14:30 hrs. Enero 14 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-032

Ciudad Universitaria

 

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EL DROGADICTO DEBE SER CONSIDERADO COMO ENFERMO, NO COMO INFRACTOR

 

·        Adelina González, de la ENTS, habló en los Foros Internacionales México, Centroamérica, Canadá e Italia: experiencias de intervención sobre situaciones de sufrimiento social, que se llevaron a cabo en la UNAM

·        Existe relación entre las adicciones y otros padecimientos; por ejemplo, los cuadros depresivos van de la mano con el consumo de alcohol; el 30% de las muertes en nuestro país están relacionadas con esta droga

 

El adicto a cualquier tipo de droga es un enfermo y hay que considerarlo como tal, no como un infractor o delincuente, aseguró Adelina González, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

 

Durante su participación en los Foros Internacionales México, Centroamérica, Canadá e Italia: experiencias de intervención sobre situaciones de sufrimiento social, efectuados en esa dependencia, indicó que el uso de drogas no es nuevo: desde la antigüedad se han empleado para ritos místicos en todas las civilizaciones.

 

Sin embargo, con el incremento de las adicciones en las décadas recientes –el 30% de las muertes en nuestro país se relacionan con el consumo de alcohol-, varios países han hecho investigaciones para identificar factores de protección contra ellas.

 

Algunos de los que se han encontrado son un vínculo sólido entre la familia, la constante vigilancia paterna y materna con reglas claras de conducta dentro de la unidad familiar, así como la participación de los padres en la vida de sus hijos.

 

Al hablar de los “Modelos de atención contra las adicciones”, González destacó que, por el contrario, entre las causas de riesgo se encuentra un ambiente doméstico caótico, particularmente donde la autoridad en casa abusa en el consumo de sustancias tóxicas, se padecen enfermedades mentales o, simplemente, cuando no hay una comunicación funcional dentro del núcleo familiar.

 

Están, además, la paternidad ineficaz -especialmente con hijos de temperamentos difíciles y desórdenes de conducta-, la falta de solidaridad de los padres y entre hermanos, los comportamientos de timidez y agresividad, así como el fracaso en el desempeño escolar de los vástagos y, por último, la percepción del consumo de drogas en el ambiente inmediato de éstos y la disponibilidad de las sustancias.

 

En el auditorio doctor Manuel Sánchez Rosado de la ENTS, la académica mencionó que en la sociedad se estimula el consumo de una droga lícita, el alcohol, puesto que en cada reunión familiar, fiesta, celebración, etcétera, se considera elemento indispensable.

 

Estudios sobre psicosis tóxica señalan, por otro lado, que en la mujer las adicciones más frecuentes son el alcohol y los barbitúricos, porque tienen acceso a ellos con más facilidad. Asimismo, encuentran una fuga a través del consumo de tabaco, una de las drogas que más ganancias ha producido a los comerciantes y que se relaciona con problemas de salud tan graves como el enfisema pulmonar, el cáncer de pulmón o de boca.

 

Estas conductas dentro del núcleo familiar conducen al niño a iniciarse en el uso de drogas legales que más tarde, durante la adolescencia, lo llevan a consumir otro tipo de sustancias, precisó la especialista.

 

También se ha encontrado que existe una correlación entre las adicciones y otros padecimientos; por ejemplo, los cuadros depresivos en adolescentes y adultos van de la mano con el abuso de alcohol y esto, a su vez, con los accidentes.

Adelina González explicó que el trabajo con quienes padecen adicciones no tiene que ser privativo de los psicólogos, psiquiatras o psicoterapeutas, sino una labor compartida por la sociedad. Por ello es necesario formar una “red”, donde los diversos sectores sociales participen con el objeto de brindar información y orientación, para que cada cual ejerza su libertad y asuma su responsabilidad.

 

Debe involucrarse a población, autoridades e instituciones, así como a sectores tanto públicos como privados, en la planeación, programación, ejecución y evaluación de programas y acciones encaminados a fortalecer el sistema nacional de salud, puntualizó la especialista.

 

En la actualidad, concluyó, la tendencia del sector salud sigue siendo la prevención en el sentido de disminuir las situaciones de riesgo asociadas a las drogas, así como de llevar a cabo una serie de acciones dirigidas a evitar su empleo si no es por prescripción médica, más aún cuando se trata de sustancias psicoactivas.

 

 

 

 

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Se realizan investigaciones en varios países para identificar factores de protección contra el consumo de drogas, afirmó la profesora de la ENTS, Adelina González.