Boletín UNAM-DGCS-003
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
AUMENTA EL ALZHEIMER
EN EL MUNDO
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Son 10 millones de casos en el planeta: Hugo
Aréchiga
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El jefe de la División de Posgrado e
Investigación de la FM indicó que la investigación en el área de las neurociencias
se aplica en los campos de la inteligencia artificial y la robótica
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La enorme red de cien millones de neuronas
que es el cerebro humano constituye actualmente una de las fronteras de la
ciencia
Diez millones de personas en
el mundo padecen Alzheimer, la enfermedad neurodegenerativa más importante por
su impacto epidemiológico, cifra que va en aumento; y en México la padecen
aproximadamente 350 mil personas, el 5% de la población mayor de 60 años.
Hugo Aréchiga Urtusuástegui,
jefe de la División de Posgrado e Investigación de la Facultad de Medicina de
la UNAM, agregó que -por el número de víctimas que cobran estas enfermedades-
en segundo lugar está la de Parkinson, después se sitúan los padecimientos
formados por dos tipos de esclerosis: la múltiple y la lateral amiotrófica,
y en la cuarta posición se ubica la
dolencia conocida como la Corea de Huntington.
Dado que la esperanza de vida
del ser humano es cada vez mayor, llegará el momento en el cual el riesgo de
desarrollar estos padecimientos será enorme, advirtió, luego de recordar que en
nuestro país el promedio de vida es de 75 años.
Se calcula, indicó, que este
tipo de padecimientos estará en un futuro no muy lejano, entre los mayores
problemas de salud; de hecho, en este momento ya lo son en algunos países. Sin
embargo, todavía no tenemos respuestas a preguntas como la forma de evitar que
alguien los sufra o cuando menos sobre la manera de controlarlas.
Aréchiga señaló que, a pesar de lo mucho
que se ha avanzado en el estudio del cerebro, la inmensidad de la tarea hace
que apenas estemos en el comienzo del entendimiento de gran parte de sus áreas.
Aún falta mucho por estudiar,
dijo, sobre todo en relación con el aprovechamiento de los logros obtenidos en
este ámbito para resolver conflictos en el campo médico; si observamos el
panorama actual de las neurociencias, vemos que algunos de los problemas más
serios de salud afectan al sistema nervioso, la cuestión es que los expertos no
han logrado regenerarlo.
Otra línea de investigación
dentro de esa rama de la ciencia es la conducta social, la cual se codifica en
el cerebro: cómo tener el conocimiento necesario acerca de las bases del
comportamiento humano para modificarlo racionalmente. De momento, por ejemplo,
“no sabemos por qué un individuo se hace adicto a una droga y cómo corregir
este práctica”; o prevenirla, lo cual
sería mejor.
Por otra parte, sostuvo, la
industria está utilizando ampliamente los avances en el estudio de las
funciones del cerebro. En particular hay dos disciplinas, la inteligencia
artificial y la robótica, que se basan justamente en el conocimiento de la
lógica que usan los circuitos neuronales para transferir información.
Sobre las perspectivas de las
neurociencias señaló que, desde luego, ha habido avances en el entendimiento
del sistema nervioso: desde cómo funciona una neurona, hasta visualizar al
cerebro en acción mediante técnicas de neuroimagen que permiten saber qué parte
del mismo se activa cuando se genera un pensamiento.
Ahora, informó Hugo Aréchiga,
lo que se busca es llegar a entender el funcionamiento de sistemas complejos y
el cerebro humano es el órgano más difícil de comprender en el planeta; por eso
esta enorme red de cien mil millones de neuronas es una de las grandes
fronteras del conocimiento. Ni siquiera sabemos si algún día lograremos
comprenderlo totalmente.
Al respecto, el especialista
señaló que debemos considerar que todo el conocimiento es resultado de las
operaciones que realiza este órgano de kilo y medio que tenemos dentro de la
cabeza para conocerse a sí mismo.
“Es una masa que está tratando
de entenderse. Y no hay ninguna garantía de que esto se logre. Es producto de
la evolución, nadie lo diseñó, de forma que lleva a cabo una serie de funciones
que apenas estamos empezando a conocer”, afirmó.
Pero “llegará el momento en el
cual sea tan complicado el fenómeno que nuestro propio cerebro -aún con los
aditamentos que se han investigado y construido- no logrará interpretarlo”; en
este sentido, podemos pensar en un límite de inteligibilidad.
Otro sería el de factibilidad.
La investigación científica cuesta dinero, y así como en otras áreas ya se
llegó a un confín, las neurociencias pueden llegar a ser tan costosas que no
existan los recursos necesarios para estudiarlas y buscarles aplicaciones.
Otra barrera pudiera ser el
que a la sociedad ya no le interese el tema. Hasta ahora, indicó, “nos sentimos
razonablemente lejos de estos tres límites”. Los problemas de salud resueltos y
los apoyos que ha significado para la industria el desarrollo de ese campo del
conocimiento están a la vista. Existe interés social que se traduce a su vez en
la generación de los recursos necesarios para hacer la investigación, la cual
aún no llega al punto de convertirse en algo demasiado costoso”.
En México las neurociencias
constituyen un área de investigación muy desarrollada. Algunos de los más
distinguidos estudiosos en nuestro país han trabajado en este campo del
conocimiento: “estamos hablando de que uno de cada 10 científicos nacionales
está relacionado de alguna manera con ellas”, concluyó Hugo Aréchiga.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Hugo Aréchiga Urtusuástegui, jefe de
la División de Posgrado e Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM,
señaló que, a pesar de los avances en el estudio del cerebro, la inmensidad de
la tarea hace que apenas estemos en el comienzo del entendimiento de muchas de
sus áreas.
El cerebro humano, formado por una red de cien mil millones de neuronas, es el órgano más difícil de comprender en el planeta, aseguró Hugo Aréchiga Urtusuástegui, jefe de la División de Posgrado e Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM.
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