13:00 hrs. Enero 08 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-017

Ciudad Universitaria

 

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LAS MUJERES NECESITAN MENORES DOSIS DE PSICOFÁRMACOS QUE LOS HOMBRES

 

·        Son más sensibles a los efectos de ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos

·        Alonso Fernández Guasti, del Instituto Politécnico Nacional, dictó la conferencia “Interacción de fármacos con hormonas esteroides”, en la Facultad de  Medicina de la UNAM

·        La proporción de mujeres que se deprimen es de tres a uno en relación con los varones, y de cinco a uno después del climaterio, agregó

 

A las mujeres que lo requieran se les deben prescribir psicofármacos en dosis menores en comparación con los recetados a hombres en situación similar, señaló Alonso Fernández Guasti, jefe del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

 

En la Facultad de Medicina de la UNAM, el especialista indicó que está demostrado que el sexo femenino es más sensible a los efectos de ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos. Sin embargo, son las mujeres quienes con mayor frecuencia los utilizan, más aún durante su vejez.

 

La cuestión es que toda la experimentación fisiológica y farmacológica previa al lanzamiento al mercado de los medicamentos se realiza en varones, aunque el consumo es indistinto.

 

A las mujeres, explicó en el Auditorio “Fernando Ocaranza”, no se les incluye en esas pruebas por su constante exposición a hormonas naturales -particularmente durante el embarazo, la lactancia y la menopausia-, así como a las sintéticas, a través de los anticonceptivos.

 

El metabolismo general, tanto de las hormonas como de los psicofármacos, se lleva a cabo en el hígado, donde hay enzimas que pueden ser ocupadas por ambos, “de tal suerte que unas inhiben el proceso de los otros”, aseguró durante la conferencia “Interacción de fármacos con hormonas esteroides”.

 

De esta forma, dijo, los psiquiatras deben tomar en cuenta especialmente las modificaciones hormonales de acuerdo con el momento del ciclo menstrual en el cual se encuentren las mujeres.

 

Existen cinco fases de dicho periodo: la folicular (unos 10 días antes de la ovulación); la ovulatoria (a la mitad del ciclo); la lútea (la de secreción de progesterona); la premenstrual (en la cual aparecen más cambios psicológicos), así como la menstrual propiamente dicha, detalló.

 

Asimismo, comentó, las alteraciones psiquiátricas se clasifican generalmente en tres grandes grupos: ansiedad, depresión y psicosis. La primera no es invalidante, sin embargo induce sudoración, estimulación de la motilidad gástrica y hay falta de concentración, entre otros síntomas. La segunda se manifiesta como ausencia de experimentación de placer, desmotivación, se tienen transformaciones en el patrón  de sueño y puede llegar a ser severa. Finalmente, la psicosis se presenta cuando los individuos pierden el contacto con la realidad.

 

Regularmente, continuó, las mujeres muestran mayores alteraciones en los niveles de ansiedad, una de las características fundamentales del síndrome premenstrual, el cual no todas padecen.

 

También, aseveró, muchas presentan depresión, en una relación de  tres a uno comparadas con los varones, y de cinco a uno después del climaterio. Pero, en contraste, aunque los hombres se deprimen menos se suicidan más.

En cuanto a la psicosis, la distribución parece ser ligeramente menor en mujeres, a pesar de que no hay datos estadísticamente significativos, afirmó.

 

El investigador del IPN agregó también que, además de las diferencias anatómicas entre sexos –talla y peso, distribución de grasa, de vello o la voz– hay algunas denominadas discretas, como la fijación ósea de calcio, así como el metabolismo de fármacos y hormonas.

 

Por ello, finalizó, se debe considerar el género de los individuos en la selección de las dosis de psicofármacos que se les recetarán.

 

 

 

 

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A las mujeres que lo requieran se les deben prescribir psicofármacos en dosis menores en comparación con los recetados a hombres en situación similar, señaló en la Facultad de Medicina de la UNAM, Alonso Fernández Guasti, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).