Boletín UNAM-DGCS-007
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
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Se pretende reunir en una sola actividad un
conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a propiciar el desarrollo del
niño, con el apoyo de la familia, dijo
· Se puede aplicar a todos los menores, incluso a los recién nacidos, destacó
La estimulación temprana no
puede darse fragmentada en áreas auditivas, visuales, motoras o de integración
social y familiar, debe ser integral y comprender todas aquellas actividades
que -al ser realizadas oportuna y acertadamente- permitan enriquecer el
desarrollo físico, mental y socio-afectivo del niño, aseveró Alma Mireia López
Arce, de la Facultad de Psicología.
Por ello, señaló, en la actualidad
se pretende reunir un conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a propiciar
el desarrollo del niño, así como a incrementar el alcance de sus capacidades.
La estimulación temprana,
indicó, se puede aplicar a todos los niños, incluso a los recién nacidos. En
los sanos promueve su desarrollo óptimo; en los de alto riesgo –infantes que
antes o después del parto estuvieron en peligro de morir–, se detecta
oportunamente el riesgo de secuelas invalidantes, y en los menores que tienen
daño neurológico, se busca habilitar su funcionamiento cerebral, indicó la
especialista en neurodesarrollo.
Sin embargo, consideró, para
lograr mayor éxito, el pequeño requiere crecer en un entorno favorable, rico en
seguridad y amor, así como en un ambiente físico-ecológico saludable.
Aunque todavía hay quienes
creen que la estimulación temprana se debe realizar únicamente en
instituciones, esto no es cierto, porque su efectividad depende de que sea
concebida como parte de la rutina del menor, sostuvo López Arce.
En ese sentido, la familia es
considerada promotora de la salud y el desarrollo infantil. El rol tradicional,
en el cual los especialistas eran los únicos responsables de la rehabilitación
del infante, ya se superó. Ahora, esa tarea se comparte con los padres, quienes
se convierten en operarios de los programas; los especialistas ocupan el papel
de supervisores y asesores, apuntó.
Por ello, dijo, cuando se
decide dar a un niño una terapia de este tipo es importante tener el diagnóstico personalizado y no
perder de vista el contexto socioecológico en el que se encuentra inmerso.
Si un menor acude a una
institución especializada, el ambiente en el cual se le proporciona la
estimulación es artificial, porque la dependencia dispone de todos los
elementos necesarios para atenderlo y, sin embargo, cuando regresa a su entorno
esto no existe; por lo tanto, la acción terapéutica no surte el mismo efecto,
comentó.
La coordinadora de diplomados de la Facultad de Psicología destacó la importancia de que, como parte del proceso de estimulación temprana, se enseñe a los padres a rescatar de la naturaleza los estímulos que enriquecerán y mejorarán el funcionamiento cerebral de su hijo.
Aunque la familia no tenga
acceso a todos los aparatos, juguetes o equipo sofisticado empleado
tradicionalmente, puede usar y adaptar los recursos que tiene en su casa,
porque esa es la realidad contextual en la cual vive el menor, abundó.
Por lo tanto, el niño, la
familia y también el medio tienen que estar involucrados en la terapia y eso no
puede hacerse desde una institución, sostuvo.
En tal sentido, los programas
de estimulación temprana deben ser flexibles y fáciles de adaptar a cada
situación, aunque sin perder de vista el enfoque psicológico, porque si se
estimula al niño sin hacer una evaluación previa se corre el riesgo de generar
en él una sobrecarga cerebral, la cual se manifiesta en bochornos, sudoración,
dificultad para respirar, palidez, náusea y vómito.
De ahí la importancia de saber
qué tipo de estímulo proporcionar y de qué intensidad lo requiere el cerebro
del menor, con el fin de que aprenda a autoorganizarse para dar respuestas
adecuadas a su entorno, concluyó.
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PIES DE FOTO
Foto 1
En el proceso de
estimulación temprana se debe enseñar a los padres a rescatar de la naturaleza
los estímulos que van a enriquecer y a mejorar el funcionamiento cerebral de su
hijo, señaló Mireia López, de la Facultad de Psicología.
Foto 2
En la actualidad, la estimulación temprana debe reunir en una sola actividad un conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a propiciar el desarrollo integral del niño, indicó la psicóloga Mireia López.