06:00 hrs. Enero 11 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-023

Ciudad Universitaria

 

 

DESARROLLÓ LA FES CUATITLÁN UN SISTEMA PARA CLASIFICAR CARNE DE BOVINO SEGÚN EL COLOR DE SU GRASA

 

·        Ofelia Mora Izaguirre, del Laboratorio de Inmunología y Metabolismo de Rumiantes, afirmó que se lograría la estandarización del color –uno la más blanca a cinco la más amarilla-

·        Fue desarrollado junto con expertos del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM, así como el Centro de Investigación Óptica de León, Guanajuato

·        Los consumidores evitan la carne con grasa amarilla (aunque no es dañina), lo que genera pérdidas económicas para los productores

 

Médicos veterinarios de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) han desarrollado un equipo para estandarizar los grados de color de la grasa de la carne a la hora de clasificar los canales y el ganado en pie, el cual está en vías de ser patentado.

 

Lo anterior fue resultado de una investigación que, desde hace seis años, busca una solución al problema de comercialización de la carne de bovino con grasa amarilla que, aunque no es dañina, es menos consumida.

 

Así lo informó la doctora Ofelia Mora Izaguirre, del Laboratorio de Inmunología y Metabolismo de Rumiantes de esta institución, al dar la conferencia “El médico veterinario en la clasificación de canales”, organizada por la Cátedra de Ciencia y Tecnología de la Carne.

 

Con el fin de solucionar dicha falta de estandarización, la especialista y su grupo de colaboradores desarrollaron un equipo, basado en fibra óptica, que podrá ser utilizado por los productores y en los rastros Tipo Inspección Federal (TIF).

 

El aparato medidor, que fue creado junto con el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM, y el Centro de Investigación Óptica de León, Guanajuato, tiene una escala del uno -el más blanco-, hasta el cinco -muy amarillo-.

 

La apariencia visual de un producto, explicó la investigadora, es determinante en la elección del mismo por parte del consumidor; en el caso de la carne de bovino, el cliente opta por aquella cuya grasa es blanca y rechaza la amarilla, por considerarla una señal de que no es fresca.

 

Aunque tal apreciación no es correcta y dicho artículo no representa un riesgo para la salud humana, pues su tonalidad es generada por el betacaroteno –sustancia inocua que posee el pasto ingerido por el animal-, la situación descrita ha derivado en una dificultad de comercialización que se traduce en gastos y pérdidas económicas para los productores.

 

En aras de evitar tal rechazo, éstos han recurrido a técnicas empíricas que demandan altos costos o implican un riesgo para los consumidores. Una de ellas, la cual realizan ya en el rastro, consiste en raspar la grasa amarilla con un cuchillo; la desventaja es que la pieza pierde peso. Otra, es recubrir los canales con una solución de cal, perjudicando a quienes ingieren la carne.

 

Por ello, como un instrumento adicional al equipo para la clasificación de canales, se pensó ya en “meter una microfibra óptica en una aguja, similar a la que se utiliza para inyectar, que se introducirá en el animal vivo para poder detectar el color de su grasa. Esto le dará la ventaja al productor, por ejemplo, de saber qué especímenes puede enviar de inmediato al rastro, y cuáles detener para aplicarles un programa que permita blanquearlos”.

 

La especialista, responsable de la Cátedra Coloración Estacional de la Grasa de Bovinos Finalizados en Pastoreo, aseguró que estos trabajos muestran que las funciones de los veterinarios “no se limitan a ser sólo médicos-clínicos, también podemos incursionar en el ámbito científico y ser investigadores”.

 

Por otra parte, Mora Izaguirre agregó que, ciertos de que el betacaroteno es convertido en vitamina A por la enzima 15.15 dioxigenasa, se han dado a la tarea de secuenciar el gen de tal enzima de bovino, del cual ya tienen el 80%; “hasta ahora nadie la había podido purificar, esperamos publicar el resultado en breve”.

 

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