Boletín UNAM-DGCS-015
Ciudad Universitaria
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LA UNAM,
FUNDAMENTAL EN EL DESARROLLO DE INTERNET EN MÉXICO
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Esta institución fue asignada como Centro de
Operación de Videoconferencia en la red Internet 2, anunció Alejando Pisanty
Baruch, de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico
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Carlos Casasús, presidente de la Corporación
Universitaria para el Desarrollo de Internet, mencionó que en México cerca
de la mitad de los usuarios de Internet están relacionados con instituciones
de educación superior
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Internet 2 es una red de alto desempeño y velocidad:
Mónica Verea, de la Oficina de Colaboración Interinstitucional de la UNAM
La UNAM ha tenido un papel fundamental en las
telecomunicaciones y, en particular, en el desarrollo de Internet en México, de
lo cual es pionera. Muestra de ello es su reciente asignación como Centro de
Operación de Videoconferencia en la red Internet 2, anunció Alejando Pisanty
Baruch, titular de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico
(DGSCA).
Al participar en el seminario “Internet 2” en la Casa de las Humanidades, señaló que desde la creación de la
Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet (CUDI), asociación
civil de instituciones académicas para el manejo de Internet 2, la UNAM, a
través de la DGSCA, también administra el Centro de Operación de esa red; es
decir, se encarga del movimiento de tráfico, la creación y modificación de
enlaces, etcétera.
Por su parte, Carlos Casasús, presidente de la CUDI, indicó
que la red Internet que hoy es comercial surgió por medio de investigación y desarrollos
patrocinados por el gobierno de Estados Unidos.
Cuando esta nación cayó en la cuenta del impacto que tenía Internet en
el desarrollo económico mundial de la década pasada, la administración Clinton
inició el proyecto “Iniciativa para una Internet de Nueva Generación”. Como
parte de esta iniciativa, 34 de las principales universidades de EU se
asociaron para formar University Corporation for Advanced Internet Development
(UCAID), que opera la principal red de Internet 2.
UCAID, abundó, es actualmente un consorcio no lucrativo integrado por
más de 200 universidades, las cuales trabajan en asociación con el gobierno y
la industria de esa nación para desplegar y desarrollar tecnologías, así como
aplicaciones avanzadas para la Internet del mañana.
Casasús explicó que en otros países se ha seguido el modelo
estadounidense y se han formado asociaciones similares para desarrollar las
Redes Nacionales de Investigación y Educación (NREN’s, por sus siglas en
inglés), las cuales pueden conectarse a Internet 2.
Con el fin de facilitar la operatividad internacional se reconoce una
sola red para conectar a cada país. Actualmente existen 40 NREN’s que cuentan
con convenios de interconexión, con lo cual se benefician más de tres mil
universidades en el mundo.
En México, añadió, las instituciones educativas enfrentan la presión de
crecer de manera acelerada. De los 11 millones de jóvenes en edad de ir a la
universidad, sólo se atiende a dos millones, es decir el 18%, mientras que
Chile y Argentina acogen el 30% y Canadá casi el 100%.
Las tecnologías de la información pueden ser una solución para
enfrentar este problema, pues a través de ellas es posible aumentar la
capacidad y calidad del sistema de educación superior a una fracción del costo
de hacerlo con los modelos tradicionales. Sin invertir en edificios, la
universidad puede extender sus beneficios y su alcance, por mencionar sólo un
ejemplo.
De ese modo, Internet 2 se propone apoyar a todo el sistema
de educación superior, utilizando telecomunicaciones para incrementar el
volumen y la eficacia de los procesos educativos, apoyar la investigación
mediante herramientas compartidas y colaboraciones interinstitucionales, así
como permitir el desarrollo de aplicaciones con el fin de impulsar la nueva
generación de Internet.
En su turno, Mónica Verea, directora de la Oficina de Colaboración
Interinstitucional, dijo que Internet 2 es una red de alto desempeño y
velocidad. Hablar de las bondades de este sistema es abrir la posibilidad de
ofrecer a distancia cátedras, talleres, cursos y seminarios nacionales e
internacionales.
También a través de esta red se pueden transmitir eventos académicos y
expresiones culturales en vivo, casi desde cualquier parte del mundo; acceder a
información para investigación en tiempo real, lograr la manipulación remota de
instrumentos en laboratorios especializados o de difícil acceso (como
telescopios o microscopios electrónicos), y asimismo la obtención en línea de
los datos que generen.
Por ello, opinó, fomentar Internet 2 es apoyar “todo lo que celebra la
Universidad: intercambios a nivel académico y cultural, a la vez que nos
ponemos a la vanguardia tecnológica que exige el entorno nacional e
internacional”.
Sobre la red Internet, Carlos Casasús aseguró que, en México, cerca de
la mitad de sus usuarios están relacionados con instituciones de educación superior.
Siete de ellas (las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma
Metropolitana, de las Américas, de Guadalajara, Autónoma de Nuevo León, así
como los institutos Politécnico Nacional y Tecnológico y de Estudios Superiores
de Monterrey) decidieron integrar, en 1999, una red universitaria con conexión
de alta capacidad y a un costo menor, llamada CUDI.
Actualmente la conforman 70 instituciones académicas, que representan
más de dos terceras partes de la matrícula del sistema de educación superior
nacional (un millón 400 mil alumnos, 100 mil profesores, dos mil 300 carreras y
150 mil computadoras en red).
Al respecto Alejandro Pisanty, quien también es vicepresidente del
consejo del Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, señaló que en
1996 en la Universidad Nacional se plantearon los grandes problemas de Internet
en México: uno de ellos era de tecnología y capacidad en las redes. “Nos
propusimos impulsar mejoras en el acceso a la red para los universitarios”.
Mencionó que algunas de las aplicaciones importantes para Internet 2
son las que requieren grandes transferencias de datos en tiempos cortos, por
ejemplo, imágenes médicas o de observaciones astronómicas (compuestas por
millones de bits), o bien, información que necesita alta calidad y mucha
seguridad.
En 1997, indicó, “buscamos conectarnos a las redes que estaban siendo
creadas en Estados Unidos e incluir a la UNAM en estos consorcios. Pero, dado
que estaban financiados con fondos públicos de ese gobierno, no iban a admitir
como socios a universidades extranjeras, pero sí aceptarían proyectos conjuntos
con redes, en este caso con la CUDI”, de donde esta casa de estudios es
fundadora.
Además, “nos preocupamos por establecer una columna vertebral (o parte
principal de la red a la cual se conectan las dependencias), con una nueva
tecnología llamada gigabit eternet”, que permitirá acercar Internet 2 a las
diferentes universidades de manera progresiva.
Con esta nueva tecnología “soportaremos intensos y novedosos servicios
como voz y video sobre IP” –protocolo de Internet, por sus siglas en inglés-.
El próximo año, añadió Pisanty, nos proponemos continuar la construcción de esa
columna vertebral de gigabit (equivalente a 109 bits por segundo) y
conectar a las dependencias universitarias con la mayor capacidad posible.
Las aplicaciones para Internet 2 serán nuevos estándares y métodos de
trabajo para videoconferencias y, en general, comunicaciones de video, así como
cómputo de alto rendimiento con el inicio de operaciones de un nuevo equipo de
supercómputo en la DGSCA, entre otras.
Estamos preparados para empezar a trabajar en Internet 2 con cualquier
dependencia universitaria, pero no para llevar redes de banda ancha a cada
laboratorio. El esquema que ahora funciona es el diseño de proyectos de
investigación que necesitan redes de alta capacidad, finalizó el funcionario.
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Foto 1
La UNAM ha
desempeñado un papel fundamental en las telecomunicaciones y el desarrollo de
Internet en México, de lo cual es pionera, aseguró Alejandro Pisanty, director
general de Servicios de Cómputo Académico.
Foto 2
El presidente de
la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet, Carlos Casasús,
señaló que en México de los 11 millones de jóvenes en edad de ir a la
universidad, sólo se atiende a dos millones, por lo que las tecnologías de la
información pueden ser una solución para enfrentar tal problema.