamos un conocimiento amplio de aquel país”.
La segunda es “completamente técnica”,
versa sobre armas químicas específicamente; es decir, se proporcionará un
conocimiento más puntual de sus características. En su opinión, lo más novedoso
será el aprendizaje de toma de muestras y de métodos potencialmente riesgosos
utilizando trajes de protección adecuados, algunos de los cuales permiten la
sobrevivencia hasta por 24 horas, así como procedimientos de descontaminación.
Todo ello servirá para definir
el tipo de actividades que cada uno de los especialistas podrá realizar con
mayor efectividad, de manera que se traduzca en un trabajo de equipo bien
hecho. “Parecería una frase melodramática, pero la paz mundial queda en manos
de los inspectores, por lo cual es necesaria una labor responsable y muy
cuidadosa”.
González Chávez, agregó que
dentro del entrenamiento se hablará mucho sobre las resoluciones que ha tomado
Naciones Unidas en lo que respecta a Irak. Asimismo, precisó que en la parte
práctica los expertos serán divididos por especialidades: armas químicas,
biológicas y nucleares.
Benjamín Ruiz señaló que los inspectores
comenzaron a trabajar en Irak en noviembre pasado, luego de la aprobación de la
resolución 1441 sobre el desarme de Irak, aceptada por unanimidad por los 15
miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
A partir de entonces, la UNMOVIC percibió
la necesidad de contar con más gente preparada, “porque hay mucho por
inspeccionar y poco tiempo para hacerlo y obtener resultados reales, precisos y
rápidos”.
En este tipo de labores,
añadió José Luz González, “uno no trabaja solo, sino que se trata de grupos de
inspectores donde con anterioridad se observan fotos satelitales, geología de
los terrenos, en fin. Se trata complementar el trabajo de los expertos en las
diversas disciplinas”.
Hans Blix, jefe de inspectores
de armas de la Naciones Unidas deberá presentar un informe de las actividades
desarrolladas por ese grupo y de sus conclusiones, con base en lo cual el
Consejo de Seguridad optará por tomar una nueva resolución o continuar
aplicando la 1441 y ampliando los plazos de inspección.
José Luz González opinó que es
importante que no todos los inspectores sean de naciones poderosas como Estados
Unidos, Inglaterra o Alemania. “Puedo asegurar que mi comportamiento y
decisiones serán totalmente independientes de cualquier presión o intereses
políticos o diplomáticos que puedan existir. Antes que nada están los
principios”.
En el territorio iraquí,
indicaron ambos expertos, se pretende tener conocimiento de productos químicos
utilizados en la industria que puedan haber sido desviados para la producción
de armas, como el etilenglicol, sustancia común que se utiliza como
refrigerante en los radiadores de autos, para falsificar vinos o, en el peor de
los casos, como materia prima para fabricar gas mostaza (el cual puede provocar
toxicidad neurológica y gastrointestinal, entre otros daños).
Además, se buscarán
directamente armas químicas: sarín, compuestos VX, gas mostaza, cianuro de
hidrógeno, entre otros, y cualquier medio para diseminarlas como son los
aerosoles, proyectiles de artillería, obuses o misiles balísticos de largo
alcance.
Para realizar su trabajo,
consideró Ruiz Loyola, los inspectores enfrentarán no sólo la actitud hostil de
la población iraquí que se siente agredida, además de un lenguaje y costumbres
completamente diferentes, sino temperaturas extremas.
La experiencia que se obtenga
en el entrenamiento, dijo, dejará un grupo internacional preparado para
cualquier eventualidad en otro país, tanto en apoyo de la ONU, como de alguna
otra comisión u organización.
Refirió que haber sido
seleccionado por ese organismo mundial es un orgullo. “Es una oportunidad
representar a la Universidad y al país en una actividad en la cual se tiene
capacidad a pesar de ser poco común en una nación pacifista como la nuestra. Es
también una enorme responsabilidad que debo enfrentar de la mejor manera y un
reconocimiento al trabajo de mucho tiempo”.
Esto demuestra que, a pesar de
lo que se diga, no hay otra institución educativa en México tan importante, tan
capaz y tan bien conformada como la UNAM; “universidades hay muchas, pero
Universidad sólo la nuestra”.
Finalmente, el académico
universitario destacó que un ataque con armas químicas implica no sólo poner en
riesgo a los seres humanos, sino a todas las formas de vida. Eso no debe
suceder, por lo que el trabajo que realizará como inspector de la ONU es
importante “para mí, para el país y para todo el mundo”, y en ese sentido
agradeció la oportunidad que la UNAM le ha brindado para desarrollarse.
En tanto, para González Chávez
asistir a este curso representa un reto y una satisfacción personales. Es
también un reconocimiento para el trabajo que se hace en esta institución.
“Debe ser un orgullo para esta casa de estudios que en la selección, los dos
mexicanos pertenezcamos a ella. Eso habla de su nivel”.
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PIES DE FOTO
Foto1
Benjamín Ruiz Loyola, profesor de la
Facultad de Química, elegido por la ONU para recibir el entrenamiento que lo
convertirá en inspector de armas químicas en Irak, aseguró que México tiene una
intensa vocación pacifista, empero los universitarios tienen la capacidad para
realizar tal labor.
Foto 2
El profesor de la Facultad de Química, José Luz González Chávez, señaló que la participación de ambos académicos es un reconocimiento para el trabajo que se hace en esa institución.