06:00 hrs. Enero 04 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-007

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA A LOS NIÑOS DEBE SER INTEGRAL: ALMA MIREIA LÓPEZ

 

·        Se pretende reunir en una sola actividad un conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a propiciar el desarrollo del niño, con el apoyo de la familia, dijo

·        Se puede aplicar a todos los menores, incluso a los recién nacidos, destacó

 

La estimulación temprana no puede darse fragmentada en áreas auditivas, visuales, motoras o de integración social y familiar, debe ser integral y comprender todas aquellas actividades que -al ser realizadas oportuna y acertadamente- permitan enriquecer el desarrollo físico, mental y socio-afectivo del niño, aseveró Alma Mireia López Arce, de la Facultad de Psicología.

 

Por ello, señaló, en la actualidad se pretende reunir un conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a propiciar el desarrollo del niño, así como a incrementar el alcance de sus capacidades.

 

La estimulación temprana, indicó, se puede aplicar a todos los niños, incluso a los recién nacidos. En los sanos promueve su desarrollo óptimo; en los de alto riesgo –infantes que antes o después del parto estuvieron en peligro de morir–, se detecta oportunamente el riesgo de secuelas invalidantes, y en los menores que tienen daño neurológico, se busca habilitar su funcionamiento cerebral, indicó la especialista en neurodesarrollo.

 

Sin embargo, consideró, para lograr mayor éxito, el pequeño requiere crecer en un entorno favorable, rico en seguridad y amor, así como en un ambiente físico-ecológico saludable.

 

Aunque todavía hay quienes creen que la estimulación temprana se debe realizar únicamente en instituciones, esto no es cierto, porque su efectividad depende de que sea concebida como parte de la rutina del menor, sostuvo López Arce.

 

En ese sentido, la familia es considerada promotora de la salud y el desarrollo infantil. El rol tradicional, en el cual los especialistas eran los únicos responsables de la rehabilitación del infante, ya se superó. Ahora, esa tarea se comparte con los padres, quienes se convierten en operarios de los programas; los especialistas ocupan el papel de supervisores y asesores, apuntó.

 

Por ello, dijo, cuando se decide dar a un niño una terapia de este tipo es importante  tener el diagnóstico personalizado y no perder de vista el contexto socioecológico en el que se encuentra inmerso.

 

Si un menor acude a una institución especializada, el ambiente en el cual se le proporciona la estimulación es artificial, porque la dependencia dispone de todos los elementos necesarios para atenderlo y, sin embargo, cuando regresa a su entorno esto no existe; por lo tanto, la acción terapéutica no surte el mismo efecto, comentó.

 

La coordinadora de diplomados de la Facultad de Psicología destacó la importancia de que, como parte del proceso de estimulación temprana, se enseñe a los padres a rescatar de la naturaleza los estímulos que enriquecerán y mejorarán el funcionamiento cerebral de su hijo.

 

Aunque la familia no tenga acceso a todos los aparatos, juguetes o equipo sofisticado empleado tradicionalmente, puede usar y adaptar los recursos que tiene en su casa, porque esa es la realidad contextual en la cual vive el menor, abundó.

 

Por lo tanto, el niño, la familia y también el medio tienen que estar involucrados en la terapia y eso no puede hacerse desde una institución, sostuvo.

En tal sentido, los programas de estimulación temprana deben ser flexibles y fáciles de adaptar a cada situación, aunque sin perder de vista el enfoque psicológico, porque si se estimula al niño sin hacer una evaluación previa se corre el riesgo de generar en él una sobrecarga cerebral, la cual se manifiesta en bochornos, sudoración, dificultad para respirar, palidez, náusea y vómito.

 

De ahí la importancia de saber qué tipo de estímulo proporcionar y de qué intensidad lo requiere el cerebro del menor, con el fin de que aprenda a autoorganizarse para dar respuestas adecuadas a su entorno, concluyó.

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

En el proceso de estimulación temprana se debe enseñar a los padres a rescatar de la naturaleza los estímulos que van a enriquecer y a mejorar el funcionamiento cerebral de su hijo, señaló Mireia López, de la Facultad de Psicología.

 

Foto 2

 

En la actualidad, la estimulación temprana debe reunir en una sola actividad un conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a propiciar el desarrollo integral del niño, indicó la psicóloga Mireia López.