06:00 hrs. Enero 11 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-024

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

LA UNAM Y DIVERSAS ORGANIZACIONES COLABORAN PARA ENFRENTAR LA FARMACODEPENDENCIA EN MÉXICO

 

·        De 1993 a 1998, el número de personas que había utilizado drogas o sustancias ilegales "alguna vez en la vida" pasó de 1.5 millones a 2.5 millones, según la Encuesta Nacional de Adicciones

·        Se requiere de personal más capacitado y especializado para ayudarlas: Carlos Arteaga, director de la ENTS

·        Es necesario desarrollar estrategias apoyadas en criterios científicos para atacar el problema de raíz, señaló Machín Ramírez

 

Se deben desarrollar estrategias que, a partir de criterios científicos, permitan atacar de fondo el problema de la farmacodependencia, señaló Juan Machín Ramírez, director del Centro Cáritas para la Atención de las Farmacodependencias y Situaciones Críticas Asociadas (CAFAC).

 

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Adicciones realizada por la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano de Psiquiatría, la Dirección General de Epidemiología y el Consejo Nacional contra Adicciones (Conadic), en el país el número de personas que había utilizado drogas o sustancias ilegales "alguna vez en la vida" pasó de 1.5 millones en l993 a 2.5 millones en 1998.

 

Machín Ramírez indicó que para compartir experiencias innovadoras de México y otras naciones sobre este fenómeno social, se llevan a cabo los “Foros Internacionales México, Centroamérica, Canadá, Italia: experiencias de intervención sobre situaciones de sufrimiento social”, que en este caso se realizaron en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).

 

Experiencia de tratamiento no institucionalizado, Modelos de atención contra las adicciones, Políticas públicas de drogas y la juventud, Los universitarios y el consumo de sustancias tóxicas, son algunos de los tópicos que se plantearon en este foro internacional en el que participaron diversas instituciones, organizaciones civiles y redes de éstas que se abocan al tema.

 

Carlos Arteaga Basurto, director de la ENTS, manifestó que la UNAM contribuye, a través de este tipo de encuentros, a enfrentar problemas lacerantes como las adicciones que viven algunos sectores  de la población. Informó que los foros forman parte de una serie de proyectos conjuntos con diversos centros e institutos, cuyo fin es beneficiar a los grupos sociales que necesitan atención de personal capacitado y especializado en el campo de las farmacodependencias.

 

En esta reunión internacional participaron diversos centros y asociaciones como el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), Cáritas Quiché Guatemala, Hogar Integral de la Juventud (HIJ), la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y la Red Mexicana de Organizaciones que Intervienen en Situaciones de Sufrimiento Social (Remoisss).

 

El presidente de este último organismo, Joaquín del Bosque Cortazar, mencionó que la conformación de la red –integrada por 17 organizaciones– responde a la preocupación de diversos instancias por formar un marco metodológico común que permita realizar intervenciones específicas para cada situación.

 

La farmacodependencia ya no sólo afecta a los jóvenes. En los últimos cinco años ha aumentado el uso de drogas en adultos mayores de 40 años. Esto se debe en parte a la descomposición del tejido social, agregó Del Bosque.

 

Explicó que la imposibilidad de los adultos para sentirse seguros en sus relaciones interpersonales y en su vida cotidiana, esto es, un estado de sufrimiento no manifestado, son algunos de los factores que influyen en dicho incremento.

 

Machín Ramírez, de Cáritas, resaltó por su parte que el uso y abuso de drogas constituye un fenómeno complejo que tiene consecuencias adversas en la salud individual, en la integración de las comunidades humanas y en la estabilidad social.

 

Es por ello que se requiere desarrollar mayor investigación sobre este fenómeno, con el fin de conocer las características de los consumidores, identificar cuáles son los factores de riesgo que inducen a participar en el uso de sustancias tóxicas, así como conocer sus implicaciones en la salud y la conducta en el corto y mediano plazos, afirmó.

 

Habló sobre uno de los modelos en el que actualmente se está trabajando, denominado Epistemología de la complejidad, ética y comunitaria (ECO2) el cual se basa en diferentes marcos teóricos como el psicoanálisis, la psicología social y la sociología, que permiten intervenir de manera específica en el asunto de las farmacodependencias.

 

Dicho modelo se apoya en una metodología cuyos ejes principales se desprenden de factores fisiológicos, socioculturales y psicosociológicos; con base en éstos, se busca promover la seguridad y la salud de los farmacodependientes. La intervención debe ser local y en lo cotidiano, así como situarse en tiempos y espacios específicos, concluyó el responsable de la CAFAC.

 

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Foto 1

 

Se deben desarrollar estrategias que, a partir de criterios científicos, permitan atacar de fondo el problema de la farmacodependencia, señaló Juan Machín Ramírez, director del Centro Cáritas para la Atención de las Farmacodependencias y Situaciones Críticas Asociadas (CAFAC)

 

 

Foto 2

 

Aspecto de los “Foros Internacionales México, Centroamérica, Canadá, Italia: experiencias de intervención sobre situaciones de sufrimiento social” realizados en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.